Martina La Peligrosa volvió recargada a la música con su nuevo LP ‘Caribeña’: “A uno se le olvida que hay que vivir para poder crear”

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Martina La Peligrosa publicó suMartina La Peligrosa publicó su primer álbum en nueve años, 'Caribeña' - crédito cortesía Paola España

Martina La Peligrosa regresa al panorama musical colombiano con Caribeña, su segundo álbum de estudio, después de nueve años de exploración artística, personal, e incursiones en otros proyectos.

Reconocida por fusionar sonidos del Caribe con elementos contemporáneos, la cantautora cordobesa se propuso presentar un reencuentro genuino con sus raíces y una búsqueda de madurez creativa, luego de un largo trayecto de indagación, colaboraciones y aprendizajes acumulados a lo largo de casi 15 años de carrera.

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Conformado por 11 canciones y producido junto a su exesposo Jairo Barón, mezcla ritmos tradicionales como la cumbia y la champeta, con influencias del afrobeats, zouk africano y sonidos electrónicos, ofreciendo así un diálogo entre lo local y lo global, lo alternativo y lo popular.

El LP incluye colaboraciones con su hermana Adriana Lucía en No eres bueno para mí, con el músico español Muerdo en Florecer y con el colombiano Ramón Chicharrón en Magdalena, que se propone reflejar la energía de la mujer caribeña. En Flores en el pelo, Martina se propuso escribir una declaración a su esposo que fue producida, curiosamente, por su exesposo en lo que la cantante expresó como un ejemplo de sanación personal.

En estos años Martina no estuvo ajena a otros escenarios: participó en televisión, asumió retos fuera de la música y se permitió vivir nuevas experiencias, conviviendo también con las dinámicas y desafíos de las redes sociales. Todo ese recorrido, lejos de alejarla de la música, nutrió su nueva creación y la llevó a recomponer el equilibrio entre la vida personal y el arte.

En entrevista con Infobae Colombia, Martina La Peligrosa aborda el proceso creativo, las influencias y los desafíos que dieron forma a Caribeña, y las motivaciones que hoy la llevan a enfocarse plenamente en su faceta musical.

Infobae Colombia: Pasaron nueve años para que lanzaras tu segundo álbum de estudio ¿Por qué?

Martina La Peligrosa: ¿Sabes que no sé? (risas). Es una pregunta que no sabría cómo responderte, realmente. La música como que lo lleva a uno por caminos distintos y como esto del arte, siempre es algo que es de mucho sentir, como que no estaba preparada para un disco. Tampoco la industria estaba exigiendo discos. Así que en este afán de seguir indagando, de seguir buscando, de seguir creando, dije: “No, pues voy a lanzar canciones, me voy a tomar mi tiempo, no tengo obligación con ninguna disquera, no tengo ninguna obligación. Así que voy a hacer, pues, lo que yo quiera”, básicamente.

No es tan fácil tampoco hacer música y vivir de la música en Colombia. Y realmente no sentía la necesidad de un disco hasta este año, que yo dije: “Ok, ya he hecho de todo, ya he cantado de todo, ya he cantado con todo el mundo, ya he estado aquí, allá, pero ahora necesito consolidar ese sonido”, todo eso que he ido recolectando en el camino de estos años. Así que el alma me pidió un disco.

¿Cómo definiría el proceso creativo de Caribeña? Algunos de estos géneros, probablemente no todos, ya los había explorado en su primer álbum. Pero, de cara al contexto actual, ¿Qué cambió frente al primer disco?

Yo siento que son discos muy parecidos, muy hermanos, pero en este punto de mi vida y de mi carrera hay una madurez que no existía en un primer disco. Digamos que la magia de un primer disco precisamente tiene que ver con ese experimentar. Como que tú no sabes realmente qué es lo que estás haciendo, pero lo estás haciendo. Entonces, eso tiene su magia.

Pero, en este punto, que han pasado tantos años de carrera, que ya son casi 15 años, realmente siento que hay una madurez musical, personal, y eso se ve reflejado en las letras, en los sonidos, en la mezcla de las canciones.

El LP de 11 temasEl LP de 11 temas incluye colaboraciones con Muerdo, Ramón Chicharrón y su hermana Adriana Lucía - crédito cortesía Paola España

El focus track en esta producción es Magdalena. ¿Qué nos puedes contar de ella?

Cuando yo inicié mi carrera, me apoyé muchísimo en ritmos como los afrobeats, como la champeta, que básicamente es la traducción que le dimos en el Caribe colombiano a ritmos como el zouk, toda esta herencia africana.

Ahorita quisimos explorar el rancha, que es un género que nace en San Andrés, pero también un poco de la mezcla de la champeta con el dancehall, con varias cosas que se escuchaban allá, pero, lo hicieron muy local, muy propio. Y sí, definitivamente esto está conectado porque son géneros hermanos, ¿no? Vienen de la misma raíz.

Magdalena es una canción que tiene toda esa sabrosura, que conecta con esa Martina que muchos recuerdan de la champeta, que encaja, digamos, dentro de estos sonidos afrobeats también. Entonces, si es como un revuelto de varias cosas. Habla sobre una mujer que es espectacular, que donde llega lo ilumina todo, que es fantástica. Y así siento yo que somos las mujeres colombianas y las mujeres del Caribe.

Uno de los momentos más melódicos es Flores en el pelo, e incluso salió como sencillo hace unas semanas ¿En quién se inspiró?

Esa es la traga. Esa canción es amor total, completamente. Una canción que le hice a mi esposo, y fue muy bonito porque ha sido un proceso muy lindo la creación del disco. Primero, porque lo hice en su totalidad con Jairo Barón, que es mi exesposo (risas). Entonces, ha sido un reencuentro muy mágico, ha sido una enseñanza también de la vida muy bonita. Y con Jairo hicimos esta canción para mi esposo, Daniel. Entonces, esto tiene una carga de amor muy particular, muy bonita.

Habla también de muchas cosas que ya sanaron. Hace referencia a cómo me siento cuando estoy enamorada, que es como me siento ahora mismo. Mi cabeza y toda mi vida es un jardín lleno de flores, porque siento muchísimo amor.

Hace un tiempo colaboró con Adriana Lucía en Llegaste tú. Ahora ella lo hace en Caribeña con No eres bueno para mí. ¿Cómo se gestó esa colaboración?

Bueno, también estuvimos en una canción de mi primer disco que se llama, La carretera, que le hice a las mujeres de mi pueblo. Y en esta oportunidad, cuando yo terminé de hacer No eres bueno para mí, yo dije: “Todas las influencias de mi vida musical quiero plasmarlas aquí en este disco. Pero, esta canción, sin duda se me parece un montón a mi hermana”. Y además tiene mucho sentido, porque fueron muchos años de carrera a su lado. Yo crecí a su lado haciendo coros y todo esto y dije: “Algo de ella debo tener en mí, por supuesto”.

Entonces, No eres bueno para mí fue esa canción que se me pareció inmediatamente, me la imaginé inmediatamente a su voz, así, ronca y poderosa, que además es la única canción que no es como de amor. Tiene un poco de pulla, habla de una mujer que sabe lo que quiere, que ya no está pa’ cuentos. Entonces dije: “Este carácter que tiene la canción, creo que mi hermana puede imprimirle también, el que tiene su voz”. Y fue sensacional, porque al momento de grabarla dije: “Claro, era para ella”, porque tomó vida inmediatamente.

Cuando comenzó a grabar los temas de Caribeña, ¿Cuál era ese punto en el que decía “Esta canción ya está”? ¿Hay algún factor o elemento que le hace decirlo?

Yo siento que uno se obliga a abandonar la obra (risas). No quiero generalizar, quizás no le pasa a todo el mundo, pero sí a mucha gente que conozco, que no podemos parar, nunca se está terminado completamente. Uno sigue escuchando el disco o la canción y dice: “Ay, aquí le hubiera puesto una trompeta”, o “ay, ¿por qué dije esta palabra? Hubiera dicho esta otra”.

Entonces, realmente uno tiene que taparse los ojos y tú, abandonar. Siento que no hay nada que te indique como que ya está lista, sino que hay que hacer una respiración profunda y tomar conciencia y decir: “Ok, hasta aquí la voy a dejar. Ahí está”.

Y lanzarse al vacío...

Sí, de acuerdo (ríe).

En este tiempo entre discos estuvo incursionando en actuación, estuvo en MasterChef Celebrity... ¿Cómo diría que esas experiencias influyeron a la hora de sentarse a grabar Caribeña?

Siento que Caribeña, como te decía al principio, mi alma lo pidió, pero también estaba en un momento sin presión. No tienes que hacer un disco, no tienes que cumplir, no tienes que sonar como no sé quién. Fue un disco que nació desde la calma, desde la tranquilidad, además de este momento de mi vida. Fluyó muchísimo la creación de las canciones.

Realmente sacamos adelante el disco rápidamente, porque todo fluyó muy bonito, muy bueno. A uno se le olvida que hay que vivir para poder crear, hay que inspirarse de las cosas que pasan en la vida. Entonces, si uno está ahí metido en hacer, en crear, en escribir, en cumplir; se olvida uno de vivir, de respirar, de tomarse el cafecito sin prisa, de ir al pueblo a visitar a los papás, de llorar un día que algo te salió mal, de lanzarte a una nueva experiencia como lo fue para mí MasterChef, de pegarte una quemada dura con una olla (risas), de sentir ese dolor.

Todo eso nutre tu vida y todo eso finalmente hace que recolectes esa información para crear. Yo realmente en un punto dije: “Voy a parar, porque me siento agobiada ahora mismo. Todo el mundo me dice qué es lo que tengo que hacer. Voy a dejar de escuchar a la gente, voy a vivir, a hacer otras cosas, y cuando yo sienta que es el momento, pues voy a retomar con la música”. Y así fue.

Martina La Peligrosa reconoció laMartina La Peligrosa reconoció la importancia de vivir nuevas experiencias en su vida antes de volver a grabar música - crédito cortesía Paola España

Hablando de vivir y fluir ¿Cómo lidia con esa dinámica tan frenética de las redes sociales?

¡Guau! A veces la amo, a veces la odio (risas). Debo ser muy honesta, porque realmente uno dice: “Yo soy consciente que las redes sociales no son la realidad. Yo soy consciente de que lo que pasa ahí no siempre es verdad. No tengo que compararme con todo el mundo”.

Pero, te terminas comparando con todo el mundo y terminas agobiándote por las cifras, por los números, por qué te vieron, por qué no te vieron, por qué hicieron un comentario... Es superagotador, pero es lo que hay.

También es una plataforma increíble porque te puedes conectar de manera muy cercana con tu público. También las redes sociales para mí ha sido una bendición. A mí mucha gente me conoce de las redes sociales, entonces no me puedo quejar, pero sí debo decir que de vez en cuando me gusta tomarme un respirito. Puede ser muy agotador estar ahí, siempre estar bien, siempre tener algo positivo para compartir, siempre estar sonriente, siempre estar linda, y siempre expuesta a que te digan lo que la gente quiera decir, que a veces es muy bonito y a veces no tanto. Cuando siento que me está agobiando mucho, digo: “No, no, me voy a desaparecer”.

Y bueno, no te puedes desaparecer, eso no es bueno. ¿Que tienes que publicar todos los días? No me importa. Primero lo primero, primero mi cabeza (risas).

¿Ya está trabajando el proceso de llevar Caribeña al formato en vivo?

Sí, pues ojalá se me dé la oportunidad y ojalá aparezcan muchos escenarios que quieran tenerme ahí. Mi parte favorita de la música es precisamente el en vivo. Lo que más amo hacer es estar en un escenario con mi banda, con mis bailarinas y estar dándolo todo ahí, conectar realmente con la gente. Y siento que es como la sustentación de un disco, ¿no? Como que estar allá frente al escenario, esa cosita que se siente en el estómago antes de subirse. Ya tuve unas varias semanas de montaje del álbum con mis músicos y fui la persona más feliz del mundo. Volver a escuchar el disco, desglosarlo, decirles: “No, aquí hay un sonidito que tenemos que hacer”,o crear una cosa nueva en esa canción, pero para el en vivo. A mí esa parte me fascina.

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