Por qué caminar sin grandes exigencias puede ser la clave para dormir mejor, según la ciencia

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Caminar mejora la calidad yCaminar mejora la calidad y duración del sueño, según estudios recientes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Caminar, una práctica diaria y accesible, se perfila como un elemento esencial para mejorar la calidad y la duración del sueño. Estudios citados por VeryWell Health confirman que la caminata diaria, incluso en cantidades moderadas y en cualquier momento, se relaciona con un descanso nocturno reparador, sin distinción de edad ni nivel de condición física.

Entre los principales hallazgos recogidos por VeryWell Health, se destaca que caminar de manera constante favorece un sueño más profundo y prolongado.

Una investigación realizada sobre 490 adultos, quienes participaron en un programa de caminatas de cuatro semanas con el objetivo de alcanzar 10.000 pasos diarios, demostró mejoras en la calidad del sueño en la totalidad de los participantes.

La caminata diaria favorece unLa caminata diaria favorece un sueño más profundo y prolongado en personas de todas las edades (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aquellas personas sin antecedentes de ejercicio experimentaron un beneficio adicional: necesitaron menos tiempo para dormirse y prolongaron el tiempo total de descanso.

Los investigadores atribuyeron estos efectos positivos a cambios fisiológicos, tales como el ajuste de la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, junto con la liberación de hormonas y factores neurotróficos favorables para el sueño.

Entre las ventajas concretas de caminar para el descanso nocturno, los expertos subrayan la disminución de la fatiga al día siguiente, menor cantidad de despertares nocturnos y un aumento en la eficiencia del sueño.

Un programa de 10.000 pasosUn programa de 10.000 pasos diarios mejora la calidad del sueño en adultos, incluso sin antecedentes de ejercicio (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, el hábito de salir a caminar contribuye a reducir síntomas depresivos y niveles de estrés, aspectos que comúnmente perjudican el sueño. Estos beneficios refuerzan la percepción general de un sueño de mejor calidad en quienes incorporan la caminata a su rutina.

No existe una cifra única de pasos obligatoria para conseguir mejoras en el sueño. Si bien la meta de 10.000 pasos diarios es popular, los estudios coinciden en que sumas menores también logran un impacto relevante, especialmente en mujeres.

Una investigación citada por VeryWell Health revela que quienes caminan 8.000 pasos diarios presentan un 50% menos de riesgo de muerte por cualquier causa, frente a quienes solo logran 4.000 pasos, y este porcentaje sube al 65% para quienes alcanzan 12.000 pasos.

Más importante que el número concreto es aumentar la actividad física respecto al promedio personal habitual, lo que repercute en noches más largas y de mayor calidad.

Caminar reduce la fatiga diurna,Caminar reduce la fatiga diurna, los despertares nocturnos y aumenta la eficiencia del sueño (Imagen Ilustrativa Infobae)

Respecto al horario ideal para caminar, la evidencia refuta la idea de que la actividad nocturna perjudica el sueño. Un estudio de la National Sleep Foundation, basado en una encuesta a 1.000 adultos, señala que el ejercicio realizado por la tarde o la noche no dificulta el descanso.

Así, una caminata vespertina no implica necesariamente un problema, siempre que se ajuste a las preferencias personales. Los especialistas advierten que el ejercicio moderado o intenso menos de dos horas antes de dormir puede afectar el sueño en algunas personas debido al aumento de temperatura corporal y adrenalina.

Por ello, se recomienda adaptar el horario de actividad física según las sensaciones individuales para optimizar el descanso.

Caminar por la tarde oCaminar por la tarde o la noche no perjudica el sueño, salvo en casos de ejercicio intenso cerca de la hora de dormir (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para quienes buscan mejorar aún más la calidad del sueño, VeryWell Health propone adoptar hábitos de higiene del sueño: evitar siestas largas, mantener horarios regulares para acostarse y levantarse, desarrollar una rutina relajante antes de dormir y asegurar que el dormitorio sea oscuro, silencioso y fresco.

Si el sueño no llega tras 20 minutos en la cama, se sugiere cambiar de lugar y realizar una actividad relajante con luz tenue.

Entre los consejos finales, los especialistas recomiendan suspender el uso de dispositivos electrónicos con pantallas luminosas al menos quince minutos antes de acostarse. Esta simple medida puede suponer una diferencia significativa en la calidad del descanso nocturno.

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