
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) anunció este jueves que volverá a examinar la seguridad del aditivo alimentario azodicarbonamida (ADA), un compuesto químico aprobado para su uso en productos de panificación en Estados Unidos, pero prohibido en Europa. La decisión llega tras años de críticas de organizaciones defensoras del consumidor y nuevas observaciones por parte de autoridades internacionales de salud.
Conocido popularmente como “yoga mat” o “químico de tapete de yoga” por su uso también en la fabricación de plásticos y cauchos, la ADA ha sido utilizada durante décadas para blanquear harina y mejorar la textura de las masas en la industria panadera. No obstante, su descomposición durante el horneado puede producir semicarbazida, un compuesto que ha sido vinculado a efectos cancerígenos en estudios con animales.
En Europa, su uso como aditivo alimentario es ilegal. Las autoridades del continente lo vetaron ante la posibilidad de que se convierta en un precursor de sustancias potencialmente carcinógenas. El debate ha cobrado fuerza en foros internacionales, lo que llevó a un comité convocado por las Naciones Unidas a retirar en años recientes una guía de 1965 que permitía su utilización, al considerar que no existe suficiente evidencia para respaldar su inocuidad.
La FDA incluirá al ADA en una nueva lista de ingredientes cuya seguridad será reevaluada. Entre los otros compuestos mencionados se encuentran el BHA (hidroxianisol butilado) y el BHT (hidroxitolueno butilado), ambos conservantes presentes en algunos alimentos procesados y que, pese a estar autorizados en ciertos contextos dentro de Europa, han sido objeto de preocupación por su posible relación con procesos cancerígenos.
Esta lista forma parte de una iniciativa más amplia para modernizar el proceso de revisión post-comercialización de aditivos químicos en la cadena alimentaria estadounidense. La estrategia fue presentada por Kyle Diamantas, actual subcomisionado interino del Programa de Alimentos Humanos de la FDA, durante su participación en una sesión de la conferencia Food Safety Summit, celebrada este jueves.
Según Diamantas, la agencia trabaja en un plan que buscará establecer un “esquema de priorización moderno y basado en evidencia científica” para evaluar la seguridad de productos químicos ya presentes en los alimentos. El borrador de esta propuesta será publicado para comentarios del público antes de fin de mes.

Aunque la FDA ha sostenido previamente que los niveles de exposición al ADA a través del consumo de pan y otros productos alimenticios son muy bajos y no representarían un riesgo para la salud pública, el organismo reconoce que algunos estudios encontraron que su subproducto, la semicarbazida, provocó tumores en ratones expuestos a dosis considerablemente más altas que las detectadas en la dieta humana promedio.
En declaraciones citadas por CBS News, la FDA explicó que estas observaciones fueron consideradas durante evaluaciones previas, pero que el nuevo enfoque responde a los cambios en la percepción del riesgo químico, así como a la presión acumulada por parte de expertos internacionales, organizaciones civiles y consumidores.
Las agencias de seguridad alimentaria europeas y el comité de la ONU mencionado anteriormente se manifestaron en contra del uso del ADA, principalmente por la falta de datos concluyentes que respalden su seguridad cuando es sometido a las condiciones típicas del horneado industrial. El retiro de su aprobación como aditivo en el viejo continente refleja un enfoque más preventivo ante la exposición a posibles carcinógenos.
La revisión de aditivos como el ADA ocurre en el contexto de un proceso más amplio iniciado por la administración de Joe Biden, que propuso en 2024 la elaboración de un esquema formal para analizar la seguridad de químicos presentes en la cadena alimentaria estadounidense, incluso después de haber sido aprobados.
Durante el anuncio, Diamantas recordó que la iniciativa ha generado un intenso interés público: más de 70.000 comentarios fueron enviados a la FDA cuando la agencia abrió la consulta sobre su marco de revisión post-mercado. “Como muchos de ustedes saben, hubo reuniones el año pasado, y finalmente recibimos más de 70.000 comentarios sobre nuestro marco de revisión”, afirmó el funcionario.
El boletín informativo especializado The Food Fix había anticipado que la propuesta de actualización sería divulgada en las semanas siguientes. Ahora, con la confirmación oficial y la inclusión de compuestos como el ADA en su lista prioritaria, la FDA da un paso hacia la reformulación de sus criterios de seguridad alimentaria con una perspectiva de mayor control.

Desde hace años, grupos de defensa del consumidor han cuestionado la presencia de azodicarbonamida en los alimentos de consumo masivo, particularmente en panes industriales vendidos por cadenas de comida rápida o supermercados. Su indignación creció al conocerse que la misma sustancia era utilizada para fabricar productos no comestibles, como tapetes de yoga o suelas de zapatos.
El apodo de “químico de tapete de yoga” sirvió como catalizador simbólico en campañas que buscaban visibilizar la permisividad regulatoria estadounidense en comparación con Europa. Aunque la FDA se mantuvo firme en su evaluación anterior, ahora reconoce la necesidad de aplicar criterios más actualizados y alineados con estándares internacionales.
Este cambio, aunque aún en fase preliminar, podría reconfigurar la lista de ingredientes autorizados en alimentos procesados en Estados Unidos, y marcar un giro hacia políticas más estrictas sobre sustancias que llevan décadas en circulación sin revisiones sistemáticas.