
El exjugador de la NFL y miembro del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, Shannon Sharpe, ha sido demandado por una mujer que lo acusa de agresión sexual y física, así como de lesiones.
La denuncia, presentada el domingo en un tribunal de distrito en Las Vegas, Nevada, detalla presuntos incidentes ocurridos entre 2024 y 2025, en los que la demandante, identificada como Jane Doe, asegura haber sido víctima de violación y abuso físico por parte del exala cerrada. Según informó CNN, la demanda solicita una compensación económica que supera los 50 millones de dólares.
De acuerdo con la denuncia, la relación entre Sharpe, de 56 años, y la demandante comenzó en 2023 como un vínculo consensuado. Sin embargo, la mujer alega que, con el tiempo, el exjugador utilizó tácticas de manipulación y control para someterla.
En el documento legal se describe que Sharpe habría cometido actos de agresión sexual en dos ocasiones: en octubre de 2024 y nuevamente en enero de 2025, ignorando las súplicas de la mujer para que se detuviera. Además, la demanda incluye acusaciones de amenazas de violencia física, como estrangulamiento y bofetadas.

El abogado de la demandante, Tony Buzbee, destacó la valentía de su cliente al enfrentarse a una figura pública con poder, fama y recursos económicos. En declaraciones recogidas por CNN, Buzbee expresó: “Se necesita mucha valentía para enfrentarse a quienes tienen poder, fama y dinero.
Espero con ansias llevar este caso a los tribunales”. Sin embargo, no ofreció comentarios sobre si la mujer había presentado denuncias ante la policía en relación con los presuntos incidentes.
Por su parte, los representantes legales de Sharpe han rechazado categóricamente las acusaciones. Lanny J. Davis, abogado del exjugador, calificó la demanda como un intento de extorsión y aseguró que la relación entre Sharpe y la demandante fue consensuada.
Según Davis, la mujer habría iniciado varios encuentros sexuales y realizado “peticiones específicas y gráficas”. En un comunicado, el abogado afirmó que su cliente “espera una reivindicación a través del debido proceso y un juicio basado en los hechos y la ley”.
La denuncia presentada en Las Vegas describe un patrón de comportamiento que, según la demandante, incluyó manipulación emocional y amenazas físicas.
En el documento se afirma que Sharpe “ignoró descaradamente” las negativas de la mujer y la sometió a actos de violencia sexual, a pesar de sus gritos y súplicas. La demanda también señala que el exjugador habría utilizado su posición de poder para intimidar a la mujer, quien es treinta años menor que él.
El caso ha generado atención mediática debido a la prominencia de Sharpe en el mundo del deporte y los medios de comunicación. Además de su destacada carrera en la NFL, el exala cerrada es conocido por su papel como presentador del popular pódcast “Club Shay Shay”. La demanda, que busca una compensación económica significativa, podría tener implicaciones tanto legales como reputacionales para el exjugador.

Sharpe, quien fue incluido en el Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional en 2011, es considerado uno de los mejores alas cerradas en la historia de la NFL. Durante su carrera, jugó para los Denver Broncos y los Baltimore Ravens, equipos con los que ganó tres títulos de Super Bowl.
Al momento de su retiro en 2003, Sharpe ostentaba récords históricos en recepciones, yardas y touchdowns para su posición.
La demanda presentada en su contra representa un giro inesperado en la vida del exjugador, quien ha construido una carrera mediática exitosa tras su retiro del deporte profesional. Según señaló CNN, el caso ahora se encuentra en manos del sistema judicial, donde ambas partes tendrán la oportunidad de presentar sus argumentos y pruebas.

El caso podría prolongarse durante meses, ya que tanto la demandante como los abogados de Sharpe han expresado su disposición para llevar el asunto a juicio.
Mientras tanto, la atención pública se centra en las acusaciones y en las posibles repercusiones para la carrera y la reputación del exjugador. Según publicó CNN, Sharpe confía en que el proceso legal demostrará su inocencia, mientras que la demandante busca justicia por los presuntos abusos sufridos.