Julio marcó un regreso esperado para los amantes de los dinosaurios y de una de las franquicias más emblemáticas del cine contemporáneo: Jurassic World: El renacer llegó a las salas con el desafío de emocionar a los fanáticos y perpetuar el legado iniciado por Steven Spielberg en 1993.
Según ScreenRant, este nuevo capítulo no solo recupera el espectáculo visual y la tensión característica, sino que también estuvo cerca de prescindir de uno de sus elementos más icónicos: el tema musical original compuesto por John Williams, cuya posible exclusión generó debate entre los responsables del filme.
La importancia de la música en el universo de Jurassic Park ha sido reconocida desde su estreno. La banda sonora de Williams se convirtió en una seña de identidad de la saga, capaz de evocar emociones de forma instantánea. Aunque el propio compositor no participó en todas las entregas posteriores, su obra ha permanecido como hilo conductor, reforzando el espíritu original de la franquicia. De acuerdo con ScreenRant, los productores de “El renacer” consideraron eliminar este legado musical, lo que abrió una intensa deliberación durante la etapa creativa.

Gareth Edwards, director de esta nueva entrega, detalló públicamente los pormenores del dilema. En declaraciones al medio especializado, explicó que ni él ni Alexandre Desplat —compositor encargado de la nueva partitura— tenían claro en qué momento debía aparecer la reconocida melodía. Desplat preguntó abiertamente si usarían el famoso tema, a lo que Edwards respondió afirmativamente, aunque sin una idea precisa de su ubicación en la narrativa. Esta indefinición dio paso a largas discusiones sobre su conveniencia e impacto.
El equipo llegó a considerar versiones preliminares del filme sin la famosa música, con el fin de evaluar su efecto en la audiencia. Edwards mostró esas versiones a colaboradores de confianza, reconociendo que esperaba que el resultado evidenciara una carencia. La respuesta fue clara: quienes vieron la película coincidieron en que “faltaba algo esencial” y recomendaron recuperar la partitura original. Esto confirmó la necesidad de incluir el tema de Williams como elemento central.

“Nos pidieron que probáramos versiones sin el tema en ningún lado y les mostré esa versión a algunas personas solo como experimento, rezando para que no funcionara...”, explicó Edwards. “En cuanto la vieron, dijeron: ‘Sí, tienes razón. Vuelve a ponerlo’”, añadió.
Este proceso de prueba y error reflejó el peso que la tradición musical representa dentro de la franquicia, así como la presión que sienten sus creadores para satisfacer a un público emocionalmente conectado con la saga. Para Edwards, la inclusión del tema no fue solo una decisión artística, sino un homenaje a la herencia de la serie. El director describió como una experiencia emotiva la grabación de la nueva versión en los estudios Abbey Road, junto a una orquesta de cien músicos bajo la dirección de Desplat.
La participación del orquestador Conrad Pope, colaborador de Williams en la partitura original de Jurassic Park, reforzó el clima de respeto hacia la obra fundacional. Edwards relató que vivió ese momento como uno de los más significativos de su carrera, decidiendo no registrar el instante con su teléfono para experimentarlo plenamente.
El tema principal de Jurassic Park no solo es reconocible para los cinéfilos, sino que se ha convertido en un emblema cultural que conecta generaciones y simboliza el asombro, la aventura y el misterio que definen tanto a los dinosaurios en pantalla como a la experiencia colectiva del cine. Su permanencia en Jurassic World: El renacer reafirma el valor de la nostalgia y el poder de la música como vínculo emocional entre la obra y su audiencia, consolidando nuevamente el papel irreemplazable de John Williams en el corazón de la franquicia.