¿Te pidieron cambiar de asiento en el avión? La razón por la que nunca deberías hacerlo

hace 2 días 2

Cambiar de asiento durante un vuelo comercial es una práctica común que muchas personas consideran inofensiva. Pero, según varias asistentes de vuelo con experiencia, lo que parece un gesto de cortesía puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza, e incluso tener consecuencias legales y financieras inesperadas.

Leanna Coy, asistente de vuelo con base en Connecticut, compartió en TikTok una advertencia contundente que ya ha sido vista por miles de personas: “No deberías cambiar de asiento en el avión, por tu propia seguridad.”

Coy relató que, en un vuelo reciente de United Airlines con destino a Jordania, una mujer le pidió intercambiar su asiento de pasillo por otro similar en otra fila. Aunque normalmente se niega a ese tipo de solicitudes, esta vez decidió hacer una excepción. “Quise no ser antipática, por una vez”, explicó.

Sin embargo, apenas el avión despegó, comenzó a arrepentirse.

“Pensé: si esta señora hace algo indebido, como fumar en el baño, ¿eso podría recaer sobre mí? Porque mi nombre sigue asignado a ese asiento”, comentó Coy. El pensamiento la llenó de ansiedad durante todo el vuelo.

Y no solo se trata de la reputación o posibles sanciones. También hay una dimensión financiera en juego que muchos desconocen.

¿Pueden usar tu tarjeta si cambias de asiento?

En algunas aerolíneas, como United, los pasajeros deben registrar su tarjeta de crédito o débito en la aplicación antes de abordar. Esta información se vincula automáticamente con su número de asiento.

“Entonces fui con la azafata y le dije: ‘Acabo de cambiar de asiento con alguien, pero mi tarjeta está asociada a mi cuenta. ¿Eso significa que ahora esa persona podría usarla?'”, relató Coy.
La respuesta fue alarmante: “Sí, técnicamente sí”.

Aunque los asistentes de vuelo piden a los pasajeros confirmar su número de asiento antes de hacer compras a bordo, muchas veces, las personas hacen pedidos sin pensar o sin saber que se cobrarán automáticamente. En el caso de Coy, aunque no creía que la pasajera tuviera malas intenciones, comprendió que había dejado su información financiera vulnerable por un simple acto de amabilidad.

“Yo apoyo completamente a quienes no quieren cambiar de asiento. Tienes derecho a conservar el lugar por el que pagaste”, concluyó Coy en su video.

Este sentimiento lo comparte otra azafata, Mitra Amirzadeh, con base en Orlando. En una entrevista con The Wall Street Journal, criticó duramente a quienes intentan presionar a otros pasajeros para que cedan su asiento: “Si querías ese asiento, deberías haberlo pagado”.

Según Amirzadeh, muchos viajeros intentan negociar una mejor ubicación sin haber hecho la reserva correspondiente, confiando en la generosidad (o culpa) de otros pasajeros. Sin embargo, eso no es justo, y nadie está obligado a ceder su lugar si no lo desea.

¿La única excepción? Los niños pequeños

Ahora bien, hay una situación en la que sí vale la pena considerar un cambio de asiento: cuando hay menores de edad separados de sus padres.

“Cuando alguien se niega a ceder su lugar y hay un niño pequeño implicado, les pregunto: ‘¿Vas a cuidar al niño tú? ¿Trajiste sus libros para colorear y sus snacks?'”, relató Amirzadeh entre risas. Esta estrategia suele bastar para que el pasajero reconsiderado acceda a cambiar de asiento.

Y es que, más allá de la lógica de las reservas, tener a un niño sin supervisión en pleno vuelo representa un riesgo y un desafío logístico tanto para la familia como para la tripulación.

Lo que debes tener en cuenta antes de ceder tu asiento en el avión

Si te piden cambiar de asiento, considera estos factores antes de responder:

1) Tu seguridad y responsabilidad legal. Si algo ocurre en el asiento que originalmente te asignaron, podrías verte involucrado.

2) Tus datos financieros. En vuelos con pagos digitales vinculados al número de asiento, alguien más podría usar tu tarjeta sin saberlo.

3) Tus derechos como pasajero. Pagaste por un asiento específico y no estás obligado a moverlo por la conveniencia de otro.

4) Casos especiales. Considera cambiar solo si es necesario por razones humanitarias o familiares, como el caso de menores sin compañía.

5) Comunica el cambio a la tripulación. Si decides cambiar, informa a un asistente de vuelo para actualizar el registro y evitar confusiones posteriores.

Cambiar de asiento en el avión puede parecer una decisión trivial, pero podría ponerte en riesgo de cargos no autorizados o responsabilidades inesperadas. Aunque tu intención sea buena, la recomendación de las azafatas es clara: piénsalo 2 veces antes de decir que sí.

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