
Alice Wood, una exprofesora de Florida de 48 años, enfrenta cargos graves de abuso infantil luego de un incidente ocurrido en el preescolar Kid City USA, en Vero Beach. El evento, ampliamente cubierto por medios locales, se centra en el presunto maltrato a un niño de 4 años con autismo, captado por cámaras de vigilancia.
El hecho escapó inicialmente del conocimiento del personal hasta que la técnica de comportamiento del niño regresó al aula después de una pausa para el baño. Al volver, encontró al menor en el suelo, alterado y lloroso. Las imágenes de seguridad mostraron a Wood sujetando al niño por los brazos con fuerza excesiva, arrastrándolo unos tres pies (aproximadamente un metro).
Durante la investigación, Wood admitió en un principio haber usado fuerza innecesaria, según documenta el arresto, aunque alegó que el niño había tirado demasiados crayones. Su reacción, inicialmente defensiva, culpó al niño por el incidente, pero luego aceptó que su comportamiento había sido excesivo, según el reporte oficial.

La evidencia crucial en el caso fueron las grabaciones de seguridad. Según el informe de la Indian River County Sheriff’s Office, dichas imágenes muestran a Wood sujetando y arrastrando al niño, provocando que su cabeza se echara hacia atrás debido a la fuerza aplicada. La duda sobre la naturaleza de las acciones de Wood hizo que los padres del niño exigieran la revisión total e inmediata de la grabación, ya que el niño asistía regularmente al preescolar sin haber presentado problemas previos.
Jessica Perkinson, propietaria de Kid City USA, decidió despedir a Wood tras el incidente. En declaraciones al Treasure Coast Newspapers, Perkinson enfatizó su compromiso con la seguridad de los niños, afirmando que la determinación fue tomada “con el mejor interés de los niños y el entorno escolar en mente”.
La técnica de comportamiento, al regresar al aula, encontró al niño llorando, lo que impulsó su inmediato cuestionamiento a Wood. Según dice, nunca había percibido al niño como una amenaza para otros durante su tiempo en el preescolar.
Las autoridades, tras detener a Wood, procedieron a entrevistarla en su domicilio al siguiente día del incidente. CBS 12 reportó que, al detective que llevó a cabo la entrevista, Wood ofreció una narración alternativa, inicialmente negando el uso de fuerza y sugiriendo que el niño había tropezado. No obstante, frente a la insistencia del detective y las pruebas de las cámaras, finalmente admitió que la agresión había sido un acto desmedido.

La revisión del video también confirmó la existencia de una lesión en el brazo del niño. Una observación del detective constató una inflamación visible, resultado del agarre violento, lo que respaldó la decisión de presentar cargos por abuso infantil contra Wood. Estas lesiones físicas fueron fundamentales para establecer los cargos, reforzando la gravedad del impacto físico y psicológico del abuso en el niño.
Organizaciones de protección infantil han enfatizado la necesidad de reforzar capacitaciones para el personal educativo, con el objetivo de prevenir situaciones similares en el futuro. Las autoridades locales han recomendado a las familias estar alertas y reportar cualquier señal de abuso a la Childhelp National Child Abuse Hotline, disponibles las 24 horas del día.
De acuerdo con los medios locales, tras el incidente, los padres del niño fueron notificados de la situación y de la decisión de despedir a Wood. La comunidad local ha expresado su preocupación por el bienestar de los niños en el centro. Por su parte, Wood ha sido liberada bajo fianza, pero enfrenta cargos de abuso infantil. Las autoridades continúan investigando el caso para asegurar que se haga justicia y se proteja a los niños involucrados.