Con altos precios como herencia, la inflación sigue estable dice la Reserva Federal

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El ritmo de la inflación en Estados Unidos se mantuvo estable en febrero y se situó en un 2,5% en un año, en línea con las expectativas de los analistas, según el índice PCE que usa la Reserva Federal no el de consumo.

La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, registró un repunte hasta el 2,8% (frente al 2,7% de enero), según este índice elaborado por el Departamento de Comercio.

Los analistas esperaban que el índice PCE se situara en este rango, según el consenso publicado por MarketWatch, con excepción de la inflación subyacente.

Algunos economistas alineados al anterior gobierno de Joe Biden prevén que los aumentos de las tasas de las importaciones generarán un repunte de inflación; sin embargo, muchos otros analistas consideran que eso es falso y no consideran ninguna escalada de inflación, a difrerencia del gobierno de Joe Biden, cuyas medidas erróneas condujeron a la peor inflación en los últimos 50 años.

La presión de los aranceles

La política arancelaria del presidente Donald J. Trump ha sembrado -como se esperaba- incertidumbre en los mercados y reacciones diversas.

Sin embargo, Trump utiliza los aranceles como presión en busca de negociaciones justas con cada país que beneficien a EEUU.

En las últimas seis décadas muchos países, incluso grandes aliados de Washington, se han favorecido de la cortesía y buena voluntad de Norteamérica. Eso ya terminó, ha reiterado el líder republicano.

El jueves, la presidenta de la Reserva Federal de Boston, Susan Collins, dijo que un aumento de los precios parecía "inevitable", al menos "en el corto plazo".

El secretario del Tesoro Scott Bessent ha reiterado que la alarma de supuesta inflación por la política de aranceles del presidente Trump son argumentos infundados y que no considera que la inflación se dispare y si eso ocurre en determinado momento sería para un reajuste y balance real de los niveles inflacionarios en un futuro inmediato y pronto caerán nuevamente.

Al final de su última reunión del 19 de marzo, la Fed (banco central estadounidense) decidió mantener sus tasas mientras analiza los cambios económicos que comenzó a implementar la Casa Blanca.

Sus autoridades rebajaron sus previsiones económicas para la mayor economía del mundo, cuando al frente de esa entidad se encuentra aún el ratificado por Joe Biden, Jerome Powell, quien dio sobradas señalas de alianza con la anterior administración y su agenda económica fallidad de extrema izquierda.

La Fed mantiene las tasas de interes en el mismo rango

Según Powell, que negó durante un año la escalada inflacionaria causada por los demócratas en el 2021 y no vino a actuar hasta marzo de 2022 ahora estima que a finales de 2025 la inflación podría subir por encima del 2,7% pronosticado en diciembre.

Recordemos que esta fue de las tantas herencias negativas que dejó a Trump su predecesor Biden con políticas totalmente desacertadas que crearon diversas crisis: déficit comercial récord durante tres años, contracción de la industria por más de dos años, crisis bancaria con la quiebra de cuatro grandes bancos, crisis inmobiliaria que taparon todo el tiempo con una caída de las ventas por tres años consecutivos, deuda pública de 36 billones (trillions) de dólares, déficit fiscal récord y gastos históricos federales causados por el desastre de la frontera sur y la entrada de 12 millones de migrantes al país, entre otros indicadores de luz roja.

A todo lo anterior y más en política exterior, con una guerra en la Franja de Gaza y en Ucrania y el aumento de las acciones terroristas en Yemen y otras regiones, ha tenido que enfrentarse ahora el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

El presidente de la Reserva Federal o Banco Mundial dejó recientemente las tasas de interés en el mismo nivel de 4,25%-4,50% ante de la expectativa de los nuevos cambios en la economía estadounidense, un vuelco que Trump y sus principales asesores económicos vaticinan como la edad de oro para EEUU.

La escalada de los aranceles a las importaciones, que últimamente ha afectado a los automóviles y sus componentes, desconcierta a los mercados sobre su posible impacto en las empresas y los hogares estadounidenses, a pesar de que la economía todavía estaba en auge en 2024.

Varios indicadores han mostrado que la confianza del consumidor estadounidense se ha desplomado desde el regreso de Trump a la Casa Blanca.

Tras una caída en enero, atribuida en parte al clima frío, el consumo comenzó a aumentar nuevamente en febrero (en 0,4% mes a mes), según la publicación del viernes.

Los ingresos crecieron más rápido de lo que previeron los analistas, en un 0,8% mes a mes.

FUENTE: Con información de AFP.

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