
Un adolescente británico fue encontrado vivo después de haber desaparecido en la jungla tailandesa, donde, según informa The Independent, sobrevivió durante 10 días comiendo insectos y corteza. Stallard Honour apareció en el remoto templo budista Wat Tham Sawan Bandan, el pasado domingo.
Su madre había denunciado su desaparición después de notar actividad sospechosa en la cuenta de correo electrónico de su hijo vinculada al distrito de Sangkhla Buri, a más de 300 kilómetros de donde fue visto por última vez en Pattaya.
La policía de Kanchanaburi, Tailandia, lanzó una operación a gran escala para encontrar a Lawrence Stallard Honour, de 19 años, después de que su madre tailandesa-rusa, Gulnara, que vive en la provincia de Chonburi, denunciara su desaparición, según The Thaiger.
El gobernador de Kanchanaburi, Athisan Intara, inició la búsqueda del adolescente el 2 de octubre y ordenó a todas las agencias de seguridad y unidades fronterizas que intensificaran sus esfuerzos después de que las imágenes de CCTV captaran al joven de 19 años saliendo el 27 de septiembre de un complejo turístico en Sangkhla Buri, según The Nation Thailand.
La Policía de Inmigración informó ese mismo día que había intentado cruzar a Phaya Tong Su, Myanmar, mientras hablaba por teléfono.
Según las autoridades, en ese momento no estaba permitido cruzar la frontera, por lo cual tuvieron que intervenir antes de que intentara escalar la valla nuevamente. Finalmente, la policía se vio obligada a escoltarlo de regreso en un autobús.
El adolescente fue llevado a un resort, según el Daily Mail, donde no pudo registrarse por falta de dinero para pagar una habitación. Posteriormente, desapareció sin dejar rastro al adentrarse en el bosque y caer la noche.
Fue encontrado con vida diez días después en el aislado templo budista de Wat Tham Sawan Bandan. El joven se había perdido en la selva tailandesa. El británico, que estaba hospitalizado, se ha reunido con sus padres y pronto podrá regresar a casa.
Los padres de Stallard Honour estaban preocupados de que pudiera haber sido víctima de unos estafadores que intentaban atraerlo a través de la frontera para trabajar para una banda de un centro de llamadas con sede en Myanmar, según The Independent.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones en septiembre contra una gran red de centros de estafa en el sudeste asiático “que roban miles de millones de dólares a los estadounidenses utilizando trabajo forzado y violencia”.
“La industria de estafas cibernéticas del sudeste asiático no solo amenaza el bienestar y la seguridad financiera de los estadounidenses, sino que también somete a miles de personas a la esclavitud moderna”, dijo el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, John K. Hurley.
En 2024, estadounidenses desprevenidos perdieron más de 10.000 millones de dólares debido a estafas en el sudeste asiático. Ahora, el Departamento del Tesoro de ese país ha dicho que desplegará todo su potencial para combatir el crimen financiero organizado y proteger a los estadounidenses del extenso daño que estas estafas pueden causar.