El Senado podrá avanzar este martes con una petición de la Casa Blanca para recuperar $9,400 millones de dólares en fondos para ayuda internacional y radiodifusión pública, mientras el Congreso tiene hasta el viernes de esta semana para actuar.
La medida busca hacer permanentes algunos de los recortes de presupuestos del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), cuya meta es recortar la ayuda para el exterior. No obstante, también recortaría la financiación federal al NPR y PBS.
John Thune, líder de la mayoría republicana del Senado, expreso que esperaba celebrar las primeras votaciones de procedimiento este martes, aunque aún está teniendo conversaciones con algunos integrantes que se resisten a retirar todos los fondos.
En el mes de junio, la Cámara de Representantes aprobó la solicitud, superando la oposición de todos los demócratas y cuatro republicanos.
Paquete de cancelaciones
La petición de derogación recortaría $8,300 millones de dólares para la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), junto con otros programas de asistencia internacional, desde los esfuerzos de mantenimiento de la paz hasta la asistencia a refugiados y proyectos climáticos.
Asimismo, el paquete incluye una propuesta de recortes de $1,100 millones de dólares para la Corporación para la Radiodifusión Pública (CPB), la agencia privada sin fines de lucro que administra fondos de NPR y PBS. El gobierno del presidente Donald Trump ha criticado a las mencionadas entidades, argumentando que han “difundido propaganda radical y progresista disfrazada de ‘noticias'”.
No obstante, algunos conservadores del Senado se han opuesto a componentes del paquete, como los recortes a un programa destinado a combatir el VIH y el SIDA en todo el mundo.
Fundado por el expresidente George W. Bush, el Plan Presidencial de Emergencia para el Alivio del SIDA (PEPFAR), ha sido reconocido por salvar millones de vidas en todo el planeta.
La senadora republicana por Maine, Susan Collins, declaró a los medios de comunicación la semana pasada que quiere eliminar las rescisiones del PEPFAR, asegurando lo siguiente: “No me imagino por qué querríamos cancelar ese programa”.
Collins, presidente del Comité de Asignaciones del Senado, contraatacó cuando el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russell Vought, testificó ante el panel en junio que “ningún tratamiento vital se verá afectado por este paquete de rescisiones” y que “cualquier persona que actualmente recibe un tratamiento vital continuará recibiéndolo”.
“Al analizar el PEPFAR, se eliminan muchos programas de prevención“, aseguró Collins, quien además cuestionó si el paquete perjudicaría los esfuerzos para prevenir la propagación de las enfermedades tuberculosis, la polio y la malaria que datan de miles de años atrás, y qué efectos tendría en los programas de salud maternoinfantil que ayudan a alimentar a los niños desnutridos. “Todos estos programas han demostrado su eficacia”.
“Estas medidas no solo son lo correcto por razones humanitarias, sino que son instrumentos increíbles de poder blando”, afirmó Collins.
Otros han dado a conocer su preocupación por los recortes a las estaciones de radio y televisión locales, particularmente en las zonas rurales, donde adquieren una importancia adicional como medio de comunicar mensajes de emergencia, informó CBS News.
El senador republicano de Dakota del Sur y miembro del Comité de Asignaciones, Mike Rounds, declaró a la prensa que no se siente cómodo con algunas de las disposiciones, como los recortes a la radiodifusión pública, aseguró: “Esa es la razón por la que proponemos cambios”.
Rounds dijo que las tribus indígenas americanas cuentan con un sistema de radio pública que depende mucho de la financiación y que sería objeto de la propuesta de la administración republicana. Agregó que los republicanos del Senado han estado trabajando con la Oficina de Administración y Presupuesto para “encontrar una solución que permita mantener intacta la financiación de esas estaciones de radio”.
Agregó que la meta no eliminar varias disposiciones del paquete de rescisiones, sino “atender específicamente a las que se encontraban en algunas de estas zonas rurales”, apuntando las estaciones de Dakota del Sur, Dakota del Norte, Montana y Alaska.
Thune manifestó el lunes que había discusiones en curso sobre un proceso de enmienda al paquete de derogaciones.
“Espero que a medida que avancemos en ese proyecto de ley podamos ver algunos ahorros que complementen lo que ya logramos en la reconciliación”, afirmó Thune, refiriéndose al enorme paquete de impuestos y gastos que el Congreso aprobó a principios de este mes.
Cambiar el paquete implicaría que la Cámara de Representantes tendrían que aprobar los cambios. Y con la fecha límite del viernes, se acaba el tiempo para hacerlo antes de que expire la petición. Mike Johnson, presidente de la Cámara, republicano por Luisiana, dijo que espera que el Senado mantenga el paquete aprobado por la Cámara.
“Creo que hay que respetar la petición de la Casa Blanca, y eso es lo que hicimos”, señaló Johnson.
En el Senado, los proyectos de ley de rescisión no están sujetos al umbral de 60 votos necesarios para aprobar la mayoría de las leyes, ya que solo se necesita la mayoría simple. Pero con tan solo 53 republicanos, los líderes conservadores del Senado solo pueden permitirse perder un puñado de sus integrantes para aprobar el paquete.
Trump intervino sobre la iniciativa de cancelaciones a finales de la semana pasada, declarando en una publicación que es “muy importante que todos los republicanos se adhieran a mi Proyecto de Ley de Rescisiones”, citando en particular los recortes a la radiodifusión pública. El mandatario alertó que cualquier republicano que no apoye la recuperación de fondos “no contará con mi apoyo ni respaldo”.
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