Dormir bien para vivir más: Cardiólogo alerta sobre los riesgos del mal descanso

hace 2 días 2

Dormir no es un lujo, es una necesidad biológica. Así lo afirma el cardiólogo español José Abellán, quien ha lanzado una advertencia clara: el descanso de calidad es esencial para la salud cardiovascular.

Su mensaje cobra especial relevancia hoy, cuando cada vez más personas sufren insomnio, sueño fragmentado o una sensación persistente de no haber descansado lo suficiente, especialmente en grandes ciudades como Nueva York, donde el ritmo acelerado de vida impacta directamente en nuestros hábitos de sueño.

Un reciente informe de la Sociedad Española del Sueño reveló que menos del 50% de la población duerme las horas recomendadas por los expertos. Aunque se trata de un problema muchas veces invisible, sus consecuencias son profundas y, en muchos casos, peligrosas para la salud.

Dormir mal: un riesgo para el corazón

“Dormir bien no es opcional, es parte del tratamiento preventivo para evitar enfermedades cardiovasculares”, sostiene el Dr. Abellán en un artículo divulgativo publicado recientemente. Y aunque se trata de un especialista español, su diagnóstico puede extrapolarse perfectamente a muchas personas que viven en Nueva York, donde la falta de sueño y el estrés crónico se han convertido en condiciones habituales.

Abellán cuenta con una sólida trayectoria académica y médica: es licenciado en Medicina por la Universidad de Murcia, se especializó en Cardiología en el Hospital Universitario Santa Lucía y obtuvo su doctorado con investigaciones centradas en el riesgo cardiovascular. Además, ha cursado varios másteres en cardiología intervencionista, imagen diagnóstica y prevención cardiovascular. Autor de más de 25 artículos científicos, en 2023 publicó el libro “Lo que tu corazón espera de ti”, una guía accesible sobre cómo cuidar el sistema cardiovascular desde lo cotidiano.

En su artículo, Abellán denuncia que en nuestra sociedad actual se ha normalizado la idea de que dormir es perder el tiempo. “Vivimos bombardeados por estímulos constantes: notificaciones, redes sociales, jornadas largas, estrés laboral… Todo eso nos aleja de una necesidad básica que es el descanso”, explica.

Lo preocupante es que dormir mal no solo genera cansancio al día siguiente, sino que a largo plazo eleva el riesgo de hipertensión, enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 e incluso, deterioro cognitivo. Para el cardiólogo, esto convierte al descanso en una verdadera cuestión de salud pública.

Dormir bien se notará en tu estado físico y mental. (Foto: Shutterstock)

Consejos para dormir mejor… desde que te despiertas

Abellán propone un enfoque integral para mejorar la calidad del sueño, basado en su experiencia clínica con pacientes que sufrían insomnio o fatiga crónica. Uno de los consejos más sorprendentes que ofrece es evitar tumbarse durante el día si no se va a dormir. Según explica, este hábito puede parecer inofensivo, pero confunde al cerebro y altera el ciclo circadiano natural.

Otros consejos que el Dr. Abellán recomienda para mejorar el descanso nocturno incluyen:

* Exponerse a la luz natural por la mañana, especialmente durante los primeros 30 minutos tras despertar. Esto ayuda a sincronizar el reloj biológico.

* Mantenerse activo físicamente durante el día, pero evitar el ejercicio intenso en las horas previas a dormir.

* Evitar cenas copiosas o demasiado tardías, ya que la digestión ralentiza durante la noche y puede interferir con el sueño.

* Dormir en una habitación fresca, idealmente entre 20 y 21 grados Celsius (68 a 70 grados Fahrenheit).

* Reducir la exposición a pantallas (móviles, computadoras, televisores) al menos una hora antes de acostarse, debido a la luz azul que altera la producción de melatonina.

* Establecer un ritual nocturno relajante, como tomar una infusión o leer un libro físico.

Vivir bien durante el día para dormir mejor por la noche

Uno de los aspectos más interesantes de su planteamiento es que dormir bien no se trata solo de lo que haces antes de acostarte, sino también de cómo vives durante el día. “El error más común es intentar arreglar el sueño únicamente por la noche”, comenta. En su opinión, todo empieza por la manera en que organizamos nuestras jornadas: si vivimos con ansiedad, sin pausas ni luz natural, difícilmente lograremos un sueño profundo y reparador.

Este enfoque coincide con tendencias recientes en medicina del sueño que promueven una higiene del sueño holística, donde factores como la alimentación, la exposición solar, el movimiento físico y la gestión emocional son piezas clave del descanso.

En una ciudad como Nueva York, donde la jornada laboral suele extenderse más allá de las 8 horas, el transporte público implica largas caminatas o traslados estresantes y el ruido ambiental es constante, aplicar estas estrategias puede parecer un desafío. Sin embargo, también es donde más beneficios se pueden obtener.

Por ejemplo, salir a caminar por la mañana antes de ir al trabajo, cenar más temprano o dejar el celular fuera del dormitorio son cambios simples, pero poderosos. Además, en Nueva York existen recursos para el manejo del estrés, desde clases de yoga gratuitas en parques hasta terapias de sueño cognitivo-conductuales accesibles a través de plataformas online.

Dormir no es rendirse. Es prepararse para vivir con más energía, claridad mental y resiliencia emocional. Tal como recuerda el cardiólogo español: “Dormir bien no es un lujo, es lo que tu corazón espera de ti”.

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