La preocupación por el acceso a la vivienda y su repercusión directa en la economía de la eurozona se ha hecho patente en las recientes declaraciones del vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, quien resaltó el papel de la regulación del alquiler como un factor clave para aliviar la actual crisis inmobiliaria. Durante un foro organizado por Natixis CIB, De Guindos argumentó que el aumento sostenido de los precios residenciales, sin un repunte paralelo en la construcción, está generando crecientes tensiones sociales, en especial para los sectores más jóvenes de la población que dependen mayoritariamente del mercado del arrendamiento.
La atención del economista y político español se ha dirigido de forma decidida hacia el mercado del alquiler como el punto estratégico para encarar la crisis inmobiliaria. De Guindos subrayó que el acceso a la vivienda de alquiler representa el principal desafío actual y defendió la necesidad de revisar la regulación vigente, que podría estar limitando la oferta y agravando la situación.
De Guindos explicó que, si bien los precios de la vivienda han subido considerablemente, la construcción sigue estancada y “tardará en arrancar”. En su opinión, el problema principal no se concentra tanto en la compraventa de inmuebles como en el encarecimiento de los alquileres. Según sus palabras: “Es muy importante analizar la regulación vigente, porque quizás estamos perjudicando la oferta de viviendas en el mercado de alquiler, que debería ser el primer amortiguador para intentar absorber y reducir la situación del mercado inmobiliario”, advirtiendo especialmente sobre las consecuencias sociales para los jóvenes.
Además, De Guindos identificó la ralentización en la mejora de la confianza de los ciudadanos y su correlato en el consumo privado como una posible consecuencia de la situación inmobiliaria actual, circunstancia que erosiona el impulso esperado para el crecimiento económico en la zona euro.
Dos personas observan los anuncios de viviendas en venta en una inmobiliaria.
(Tomàs Moyà / Europa Press)En cuanto al entorno macroeconómico y la política monetaria, el vicepresidente del BCE manifestó que el actual tipo de interés del 2% es el adecuado para el contexto actual: “Es imposible estar siempre al 2%, pero aunque las circunstancias puedan llevar a niveles un poco por encima o por debajo de esa cifra, ese es el escenario base”. De Guindos expresó sentirse “cómodo” con los tipos actuales y subrayó que eventuales cambios dependerán exclusivamente de la evolución de los datos económicos.
De Guindos se mostró ligeramente optimista sobre las perspectivas de crecimiento en la economía europea, aunque advirtió sobre las diferencias existentes entre los países del bloque. Al mismo tiempo, apuntó que persiste “gran incertidumbre” y calificó la política fiscal como un “riesgo importante”, dado el desafío de equilibrar el cumplimiento de las reglas fiscales con el incremento del gasto en defensa, para lo cual la “estabilidad política es clave”.
La intervención incluyó reflexiones sobre la necesidad de fortalecer la autonomía europea en campos como sistemas de pago, servicios en la nube e inteligencia artificial. De Guindos también destacó el reto demográfico del envejecimiento de la población, sugiriendo que podría mitigarse mediante una inmigración “ordenada”, aunque advirtió que esta tendencia incrementa la presión sobre el mercado de alquiler. Sobre la política de liquidez, De Guindos descartó modificaciones a corto plazo al no identificar tensiones relevantes, aunque adelantó que el BCE tendrá que abordar en el futuro la cuestión del balance estructural de la institución.
hace 13 horas
3








English (US) ·
Spanish (ES) ·