El mural de Dragon Ball Z ubicado en el distrito de La Victoria, frente al Estadio Nacional, amaneció con un nuevo significado. La colorida pintura, creada originalmente como homenaje al fallecido mangaka Akira Toriyama, fue modificada por sus propios autores para rendir tributo a Mauricio Díaz, conocido como Trvko, el rapero que murió tras recibir un disparo presuntamente efectuado por un agente policial durante la marcha del 15 de octubre. El cambio no fue un acto de vandalismo, sino una decisión consciente de la comunidad Hip Hop, que convirtió el muro en un símbolo de memoria, arte y resistencia.
En redes sociales circularon versiones que aseguraban que el mural había sido borrado por manifestantes de la llamada Generación Z, pero esa información fue desmentida. Los mismos creadores aclararon que la intervención fue un gesto de respeto hacia su compañero fallecido. En palabras del Colectivo Awkapuma, esta intervención “no fue improvisada ni ajena al sentir del barrio. Quienes realizaron el mural, junto a la comunidad y en consenso colectivo, decidieron dedicar ese espacio para honrar la vida, el arte y la lucha de nuestro compañero caído”.
Los grafiteros también recordaron en declaraciones a La República que Trvko participó activamente en la elaboración del mural de 2024: “En las noches traíamos parlantes para acompañar con improvisaciones de freestyle. Estaban ahí Trvko y otros compañeros, todos apoyando”.

El mural modificado se ha convertido en un punto de encuentro para quienes conocieron a Trvko, así como para los seguidores del Hip Hop limeño. Su rostro y su nombre, ahora pintados sobre los personajes del anime, representan la voz de una generación que usa el arte para expresar dolor y exigir justicia.
El comunicado del colectivo Awkapuma añade: “El Hip Hop se rige por sus propias reglas: respeto, unión y conciencia. Por eso, rendir tributo a Trvko no es una falta, sino un acto de amor y dignidad hacia quien entregó su talento y su palabra al pueblo”. Estas palabras, replicadas en decenas de publicaciones en redes, resumen el espíritu de una comunidad que se moviliza no solo por el arte, sino por la defensa de sus valores. “Cuando un obrero del Hip Hop cae, su mensaje sigue vivo en cada muro, en cada rima y en cada paso que damos”, concluye el texto.
Uno de los artistas del colectivo Cans in the City, grupo que participó en la pintura original de Dragon Ball Z, explicó a La República que esta acción busca denunciar la violencia y honrar a quienes han perdido la vida injustamente. “Nos activamos contra esta política que sigue llevándose a personas inocentes por su incompetencia. Esto no es solo por Trvko: es por los choferes, los alumnos extorsionados, por los muertos en atentados, por la gente humilde que trabaja y vive en zozobra, en medio de la indiferencia. Es por todas las personas a quienes les arrebataron a un ser querido por culpa de la corrupción”, señaló.

El mensaje final de los colectivos urbanos es claro: el homenaje no será borrado. En su pronunciamiento, la comunidad Hip Hop expresó: “Si el mural fuera intervenido o borrado, será pintado nuevamente, una y otra vez. Exigimos respeto al duelo de la comunidad hip hopera. Porque el Hip Hop es del pueblo, y el pueblo no se arrodilla, no se rinde y no tiene miedo”.
Estas frases, convertidas en consignas y hashtags como #TrvkoPresente y #HipHopEsLucha, se replicaron en redes como una declaración de resistencia artística. Para muchos vecinos y artistas, el mural no solo honra la memoria de un músico, sino que también visibiliza el poder del arte callejero como herramienta de protesta y cohesión social.
El espacio donde antes se reunían fanáticos del anime ahora se ha transformado en un altar urbano que combina color, duelo y denuncia. Allí, las pinturas de Gokú y Vegeta dieron paso al rostro de un joven cuya voz hablaba de desigualdad, violencia y esperanza.