
El telescopio espacial James Webb identificó una nueva y diminuta luna orbitando Urano, aumentando a 29 el número total de satélites conocidos del planeta. El hallazgo, anunciado este martes 19 de agosto por la NASA, se basa en observaciones infrarrojas realizadas en febrero de 2025 desde la órbita terrestre.
La nueva luna, de apenas 10 kilómetros de diámetro, fue observada durante una serie de exposiciones largas con la cámara NIRCam del Webb. El equipo que dirige la investigación, conformado por especialistas del Instituto de Investigación del Suroeste (SwRI) de Colorado, indicó que el satélite permaneció oculto incluso para la sonda Voyager 2 durante su histórico sobrevuelo a Urano hace casi cuatro décadas.
“Este objeto fue divisado en una serie de 10 imágenes de larga exposición”, explicó Maryame El Moutamid, del SwRI, en declaraciones recogidas por ABC News. “Es una luna pequeña, pero representa un descubrimiento significativo, que ni la nave espacial Voyager 2 logró detectar”.

Los científicos calculan que las características de la nueva luna, como su tamaño y luminosidad, dificultaron su detección por misiones anteriores. Según Matthew Tiscareno, del SETI Institute en California, “ningún otro planeta posee tantos satélites interiores pequeños como Urano, y sus complejas relaciones con los anillos del planeta apuntan a una historia dinámica”.
Tiscareno afirmó que la nueva luna es más pequeña y menos brillante que cualquiera de los satélites interiores conocidos previamente, lo que sugiere la posibilidad de que aún existan cuerpos por descubrir en el entorno inmediato del planeta.
La NASA detalló que el nuevo satélite es el decimocuarto integrante del grupo de pequeñas lunas que orbitan dentro del rango de los principales satélites Miranda, Ariel, Umbriel, Titania y Oberon. “Está ubicado a unos 56.000 kilómetros del centro de Urano, moviéndose entre las órbitas de Ophelia y Bianca”, precisó El Moutamid. “La órbita es casi circular, lo que podría indicar que este objeto se formó cerca de su ubicación actual”.

Todas las lunas de Urano reciben nombres inspirados en personajes de William Shakespeare y Alexander Pope. Se espera que la nueva luna obtenga un nombre oficial tras la evaluación de la Unión Astronómica Internacional (IAU).
El equipo científico valoró el salto tecnológico concretado con el uso del telescopio James Webb, capaz de “detectar objetos lejanos y de baja luminosidad, fuera del alcance de telescopios previos”. El avance se enmarca en el programa General Observer de la NASA, que permite a expertos internacionales proponer investigaciones con las herramientas de última generación del observatorio espacial.
La misión Voyager 2 sigue siendo un hito histórico en la exploración de Urano. Lanzada en los años setenta, la nave se aproximó al planeta el 24 de enero de 1986 sin lograr identificar la presencia de este pequeño satélite.

Ahora, casi cuatro décadas más tarde, el James Webb Space Telescope permitió localizar un cuerpo que había permanecido invisible a la tecnología existente durante décadas, debido tanto a su baja luminosidad como a su reducido tamaño.
La NASA subrayó que la designación oficial para la nueva luna dependerá de la IAU, única autorizada para asignar nombres a cuerpos astronómicos. El descubrimiento refuerza el potencial del Webb para profundizar el estudio de planetas exteriores del sistema solar. “La sensibilidad infrarroja y la gran resolución de la NIRCam hacen posible identificar elementos que antes resultaban inalcanzables para la astronomía”, recalcó El Moutamid.
Con este descubrimiento, el sistema de Urano suma 29 lunas confirmadas, la mitad de ellas pequeñas y situadas cerca del planeta. La comunidad científica considera el hallazgo un indicio de la complejidad que caracteriza la dinámica gravitaroria y la composición de los entornos planetarios más distantes del sistema solar.