
Atendiendo al último estudio TALIS 2024 DE LA OCDE, casi uno de cada cinco educadores de secundaria en España se plantea abandonar la profesión en los últimos cinco años, una cifra que se incrementa al 44% en los mayores de 50 años. Esto se debe al descontento generalizado de los profesores en las aulas y a un sistema escolar que ya empieza a exhibir las grietas del agotamiento. Esto afecta tanto a los alumnos, como a los padres y docentes que intentan a toda costa solucionar un problema educativo que se les queda grande.
Con motivo de este diagnóstico educativo, los profesores Álex Torio y Luz Lebón fueron invitados al programa de COPE, Fin de semana, presentado por Cristina López Schlichting. Allí conversaron sobre los síntomas de un sistema que ya muestra evidentes indicios de agotamiento. Mientras que Luz León -profesora de Gestión Administrativa en un instituto de Torrejón de Ardoz- sostenía que su experiencia como docente había sido muy positiva, Álex Torio consideraba algo muy diferente. “Aquí el que está es porque quiere”, afirmó la profesora, destacando la voluntariedad y vocación de su ejercicio como educadora.
Sin embargo, Álex Torio -exprofesor de física y matemáticas- rebatió el argumento de la profesora Lebón, explicando que su decisión de abandonar la enseñanza representaba una protesta hacia el declive del sistema educativo español y aquellos que habían permitido la fractura de todo un sistema educativo. “Una protesta contra un sistema que creo que está muy mal hecho”, declaró en el programa. Su argumentario se fundamentaba en el rechazo hacia una obligatoriedad escolar hasta los 16 años, implantada en la ESO. Según él, este factor obligatorio era la causa del deterioro del clima de aprendizaje. En este sentido, expuso cómo había muchos alumnos que no tenían ganas de estudiar la enseñanza regular general.
En los últimos 30 años, España ha aprobado seis leyes educativas, desde la LOPEG de 1995 hasta la actual LOMLOE. Sin embargo, la profesora Luz Lebón afirma con rotundidad: “No, sinceramente ninguna ha mejorado la vida en las aulas”. Asimismo, si bien destaca el éxito de la FP, critica la nueva ley de FP, que considera “inviable desde el punto de vista práctico”, y denuncia el aumento de la burocracia, así como la obligación de buscar prácticas para el triple de alumnos.

Por su parte, Álex Torio atribuye muchos de los errores a “psicopedagogos de despacho que nunca han pisado un aula”, y en el caso de Cataluña, señala a fundaciones como la Bofill o Rosa Sensat, que “piensan en un mundo ideal en el cual los niños se mueren de ganas de aprender”, algo que —según él— poco tiene que ver con la realidad.
Uno de los aspectos más polémicos, apuntan, es la presión por aprobar para mejorar las estadísticas. “Según yo lo veo, todo está enfocado a que la estadística de fracaso escolar se reduzca y ya está”, denuncia Torio, quien acusa al sistema de “rebajar la evaluación” en lugar de fortalecer la educación. Ejemplos de ello son la eliminación de los exámenes de recuperación de septiembre o la reducción continua de contenidos: “los contenidos son mucho menores ahora”.
Ambos coinciden en que el modelo necesita un giro. Lebón destaca el éxito de la FP Básica, donde muchos alumnos desmotivados en la ESO “responden de forma espectacular”. Torio propone ir más allá: instaurar, desde los 14 años, una “educación obligatoria, pero ya profesional”, para quienes “les importa un pepino el teorema de Ruffini” y terminan perjudicando el ambiente del aula.
En definitiva, ambos docentes reclaman una reforma educativa que ponga el foco en la realidad del aula y en las necesidades reales de los alumnos, no en las estadísticas ni en los despachos.