Con la muerte del Papa Francisco este lunes 21 de abril, la Ciudad del Vaticano, específicamente la Santa Sede con aproximadamente mil 400 millones de feligreses, está de luto tras el fallecimiento del primer Papa latinoamericano y, aunque entra en un tiempo de transición, la administración recae en el camarlengo.
El cardenal irlandés, Kevin Farrell, que fue el camerlengo quien dio a conocer la noticia de la muerte del papa Francisco, será el encargado de administrar la Santa Sede, de forma temporal, hasta que asuma un nuevo representante de la Iglesia Católica.
Durante este periodo, la dirección de la Iglesia Católica queda en manos del camerlengo, en este caso Kevin Farrell, una figura fundamental para la administración del Estado de la Ciudad de Vaticano y que mantiene la continuidad institucional de la Santa Sede hasta que se lleve a cabo el cónclave.
Farrell tomará un rol de ‘administrador’ de la Santa Sede, mientras el Vaticano prepara los actos fúnebres del papa Francisco. Al ser un jefe de Estado, se espera la asistencia de decenas de mandatarios de todo el mundo, evento del que también se encargará el camarlengo.
“Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”, fueron las palabras del cardenal Farrell, en italiano, con un claro acento inglés, para anunciar el fallecimiento del Papa y conmocionar al mundo entero.
La figura del carmalengo en la Santa Sede
El término camarlengo proviene del latín ‘camerarius’, que significa chambelán, y se remonta al siglo XII, cuando el camerarius era el administrador financiero de la corte papal. Según la Enciclopedia Católica, el camarlengo era el sucesor del archidiácono de Roma y del vicedominus, encargados de administrar los bienes de la Iglesia y la mesa del Papa. Su papel se consolidó como el encargado de las finanzas papales, incluyendo censos, tributos y propiedades, especialmente en los siglos XIII y XIV, cuando también adquirió funciones judiciales.
La figura del cardenal camarlengo de la Santa Romana Iglesia es esencial en el Vaticano histórica y administrativamente, que tiene un papel esencial durante la sede vacante (ocurre entre la muerte o renuncia de un Papa y la elección de su sucesor), y un rol más pasivo y ceremonial cuando lo hay.
Su tarea es verificar la muerte, en este caso la del Papa Francisco, velar y administrar los bienes y derechos temporales de la Sede Vaticana durante el tiempo que está vacante y convocar el cónclave que elegirá al nuevo Pontífice y tiene diferentes tareas durante su estadía como máximo representante de la Santa Sede.
Más allá de la verificación de la muerte del Papa, con asistencia médica, destruye o resguarda el anillo del Pescador que usó el Papa durante su pontificado, organiza el cónclave, desde la Capilla Sixtina, hasta el alojamiento y logística para los cardenales lectores, pero también administra los recursos financieros y temporales de la Santa Sede, para mantener la continuidad administrativa.
Quién es Kevin Farrell
El cardenal Joseph Farrell fue el encargado de informar del fallecimiento del Papa Francisco, después de pronunciar su nombre de pila “Jorge Mario” para corroborar que no hubo respuesta, después de intentar recuperarse de una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado durante semanas.
Joseph Farrell estará a cargo de la colocación del cuerpo del papa Francisco en su féretro, un rito que se hará a las 20:00 horas (12:00 horas, tiempo del centro de México) en el Vaticano. Este proceso se llevará a cabo en la capilla Domus Sanctae Marthae.
Farrell, de 77 años, nacido en Irlanda, sirvió unos 30 años en Estados Unidos y, en 2016, el Papa lo llamó a Roma para ser prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, departamento que pertenece a la administración central de la Iglesia.
Después de 3 años al lado de Francisco, este lo nombró camarlengo, uno de los cargos más altos de la Curia, y en 2023, el pontífice lo nombró “presidente del Tribunal Supremo del Estado de la Ciudad del Vaticano“.