LA PAZ - Las tensiones políticas resurgen en Bolivia ante las amenazas de bloqueos y movilizaciones promovidas por sectores leales al oficialista Evo Morales, quienes buscan forzar su participación en las presidenciales de agosto, desafiando abiertamente el orden constitucional.
Desde la organización Evo Pueblo, su vicepresidenta Elizabeth Paco advirtió que no aceptarán la inhabilitación del exmandatario. “Seguiremos en las calles, aunque nos repriman, no nos rendiremos”, aseguró. Por su parte, Vicente Choque, dirigente campesino, alentó a los evistas a mantener la presión hasta lograr la dimisión del presidente Luis Arce.
Las manifestaciones se producen pese al fallo del Tribunal Constitucional que, en cumplimiento de la Constitución impulsada por el propio Morales, le impide buscar un nuevo mandato. El presidente Arce denunció que Morales intenta ejecutar un “golpe de Estado” al desconocer esta resolución judicial.
El viceministro del Interior, Jhonny Aguilera, llamó a la reflexión a quienes “sitiaron la plaza Abaroa” y pretendieron tomar la plaza Murillo, advirtiendo que los bloqueos solo generan pérdidas económicas y afectan a la población.
Crisis política
La crisis interna del MAS ha derivado en una fragmentación visible entre arcistas y evistas. Pese a haber agotado todas las vías legales, Morales insiste en su regreso al poder. Recientemente, su intento de inscribir la candidatura a través del partido Pan-Bol fue rechazado por el Tribunal Supremo Electoral por no cumplir con los requisitos mínimos.
A esto se suma el fallo que establece que Evo Pueblo “no existe jurídicamente”, y la inhabilitación previa del Frente para la Victoria (FPV), que perdió su personería tras no alcanzar el umbral legal en 2020.
FUENTE: Con información e Europa Press