
La escasez de minerales raros ha obligado a Ford a cerrar temporalmente algunas de sus fábricas en Estados Unidos, reveló el director ejecutivo de la compañía, Jim Farley, durante una entrevista con Bloomberg TV. El directivo calificó la situación como una lucha “día a día”, en un momento en que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China afectan directamente a la industria automotriz.
Los minerales raros, un grupo de 17 elementos metálicos críticos para la fabricación de automóviles, son indispensables para el funcionamiento de componentes como los limpiaparabrisas, cinturones de seguridad y altavoces.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos cerca del 90% del suministro estadounidense de estos materiales proviene de China, principal productor mundial.
En abril, el gobierno chino anunció un endurecimiento de sus políticas de exportación de minerales raros, exigiendo a las empresas extranjeras tramitar licencias especiales ante el Ministerio de Comercio (MOFCOM). La medida fue interpretada como una respuesta dentro de la actual guerra comercial con Washington.

“Estamos operando prácticamente de la mano a la boca”, dijo Farley, quien confirmó que Ford se ha visto obligada a interrumpir la producción en determinadas plantas por falta de acceso a estos insumos. Aunque no se detallaron las ubicaciones o duración de los cierres, la situación pone de relieve la vulnerabilidad de la cadena de suministro del sector.
El 11 de junio, tras dos días de conversaciones en Londres, delegaciones de Estados Unidos y China alcanzaron un acuerdo que contempla la reanudación de las exportaciones regulares de minerales raros hacia territorio estadounidense. Sin embargo, el proceso aún está lejos de ser fluido.
Sherry House, directora financiera de Ford, explicó que los nuevos controles de exportación imponen una “capa adicional de trámites administrativos” que vuelve incierta la cadena de suministro. “A veces se aprueban rápido, otras veces no. En la mayoría de los casos el proceso avanza, pero puede tardar más de lo necesario”, dijo en una reciente conferencia.

Farley aseguró que Ford ha presentado varias solicitudes al MOFCOM y que estas están siendo aprobadas una por una, lo que genera demoras impredecibles. Aun así, se mostró optimista tras el anuncio del nuevo acuerdo comercial y expresó su esperanza de que los flujos de suministro se estabilicen pronto.
Desde el inicio de la guerra comercial, la industria automotriz estadounidense ha advertido sobre los riesgos de depender casi exclusivamente de un solo proveedor para materiales críticos.
En particular, los aranceles del 125% impuestos por China como represalia han creado una presión significativa para marcas como Ford, que tienen una capacidad de producción doméstica limitada y dependen de importaciones para satisfacer su demanda.
Farley ya había anticipado este escenario en febrero, al advertir que los aranceles globales del 10% podrían “abrir un agujero en la industria automotriz”. En su intervención con Bloomberg TV, recordó que Ford exporta una parte significativa de sus vehículos fuera de Estados Unidos y que ya ha alcanzado su límite de expansión interna.

“Estamos educando a la administración estadounidense y a los líderes chinos sobre lo importantes que son estos empleos en el medio oeste, los cuales dependen directamente del suministro de minerales raros“, añadió Farley.
Además de la crisis con los minerales, Ford enfrenta otros problemas. La compañía tuvo que retirar más de un millón de vehículos por fallas de seguridad recientemente, y uno de sus concesionarios más importantes fue cerrado para dar paso a una cadena de talleres de reparación automotriz.
Expertos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) afirman que las restricciones de exportación subrayan la importancia estratégica de los minerales raros en la economía de Estados Unidos y el control que ejerce Beijing sobre las cadenas de suministro globales.
“La centralidad de estas restricciones en el acuerdo comercial muestra cuán crítica es esta materia prima para el funcionamiento de sectores clave de la economía estadounidense”, señalaron en un informe reciente citado por CBS News.