Aunque no existe una cifra universal fijada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Asociación Americana de Psicología (APA) para el tiempo de uso del teléfono todos los días, varias guías internacionales coinciden en que reducir el límite a tres horas o menos puede marcar una gran diferencia en tu salud.
En una época en la que pasamos gran parte del día frente a pantallas, los expertos en salud mental y física están comenzando a establecer límites más claros.
De hecho, las Guías Canadienses de Movimiento 24 horas, consideradas una referencia en el ámbito de la salud pública, recomiendan no superar las 3 horas diarias de tiempo de pantalla recreativo (sumando celular, televisión y tabletas).
Asimismo, aconsejan que el sedentarismo diario jamás puede ser mayor a ocho horas, contando el tiempo de sueño o descanso.
El riesgo de depresión aumenta cuando usas el teléfono más de dos horas al día
Varios estudios, uno de ellos publicado en Frontiers, señalan que el exceso de tiempo frente al celular está directamente relacionado con síntomas de ansiedad, depresión y estrés.
Un metaanálisis encontró que el riesgo de presentar síntomas depresivos aumenta a partir de las 2 horas diarias de uso y se agrava con más de 4 o 6 horas.
Por el contrario, un ensayo controlado demostró que reducir el tiempo de uso del teléfono, durante tres semanas, mejoró notablemente el estado de ánimo, la calidad del sueño y la sensación de bienestar general.
Además, recalca la investigación, pasar menos tiempo en el celular permite recuperar la concentración, mejorar las relaciones personales y reducir la fatiga visual.
3 estrategias para limitar el uso del teléfono a tres horas al día
- Tomar pausas activas cada 30 a 60 minutos, levantándose durante 2 o 3 minutos para moverse y reducir los efectos del sedentarismo prolongado.
- Establecer un límite de uso para las aplicaciones recreativas, como redes sociales o juegos, entre 120 y 150 minutos al día, utilizando los temporizadores del propio teléfono.
- Evitar el celular una o dos horas antes de dormir, ya que la luz azul y la estimulación mental nocturna están asociadas con peor calidad del sueño.