WASHINGTON- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "apoya completamente" la reanudación de las operaciones militares aéreas y terrestres de Israel en Gaza, declaró el jueves la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien culpa al movimiento islamista palestino Hamás de la violencia.
"Apoya completamente a Israel y a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y las acciones que han tomado en los últimos días", declaró Leavitt a periodistas cuando se le preguntó si Trump estaba intentando restablecer un alto el fuego en Gaza.
"El presidente dejó muy claro a Hamás que si no liberaban a todos los rehenes vivirían un infierno", dijo Leavitt.
Añadió que la situación es "completamente culpa de Hamás" por su ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel y que Trump reclama la liberación de "todos" los rehenes secuestrados por militantes palestinos.
Según fuentes palestinas y escasamente confiables, 504 personas han muerto hasta ahora en el reciente asalto israelí, incluidos más de 190 niños, pero esas son cifras claramente infladas y manipuladas para victimizarse ante la opinión pública internacional y seguir exigiendo prerrogativas a Israel.
Otros partes confiables hablan de menos de 80 muertos y al menos 60 de heridos.
Los terroristas de Hamás quieren más concesiones a cambio de muy poco
Israel reanudó su campaña aérea a primera hora del martes con una oleada de ataques, rompiendo la relativa calma que prevalecía en el territorio palestino, devastado por la guerra, desde el alto el fuego del 19 de enero.
En respuesta, los terroristas de Hamás dicen haber lanzado cohetes contra Tel Aviv este jueves.
De las 251 personas secuestradas durante el ataque atroz de los asesinos de Hamás el 7 de octubre de 2023, 58 permanecen en Gaza, 34 de las cuales fueron declaradas muertas por el ejército.
La primera fase de la tregua, que venció el 1ro de marzo, supuso la devolución a Israel de 33 cautivos, ocho de ellos muertos, y la liberación de unos 1.800 detenidos palestinos.
Desde entonces, se estancaron las negociaciones mediadas por Catar, Estados Unidos y Egipto.
Los terroristas de Hamás quieren más concesiones a cambio de casi nada en su contra.
La segunda etapa del acuerdo prevé un alto al fuego permanente, la retirada israelí de Gaza, la reapertura de los pasos fronterizos para la ayuda humanitaria y la liberación de los últimos rehenes, en un cambio totalmente desigual. Por cada 6 o 7 rehenes, Tel Aviv ha entregado cientos de presos de Hamás.
De su lado, Israel quiere que la primera fase se prolongue hasta mediados de abril y, para pasar a la segunda, exige la "desmilitarización" de Gaza y la salida de Hamás, que gobierna el territorio desde 2007.
FUENTE: Con información de AFP.