El video del operativo que dejó al líder de la barra de Independiente sin poder cruzar a Paraguay: los detalles de la inquietante interna

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El líder Juan Ignacio LenczickiEl líder Juan Ignacio Lenczicki junto a otros once integrantes de la barra de Independiente no pudieron cruzar la frontera hacia Paraguay por poseer derecho de admisión

La caravana había partido ayer a las seis de la tarde rumbo a Paraguay. En cuatro micros de la firma Central Victoria, Los Dueños de Avellaneda, la barra brava oficial de Independiente, puso proa. El camino marcaba la ruta 12 hasta Formosa para empalmar ahí con la 11 directamente hasta Clorinda. La barra iba tranquila: sabía que había un viaje de no menos de 16 horas y la idea era pasar la aduana al mediodía. Pero a las 14 horas, cuando llegaron hasta la frontera, se dieron cuenta de que no todo iba a ser tan fácil como pensaban: la subsecretaría de Seguridad Deportiva de la Nación a cargo de Franco Berlín había mandado la lista del derecho de admisión y por eso se estaba llevando un operativo conjunto entre Gendarmería Nacional, Policía del Paraguay y la Dirección General de Migraciones del vecino país.

Juan Ignacio Lenczicki, líder de la barra que venía en el primer micro, tragó saliva. Y pensó que con una estrategia diferente podía zafar. Mandó a presentarse primero a todo el grupo de Barracas, después a la gente de Corina y Wilde y al final a los de la zona Oeste y como vio que la mayoría de los 200 hombres del tablón iban pasando sin problemas, optó por el perfil bajo para mezclarse entre el último grupo, suponiendo que los controles estarían más relajados. Error. En cuestión de minutos funcionarios de las tres fuerzas lo pararon, cotejaron su documento y su foto y le avisaron que no podía ingresar al vecino país ya que contaba con derecho de admisión impuesto por la Argentina para cualquier competencia nacional y que por vía de acuerdos entre países, se había extendido la prohibición a todos los territorios vecinos. Junto a él cayeron otros 11 secuaces que también estaban en la lista negra y aunque protestaron, después de una discusión de diez minutos y tal como se ve en el video que publica Infobae, tuvieron que pegar la vuelta. Los 12 decidieron quedarse a ver el partido con la peña de Independiente de la zona y esperar hasta esta madrugada cuando vuelvan los micros para subirse y regresar a Avellaneda. La jugada les había salido mal.

Detención barras de Independiente en Paraguay

El control conjunto se extremó por varias razones. Una, fundamental, es que las dos últimas veces que el Rojo salió del país exportó sus internas barras a los países vecinos con serios incidentes. El primero en Uruguay, en el torneo de verano, donde el enfrentamiento entre Los Dueños de Avellaneda y La Gloriosa Barra de Independiente, que está al mando de los hermanos Escubilla provocó que el partido contra Defensor Sporting se retrasara 45 minutos y dejara dos heridos con cortes importantes. El segundo fue 20 días atrás en Bolivia, en el inicio del camino de la Copa Sudamericana del Rojo en Potosí frente al Real de dicha ciudad que provocó corridas en las calles y cuatro detenciones. Ese día, sabiendo que podían llegar a enfrentarse, hasta llevaron armas de fuego que afortunadamente cuando se produjo el choque por la rápida acción policial no llegaron a usarse. En ese momento hubo cuatro detenidos que salieron recién en libertad a las 48 horas.

El otro motivo del operativo grande tenía que ver con la información de que Juani, como se apoda el líder de la barra, iba a tratar de estar en el centro del paravalancha como desafío a la orden de no admisión que había emanado de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte de la Provincia de Buenos Aires que el mes pasado le aplicó la sanción después de que se observara por el circuito cerrado de audio y video del club como agredía a una hincha y su pareja en el bajo tribuna en la previa del partido contra Instituto que se jugó en el Libertadores de América el 22 de febrero. La medida es por cinco meses con lo cual corre para todo lo que queda de la Copa de la Liga local y también para la primera fase completa de la Copa Sudamericana. Si aparecía saltando en la tribuna, ordenando a su gente, se iba a leer como un retroceso importante en la lucha contra la violencia en el fútbol.

Detención barras de Independiente en Paraguay

De esta manera, Lenczicki quedó fuera de juego para el partido de esta tarde a las 19 frente a Guaraní, pero quedó en claro que sigue manejando la barra ya que encabezaba junto a su socio, Mario Nadalich, el grupo grande que viajó a Paraguay. Lo que también quedó de manifiesto es que aquel incidente de febrero en el estadio como los que se produjeron de visitante no provocaron ninguna fisura en el apoyo monolítico que la dirigencia del club le da a la barra oficial. La disidente está que trina porque sabe que, de local, entre la banca del club y los acuerdos con la Policía, no tiene manera de presentar batalla y porque de visitante, a diferencia de Los Dueños de Avellaneda que consiguen apoyo para llevar más de 200 hombres a la cancha, ellos apenas pueden financiar entre 30 y 40 viajes, lo que no les permite presentar batalla a cielo abierto.

La situación se agrava además con el paso del tiempo y el buen andar del Rojo que hace subir todos los negocios por el ascensor: la reventa de entradas, el alquiler de carnets, los trapitos, el merchandising ilegal y los peajes a los puestos de comida y bebida suben de tarifa a medida que el equipo que dirige Vaccari se acerca a sus objetivos: segundo en su zona de la Copa de la Liga y con chances intactas de acceder a la segunda fase de la Copa Sudamericana. Y, como si fuera poco, los 15 miembros más conspicuos de la disidente tienen derecho de admisión también desde febrero de este año, por lo que no se pueden acercar al estadio y tratar de copar la tribuna Sur, como ocurría hasta el año pasado.

Los barras decidieron quedarse aLos barras decidieron quedarse a ver el partido con la peña de Independiente de la zona y esperar hasta esta madrugada cuando vuelvan los micros para subirse y regresar a Avellaneda

Así, el Rojo es una olla a presión que mientras festeja los resultados deportivos, mira de reojo lo que pasa en la tribuna. En un rato habrá partido en Paraguay. Y una vez más los dos encuentros se estarán jugando al mismo tiempo, en la cancha con resultado incierto y en la tribuna donde por ahora, hay un claro ganador aunque el hincha de verdad sea, siempre, el que pierde en serio.

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