
Jonas Brothers, uno de los grupos pop más influyentes de los últimos años, revive su historia personal, supera obstáculos y regresa al escenario con un disco que celebra la familia y la autenticidad. “Todo lo que vivimos de niños, bueno y malo, está en este disco”, afirmó Nick Jonas en una entrevista para el pódcast Podcrushed.
Allí, los tres hermanos hablaron sobre su infancia, el apoyo familiar y el sentido de su nuevo álbum, “Greetings from Your Hometown”, que se lanzará el 8 de agosto. La charla se convirtió en un recorrido por los recuerdos, los desafíos y la evolución de quienes crecieron bajo la mirada pública y hoy celebran una reunión musical y personal.
La historia de la banda arranca en Nueva Jersey, en una familia caracterizada por la música y la fe. El padre, además de pastor, era músico y solía tocar música country en clubes. “Crecimos rodeados de instrumentos y canciones, tanto en casa como en la iglesia”, relató Kevin Jonas durante la entrevista.

A los 12 años, Kevin cambió de escuela y, tras una enfermedad, tomó una guitarra y empezó a aprender de forma autodidacta. Joe, el hermano del medio, prefería la comedia y grabar videos caseros con una cámara VHS, dejando el deporte a sus hermanos. Nick, el menor, ya había iniciado su carrera en Broadway a los ocho años y, a los 12, trabajaba en su primer álbum solista con Columbia Records.
La dinámica entre hermanos se formó entre competencias deportivas, grabaciones y sueños musicales. “Escuchábamos juntos bandas de pop punk y soñábamos con asistir a conciertos en sótanos de clubes”, contó Joe.
El salto profesional nació de una mezcla de talento, apoyo familiar y oportunidades. Después de su paso por Broadway, Nick compuso junto a su padre una canción para un álbum benéfico; un amigo de la familia hizo llegar la grabación a un ejecutivo de Sony Music, abriendo la puerta a su primer contrato discográfico a los once años. “Mi padre insistió en que participara en la composición, y así aprendí el oficio trabajando con autores en Nueva York”, explicó Nick.

Mientras tanto, Kevin y Joe también exploraron la actuación y la música. La primera canción que compusieron juntos, inspirada en Switchfoot, marcó el nacimiento de la banda. “Esa canción nos consiguió el primer contrato como grupo”, recordó Nick.
El camino incluyó momentos difíciles. Cuando el padre dejó su labor pastoral, la familia perdió la casa de la iglesia y se trasladó a una vivienda prestada, con un alquiler simbólico. “Éramos músicos itinerantes en un apartamento pequeño, con cuatro hermanos compartiendo habitación”, relató Joe. La madre estaba embarazada de Frankie, el menor, y el padre trabajaba en varios empleos para sostener a la familia y financiar la carrera musical.
La economía era precaria. “Nuestro padre se endeudó con tarjetas de crédito para comprar el equipo necesario y poder presentarnos en escuelas y centros comerciales”, explicó Nick. Así, las giras familiares por auditorios escolares se volvieron rutina, junto a la vida modesta en Nueva Jersey.

La formación definitiva de Jonas Brothers llegó durante meses de incertidumbre y sacrificios. Luego de perder su primer contrato discográfico y tras la salida del padre de la iglesia, la familia tuvo que adaptarse a cambios constantes. “Sentíamos que cualquier cosa podía desaparecer en cualquier momento”, reveló Kevin.
En ese período, Nick fue diagnosticado con diabetes tipo 1 a los 13 años. “Empecé a perder peso y me sentía mal, pero no sabíamos la causa. Cuando finalmente me diagnosticaron, mi glucosa estaba por encima de 900”, recordó Nick. Tras algunos días en el hospital, regresó rápidamente a los escenarios.
La perseverancia familiar tuvo recompensa cuando la banda firmó contrato con Hollywood Records, vinculado a Disney, y recibió la oportunidad de protagonizar una serie. La mudanza a Los Ángeles supuso el inicio de una nueva etapa, aunque la incertidumbre persistía.

El éxito trajo tensiones y, finalmente, la separación del grupo. “No teníamos las herramientas para comunicarnos ni el tiempo para entender lo que sentíamos”, reconoció Nick. La presión mediática y la falta de espacio personal llevaron a la disolución; cada hermano tomó su propio rumbo: Kevin se dedicó a la familia y un reality show, Nick inició su carrera solista y Joe formó la banda DNCE.
Durante los años separados, establecieron nuevas reglas de convivencia. “Solo dábamos consejos cuando nos los pedían”, contó Joe. El reencuentro tuvo lugar en Cuba, durante una sesión improvisada. Volvieron a cantar juntos y recuperaron la armonía perdida. “Fue como volver a casa”, resumió Joe.
El nuevo disco de los Jonas Brothers simboliza ese retorno a sus raíces musicales y personales. “Musicalmente, volvimos a las influencias que nos formaron: Bee Gees, Beatles, Carole King, Stevie Wonder“, detalló Nick. El álbum incluye una colaboración con los Bee Gees, gracias al permiso de Barry Gibb para usar “Stayin’ Alive”, y una canción junto a Switchfoot.

El título del álbum refleja la cara contradictoria de la ciudad natal: “Tu ciudad de origen no siempre es un lugar ideal, pero es parte de tu ADN. Es el lugar que te construyó, aunque salir de ahí haya sido difícil”, reflexionó Nick. La familia es central en el disco. “En nuestros conciertos se percibe una conexión generacional: padres que traen a sus hijos, abuelos presentes. Es una familia elegida”, añadió.
Actualmente, los Jonas Brothers comparten la paternidad; los tres tienen hijas y aprendieron a equilibrar la vida personal y profesional. “Ser padres nos exige dejar de lado el rol musical y estar presentes como familia”, explicó Joe. Aunque continúan las giras, aprendieron a respetar los espacios individuales y a disfrutar de actividades fuera del escenario.
La banda iniciará una gira en agosto para acompañar el lanzamiento de “Greetings from Your Hometown”. La expectativa es alta, y el círculo familiar se amplía en cada concierto: “Nuestros padres siguen viniendo a los conciertos, ahora acompañados de nuestras hijas. Es increíble pensar en todo lo que pasamos y en cómo la música sigue uniendo a la familia”, concluyó Nick.