
El programa de visas H-1B, administrado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), mantiene cada año una presencia decisiva en el mercado laboral estadounidense. California concentró 61.814 aprobaciones de visas H-1B, mientras que Texas, Nueva York, Virginia y Nueva Jersey completan el grupo de los estados con mayor número de beneficiarios, según reportó Newsweek con base a la información oficial más reciente.
Estos permisos representan la vía de ingreso principal para profesionales extranjeros interesados en ocupar puestos especializados en sectores como la tecnología, la ingeniería y los servicios empresariales. El informe de Newsweek indica que los grandes polos tecnológicos y financieros, ubicados mayoritariamente en las zonas metropolitanas de estos estados, incrementan la demanda de trabajadores calificados procedentes del extranjero.
El programa, regulado federalmente, fija un tope anual de 85.000 nuevas autorizaciones de empleo, distinguiendo entre una cuota general y una adicional para titulados de posgrado en instituciones del país. Empresas tecnológicas multinacionales como Amazon, Microsoft y Google figuran entre los mayores empleadores del país que utilizan la modalidad H-1B para sostener su capital humano especializado.

La participación de las regiones estadounidenses en el programa de visas H-1B resulta dispar. Según cifras recopiladas por Newsweek, algunas jurisdicciones —incluyendo Montana (100), Wyoming (83), Alaska (176) y Vermont (179)— mostraron cantidades limitadas de aprobaciones en comparación con los principales núcleos económicos. El análisis publicado por Newsweek sugiere que estas diferencias se vinculan con mercados laborales menos densos, menor presencia de industrias especializadas y baja cantidad de empleadores que patrocinan este tipo de visas.
La brecha entre los grandes centros urbanos y las zonas rurales refleja una clara concentración de talento internacional en ciudades que funcionan como nodo de innovación y tecnología. En estas áreas, la demanda por habilidades técnicas y de gestión específicas supera la oferta local, de acuerdo con la evaluación de expertos citados por el medio.
Especialistas consultados por Newsweek advierten que los totales publicados acerca de las visas H-1B pueden inducir a confusión. Los datos, revelan, incluyen tanto nuevos permisos como renovaciones y extensiones aprobadas en un mismo año. Esta característica distorsiona la percepción sobre la magnitud real de incorporación de nuevos trabajadores internacionales en el mercado estadounidense, ya que un profesional puede figurar en los registros más de una vez por distintas renovaciones.
Para 2024, el número de aprobaciones superó las 400.000, aunque la mayoría correspondió a renovaciones, según el análisis. Desde el año 2000, la cantidad de aprobaciones por este sistema se duplicó; este crecimiento revela el peso de la fuerza laboral extranjera especializada en el desarrollo económico de sectores clave del país.
En paralelo, el proceso administrativo presenta complejidades adicionales: las peticiones pueden presentarse en años distintos de aquel en el que se resuelve el expediente y el sistema de registro varía entre año fiscal y año calendario, según explicó el presidente del Lande Group, Jeff Lande, en declaraciones recogidas por Newsweek.

Existen sectores con un tratamiento diferencial dentro del marco normativo de las visas H-1B. Universidades, sus organizaciones no lucrativas afiliadas, institutos de investigación sin fines de lucro y algunos organismos gubernamentales de investigación no se encuentran sujetos al límite general de 85.000 permisos anuales.
A pesar del carácter legislativo que rige la cuota global, el Departamento de Seguridad Nacional impulsa cambios en el mecanismo de asignación. Según informó Newsweek, la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios de la Casa Blanca completó una revisión sobre una propuesta para ajustar el criterio con el que se reparten los permisos H-1B, abriendo el terreno a posibles modificaciones.
De acuerdo al testimonio del presidente del Lande Group, recogido por Newsweek, “el límite máximo de nuevas visas que se pueden emitir anualmente está fijado por ley. Solo el Congreso puede alterar esa cifra a través de legislación específica”. Este marco constitucional limita la capacidad de la administración federal para modificar el sistema mediante actos ejecutivos.
Las disposiciones legales también establecen que cualquier cambio de fondo al programa, ya sea para introducir restricciones o ampliar su alcance, requiere intervención legislativa. En este sentido, Newsweek consignó que un eventual endurecimiento normativo en el futuro enfrentaría desafíos judiciales y la atención permanente de los sectores productivos interesados.