
Las autoridades de Texas han emitido esta semana alertas consecutivas por mala calidad del aire en varias de sus principales ciudades, una situación que según expertos se atribuye a factores climáticos, geográficos y humanos que confluyen en la región, afirmó Newsweek en un reporte reciente.
Houston, Dallas y San Antonio permanecen bajo el impacto de varios días denominados “días de acción contra el ozono”, donde la concentración de ozono alcanza niveles potencialmente dañinos para la salud, según notificó la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ) y confirmó el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.
Un comunicado de la TCEQ define el ozono—también conocido como smog—como un gas que se forma en la atmósfera cuando tres átomos de oxígeno se combinan. La agencia distingue dos tipos principales: el ozono estratosférico, que actúa como escudo ante los rayos ultravioleta, y el ozono superficial, cuya acumulación en zonas urbanas genera riesgos sanitarios.
Las personas con asma, los niños, adultos mayores y quienes realizan actividades físicas al aire libre enfrentan el mayor peligro en estos escenarios, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA). Entre los problemas de salud asociados figuran la tos y la inflamación de las vías respiratorias, según datos citados por Newsweek.
El climatólogo estatal de Texas, John Nielsen-Gammon, explicó a Newsweek que los meses de septiembre y comienzos de octubre constituyen el periodo de máxima incidencia del ozono. “Todavía hay mucha luz solar, un factor que hace posible la fotoreacción que origina el ozono. Además, los vientos suelen ser más suaves, lo que permite que se acumulen contaminantes locales en concentraciones elevadas en torno a las grandes ciudades”, señaló Nielsen-Gammon, quien también es profesor en la Universidad Texas A&M.
El especialista agregó que la contaminación proveniente de otras regiones del país influye en el fenómeno: “los niveles de contaminación que llegan a Texas desde el este y noreste ya son altos porque hay muchas fuentes de emisiones en el resto de Estados Unidos”.
La Comisión de Calidad Ambiental de Texas emite los llamados “días de acción contra el ozono” cuando espera que la concentración de este contaminante alcance valores peligrosos. La medida busca que la ciudadanía y las empresas tomen acciones para reducir las emisiones, como compartir el auto, usar transporte público o mantener los vehículos correctamente afinados, según difundió Newsweek.

Durante 2025, en la zona metropolitana de Houston se han registrado cerca de 50 días de acción por ozono, mientras que en Austin y el área de Dallas-Fort Worth se han reportado 8 y 43 días, respectivamente. “No es raro para las ciudades más densamente pobladas de Texas experimentar periodos prolongados con estas alertas”, confirmó un portavoz de la TCEQ en declaraciones recogidas por Newsweek.
De acuerdo a Newsweek, las autoridades recomiendan a la población limitar la exposición al aire exterior en aquellos días en que las alertas por ozono están vigentes, especialmente en los grupos de riesgo. El periodo prolongado de estos alertas muestra cómo el cambio en patrones climáticos y la persistencia de fuentes contaminantes continúan generando episodios críticos de mala calidad del aire en el estado, describió el medio.
Entre las acciones sugeridas para enfrentar estos episodios figuran la reducción del uso de vehículos, la promoción del transporte alternativo y el cuidado de la eficiencia energética en industrias, como indican tanto la TCEQ como la EPA.
Durante esta semana, tanto el área de San Antonio como la de Dallas-Fort Worth permanecieron bajo alertas continuas. Los registros de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas ilustran una tendencia creciente en la cantidad de días afectados por el fenómeno, lo que mantiene la atención sobre la evolución de la calidad del aire en el estado y las políticas públicas encaminadas a reducir el impacto del ozono urbano.