Lyle Menéndez seguirá en prisión tras negársele la libertad condicional en California

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Lyle Menéndez permanece en prisiónLyle Menéndez permanece en prisión tras la decisión reciente de la Junta de Libertad Condicional en California. (Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California/entrega vía Reuters)

Lyle Menéndez permanecerá en prisión tras serle negada la libertad condicional en una audiencia de más de 11 horas celebrada de forma virtual el viernes 22 de agosto. El fallo de la Junta de Libertad Condicional de California se basó en la consideración de que Menéndez todavía representa un riesgo para la sociedad, pese a reconocer signos positivos en su conducta penitenciaria. El caso, que ha atraído la atención pública durante décadas, vuelve al centro de la conversación judicial y mediática tras las evaluaciones recientes de la posibilidad de libertad para los hermanos, según ABC 7.

Tanto Lyle como su hermano Erik Menéndez cumplen condena por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, ocurrido en 1989 cuando Lyle tenía 21 años. Ambos fueron condenados en 1996 por asesinato en primer grado y sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Sin embargo, producto de un proceso de resentencia, la condena se modificó a una sentencia de 50 años a cadena perpetua con opción a solicitar libertad condicional mediante audiencias bajo la ley para jóvenes ofensores (youth offender parole law), según ABC 7.

La reciente audiencia de libertad condicional para Lyle, desarrollada en el Richard J. Donovan Correctional Facility en San Diego, inició con preguntas de la Junta y continuó con intervenciones de la defensa, la fiscalía y familiares de las víctimas. Aunque la defensa argumentó avances en la rehabilitación de Lyle y el apoyo de la familia, la decisión final se basó en factores de riesgo identificados por los comisionados, quienes opinaron que persisten características antisociales subyacentes.

La Comisionada de Libertad Condicional, Julie Garland fue enfática sobre los aspectos positivos de la vida penitenciaria de Lyle, como la ausencia de violencia y su participación en programas de rehabilitación. Garland destacó: “En muchos aspectos, usted parece haber sido un recluso ejemplar, con potencial de cambio, pero a pesar de ello, observamos que sigue luchando con rasgos de personalidad antisocial como la mentira, la minimización y el rompimiento de normas”. Estas declaraciones se realizaron según ABC 7.

Garland también reconoció factores de juventud aplicables al caso, recordando que Lyle era menor de 26 años al momento del crimen y que vivía en un entorno familiar altamente disfuncional. El análisis incluyó comentarios positivos sobre su actitud y logros, pero señaló que la violación de normas en la cárcel, especialmente por el uso no autorizado de teléfonos móviles de 2018 a 2024, influyó decisivamente en el dictamen.

El uso reiterado de teléfonos móviles trajo consecuencias: Lyle perdió derechos de visita familiar durante tres años como sanción. Durante la audiencia, Lyle justificó estas acciones argumentando que solo buscaba comunicarse con sus allegados y que no percibía daño hacia terceros. Su participación en el Consejo Asesor Masculino, que le otorgaba acceso a teléfonos y capacidad de gestionar el uso por parte de otros internos, llevó a la junta a considerar que podía manipular situaciones a su favor.

El proceso judicial de losEl proceso judicial de los hermanos Menéndez sigue generando atención nacional más de tres décadas después de los hechos. (Departamento de Prisiones de California vía AP, Archivo)

La abogada de libertad condicional de Lyle, Heidi Rummel, señaló en la audiencia que la fiscalía sigue “aferrada a una teoría de los 90” y minimizó el papel del abuso sufrido por los hermanos en relación con los asesinatos. Sostuvo que el único acto de violencia cometido por Lyle fue el crimen en sí y que las infracciones recientes relacionadas con el uso telefónico no guardan correlación con actos criminales o violentos. Rummel declaró ante la junta que el tratamiento del abuso infantil ha cambiado y se espera hoy una comprensión más profunda, de acuerdo con ABC 7.

El Fiscal Adjunto del Condado de Los Ángeles, Ethan Millius, cuestionó la sinceridad del remordimiento de Lyle Menéndez y la aparente incapacidad para respetar las reglas internas, que para él representan un patrón preocupante de conducta. Millius hizo énfasis en el historial de mentiras y engaños documentado desde el ingreso de Lyle a prisión, así como en el posible impacto que esto tendría en una eventual reinserción. El fiscal añadió que “esta pauta de conducta culminó en 2024”, refiriéndose a las recientes infracciones, e indicó que el cumplimiento estricto de normas es esperado de cualquier ciudadano.

Durante la audiencia, tanto la defensa como miembros de la familia manifestaron apoyo a Lyle Menéndez. Los familiares de las víctimas expresaron que consideran que Lyle y Erik han logrado un grado significativo de rehabilitación y que su remordimiento es evidente. En una declaración conjunta, la familia señaló: “No estamos desanimados. Tanto Erik como Lyle han mostrado honestidad, responsabilidad e integridad”.

Lyle Menéndez detalló ante la junta su experiencia de abusos sexuales y emocionales sufridos en la infancia a manos de su padre y su madre. Frente a los comisionados, describió el peso del miedo que experimentó durante esos años y cómo afectó su desarrollo emocional. Adicionalmente, manifestó que la decisión de emplear violencia el día de los homicidios fue impulsiva y motivada por el temor.

A preguntas de la junta sobre la planificación de los asesinatos, Lyle negó cualquier premeditación o intención previa, señalando que la compra de armas fue “el mayor error” y que sucedió por motivos de protección emocional. Tras el crimen, declaró sentir arrepentimiento y vergüenza, particularmente por tener que mentir a otros familiares en duelo. Lyle se responsabilizó completamente de los hechos y recalcó el daño irreparable causado.

Erik y Lyle Menéndez cumplenErik y Lyle Menéndez cumplen sentencia en cárceles de California por el asesinato de sus padres en 1989. (REUTERS/Lee Celano/File Photo)

Tanto Lyle como Erik Menéndez podrán volver a solicitar la libertad condicional en tres años, pero podrían acceder a una revisión administrativa a partir del primer año si no se registran nuevas infracciones en prisión, según detalló la junta a ABC 7. Existen posibilidades de que el caso sea revisado antes de ese plazo y, adicionalmente, los hermanos mantienen abierta una petición de hábeas corpus en busca de un nuevo juicio respaldado en pruebas recientes.

El gobernador de California, Gavin Newsom, dispone de la facultad de revisar el caso y emitir clemencia en cualquier momento. Si se dan nuevas circunstancias, Lyle Menéndez puede solicitar una revisión de la negativa por posibles errores de hecho, buscando que una corrección lleve a un resultado diferente.

El destino de los hermanos Menéndez, emblemáticos de un caso que ha marcado la memoria judicial estadounidense, continúa sujeto a los procedimientos legales en curso y a la evolución de su conducta bajo custodia. La decisión de la Junta de Libertad Condicional mantiene a ambos cumpliendo condena, mientras sus recursos se resuelven ante las autoridades pertinentes.

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