El huracán, cuyo ojo atravesó directamente el poblado, dejó tras de sí un panorama de destrucción y precariedad. Aunque las autoridades han logrado restablecer parcialmente el paso vehicular y los equipos de la Empresa Eléctrica trabajan para levantar postes caídos y reparar líneas, ningún barrio del municipio contaba el domingo con electricidad, y el bombeo de agua permanece interrumpido, dijo desde el territorio el activista Osmel Ramírez, reseña el portal web Diario de Cuba.
"Han calentado la línea de alto voltaje, pero todavía no hay luz en ningún lugar de Mayarí", señaló Ramírez, quien agregó que se espera la recuperación paulatina del servicio en "puntos aislados" durante las próximas horas.
La presa Mayarí continúa aliviando grandes volúmenes de agua, lo que mantiene parcialmente inundados algunos puentes y zonas bajas. Vecinos denuncian que la falta de drenaje previo al impacto del huracán pudo haber agravado las inundaciones en Mayarí y el municipio vecino de Cueto, donde se habla de al menos un fallecido, aunque sin confirmación oficial. El Gobierno insiste en que no se produjeron víctimas mortales directas por Melissa en el país.
La situación se complica, además, por la falta total de conectividad. "Para mandar un mensaje de WhatsApp hay que subirse a un techo", explicó Ramírez. Las llamadas telefónicas son imposibles y apenas funcionan los SMS de manera intermitente.
Los precios de los pocos insumos disponibles se han disparado: un saco de carbón cuesta entre 2,000 y 4,000 pesos, mientras el litro de gasolina ronda los 2,500 pesos, según testimonios recogidos. "La gente paga lo que sea, no hay otra opción", relató un vecino, quien añadió que "sin electricidad no hay forma de cocinar ni conservar alimentos".
Mientras tanto, la respuesta estatal se ha concentrado en la recogida de desechos vegetales, principalmente árboles derribados, pero no se han distribuido donaciones ni suministros básicos. Antes del ciclón, el racionamiento solo había entregado "dos libras de arroz por persona" en algunos barrios, y muchas familias aún no las han recibido.
El sector privado ha sido el principal sostén para los damnificados, proveyendo alimentos y apoyo directo a los más vulnerables, en ocasiones coordinando con las autoridades locales. Sin embargo, los precios, atados al mercado informal del dólar, resultan inaccesibles para la mayoría.
Decenas de viviendas sufrieron derrumbes parciales o totales de techos y se prevé una cifra alta de daños materiales aún sin evaluar oficialmente. "Es una afectación enorme, comparable a la del huracán Sandy", consideró Osmel Ramírez, contactado por Diario de Cuba.
La termoeléctrica Felton, dependiente del bombeo de agua desde Mayarí, intenta reiniciar operaciones con recursos limitados, mientras los trabajadores eléctricos priorizan la creación de un circuito emergente que permita restablecer el servicio en zonas esenciales.
"Seguimos sin agua, sin luz, sin internet y con serios problemas de alimentos. La gente está desesperada, nerviosa. Esperamos que la electricidad llegue pronto, aunque sea este lunes", resumió Ramírez.
Horas más tarde, el domingo, la Empresa Eléctrica de Holguín informó que varios circuitos ya contaban con servicio restablecido, pero no en Mayarí. Entre las zonas con electricidad figuran Cueto, Marcané, Freyre, Gibara, Moa y sectores de la zona industrial de Holguín.
"La vileza de monopolizar la solidaridad"
A casi una semana del paso del huracán Melissa por el oriente cubano, las provincias de Holguín, Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma permanecen sumidas en un escenario de crisis humanitaria. Las lluvias torrenciales, los deslaves y los desbordamientos de ríos destruyeron infraestructuras, dejaron más de 16,000 viviendas dañadas y todavía este lunes permanecen incomunicadas comunidades enteras.
Sin embargo, más allá de la devastación natural, el fenómeno ha vuelto a revelar la fragilidad estructural del país y la falta de autonomía de la sociedad civil para organizarse frente a las emergencias.
"El pueblo cubano vive en una indefensión que no proviene solo de los desastres naturales, sino de un sistema político totalitario que impide la acción ciudadana independiente", denunció el Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) en una declaración emitida este lunes 3 de noviembre y enviada a Diario de Cuba.
El CTDC condenó que el régimen "insiste en monopolizar la solidaridad", rechazando o condicionando ofertas internacionales de ayuda con argumentos ideológicos y exigiendo que toda asistencia sea canalizada a través de sus propias estructuras.
Esa política, afirmó la organización, "garantiza el control y la opacidad en la gestión de fondos, a costa del sufrimiento de una población que no confía en las instituciones oficiales por su ineficacia y falta de transparencia".
A modo de ejemplo, el Consejo señaló que el régimen ha vuelto a emplear el esquema de rebajar un 50% los materiales de construcción para los damnificados y ofrecer créditos a quienes no puedan pagarlos. "Una fórmula insuficiente y cruel, en un país donde el salario no alcanza para comer", subrayó la declaración.
El Consejo también advirtió que las autoridades cubanas han establecido puestos de control en las zonas afectadas, bloqueando la entrada de ayuda humanitaria independiente. Mientras tanto, el equipo de respuesta ante desastres de Estados Unidos (DART) ya trabaja en países vecinos, pero no puede operar en Cuba "debido a las condiciones impuestas por el propio Gobierno", que exige concesiones políticas como el levantamiento del embargo.
"El régimen ideologiza el humanismo y convierte la solidaridad en rehén de la política", añadió el CTDC.
Presos políticos en riesgo, llamado a legalizar la sociedad civil independiente
El Consejo advirtió que la situación de los presos políticos añade una dimensión particularmente alarmante a la emergencia. Denuncias previas señalaban torturas, desnutrición e incomunicación en los centros penitenciarios, y tras el paso del huracán se desconoce el estado real de cientos de reclusos.
"Existe el riesgo de una crisis humanitaria de mayor alcance que la reconocida oficialmente por el régimen", afirmó la organización, que exigió acceso independiente a las cárceles.
El CTDC reiteró su exigencia de que se legalicen las organizaciones cívicas independientes, actualmente prohibidas por la Ley 54/85, y que la ayuda humanitaria "deje de depender de la discrecionalidad del Estado".
La organización recordó que cuenta con personalidad jurídica reconocida y documentación apostillada por La Haya, lo que le habilita para cooperar con gobiernos y organismos internacionales en la canalización de asistencia humanitaria.
"El Gobierno cubano debe abrir un espacio legal y operativo para la sociedad civil, deshaciendo la ficción de pluralismo representada por las organizaciones no gubernamentales organizadas por el Gobierno", afirmó el Consejo.
El grupo también pidió al régimen que facilite la entrega de la ayuda humanitaria anunciada por Estados Unidos, coordinada con la Iglesia Católica cubana para asistir directamente a los damnificados del oriente del país.
Emergencia energética: apagones, cortes y termoeléctricas fuera de servicio
Mientas la devastación humana se agrava, la crisis energética nacional ha alcanzado un nuevo nivel. El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, admitió que el restablecimiento eléctrico en Santiago de Cuba está "complejizado" por los daños masivos en la red de distribución.
En la provincia de Granma, el 83% de la población sigue sin electricidad; en Guantánamo, el 66% continúa a oscuras. Seis torres de alta tensión caídas entre Cueto y Bayamo impiden conectar la región oriental con el Sistema Electroenergético Nacional.
Aunque el titular anunció la arrancada de la unidad 1 de la Central Termoeléctrica Felton, esta volvió a salir de servicio la tarde del domingo, según reportes de la Unión Eléctrica. También se encuentran fuera de línea unidades en Moa, Nevitas, Cienfuegos y Santa Cruz del Norte.
La falta de combustible y las inundaciones en mini y micro hidroeléctricas agravan el panorama en todo el país.
Infraestructura y transporte en ruinas
Los daños se extienden a las vías férreas y carreteras. En Santiago de Cuba, varios tramos de la línea central están "en el aire", según informó el viceministro de Transporte, Luis Roberto Rosés. En Palma Soriano se derrumbó un terraplén y se reportan arbustos bloqueando tramos entre Palma y San Luis.
En el municipio de Guamá, las comunidades de Uvero, La Plata y Ocujal permanecen incomunicadas. El mar destruyó carreteras y colapsó el puente de Uvero, informó en Facebook la primera secretaria del PCC provincial, Beatriz Johnson Urrutia.
El poblado de Brazo Escondido, en el municipio Tercer Frente, se encuentra totalmente aislado y en riesgo humanitario. Vecinos y activistas como Yamilka Laffita (Lara Crofs en Facebook) han lanzado llamados desesperados a la solidaridad, sin que las autoridades hayan respondido con un operativo de rescate.
Escuelas destruidas y curso escolar paralizado
La red educativa del oriente cubano también sufrió un fuerte golpe. Solo en Holguín, más de 190 instituciones escolares presentan daños estructurales, según cifras oficiales citadas por el periódico oficial Ahora. Los municipios de Mayarí, Gibara y Sagua de Tánamo están entre los más afectados.
En Granma, las clases siguen suspendidas "hasta nuevo aviso", mientras se evalúan los daños y se intenta garantizar condiciones mínimas de seguridad e higiene.
La Dirección Provincial de Educación anunció que el reinicio del curso en la provincia será "paulatino" y con "adaptaciones curriculares flexibles", aunque no precisó fechas.
El llamado del CTDC: defender la vida es el primer acto político
En su declaración, el Consejo para la Transición Democrática en Cuba subrayó que la tragedia provocada por Melissa "ha profundizado la crisis preexistente de un pueblo abandonado y empobrecido".
"Cuando está en juego el valor de lo humano, no hay ideología que justifique el silencio. La única política legítima es la del humanismo", concluyó el texto, que anuncia la creación de una red permanente de voluntarios y activistas para acompañar los esfuerzos de otras organizaciones cívicas cubanas en la asistencia a los damnificados.
"La soberanía pertenece al pueblo —señaló el comunicado—, y se hace más evidente cuando lo que está en juego es su vida y su destino".
FUENTE: Diario de cuba
hace 8 horas
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