Texas, Oklahoma, Arkansas y Missouri registran un cambio climático extremo con récords de frío y calor en menos de una semana. (AP Foto/Eric Gay, Archivo)Las regiones de Texas, Oklahoma, Arkansas y Missouri atraviesan esta semana un abrupto giro climático, transitando de heladas históricas a temperaturas máximas inéditas para noviembre. El fenómeno, que tiene lugar alrededor del 13 de noviembre, pone en alerta a servicios meteorológicos e instituciones de protección civil debido al potencial impacto sobre la salud pública, cultivos y el creciente riesgo de incendios forestales tras la rápida desecación del suelo y la vegetación.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) de Estados Unidos, la región experimenta una de las variaciones térmicas más marcadas de las últimas décadas. El lunes y martes, las temperaturas descendieron varios grados bajo cero, causando heladas en zonas poco habitualmente expuestas a estos niveles de frío en otoño. Para la segunda mitad de la semana, los modelos del Centro de Predicción Climática (CPC) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) proyectan máximas diurnas superiores a los 27 °C (80 °F), revirtiendo en poco más de 72 horas los registros de principios de semana.
Este patrón inusual responde a la interacción entre masas de aire polar y un sistema de alta presión que canaliza aire cálido desde el sur del continente. El contexto previo, con lluvias escasas y vegetación reseca, eleva la preocupación en torno al riesgo de incendios, un factor que ya motivó advertencias oficiales. La amplitud térmica y las anomalías en los valores medios de temperatura sorprenden por su magnitud y velocidad de desarrollo, de acuerdo con la síntesis meteorológica difundida por The Weather Channel.
La combinación de un frente ártico y un sistema atmosférico de alta presión detrás de la corriente en chorro explica la brusca transición térmica. Según la NOAA, el episodio se originó tras el avance de una masa de aire frío proveniente de Canadá entre el 10 y el 12 de noviembre. Los valores mínimos registrados bajaron hasta -2 °C (28 °F) en ciudades del centro-sur. Apenas dos días después, un giro en la corriente en chorro permitió la entrada de aire templado desde el Golfo de México, elevando las temperaturas máximas hasta 20 °C por encima del promedio habitual para estas fechas.
“La región pasa de heladas poco frecuentes a máximas de verano en menos de una semana”, subrayó el NWS en su última actualización. El fenómeno resulta especialmente llamativo para la comunidad científica, que lo asocia a patrones de variabilidad atmosférica cada vez más pronunciados en las últimas temporadas.
Más de 70 ciudades del sur y centro de Estados Unidos establecen nuevos mínimos históricos de temperatura en noviembre. (EFE/ Angel Colmenares)Los registros oficiales revelan que más de 70 ciudades del sur y centro de Estados Unidos establecieron nuevos mínimos históricos entre el 9 y el 12 de noviembre, según los partes del NWS. Destacan:
- Abilene, Texas: mínima de -1 °C (30 °F), máxima prevista de 29 °C (84 °F), igualdad o superación del récord diario fijado en 1989.
- Borger, Texas: mínima de 0 °C (32 °F), posibilidad de romper récord de 27 °C (81 °F).
- Oklahoma City, Oklahoma: mínimas cercanas a 0 °C (32 °F), máxima histórica probable de 27 °C (80 °F).
- Tulsa, Oklahoma y Stillwater, Oklahoma: mínimas bajo los promedios de noviembre, máximas en torno a 27 °C (81 °F), con potencial rompimiento de marcas diarias según la base de datos de la NOAA.
- Russellville, Arkansas: ascenso hasta igualar o superar récord de 27 °C (81 °F) de 1958.
- Springfield, Missouri: recuperación de temperatura con máxima prevista de 26 °C (78 °F), cerca del máximo alcanzado en 1964.
El tránsito brusco de temperaturas tiene repercusiones económicas y sociales. Según la NOAA, los cultivos experimentan estrés térmico, un riesgo que puede detener el crecimiento, afectar la maduración de frutos y reducir la productividad. Para los productores de granos y forraje de Texas y Oklahoma, el cambio térmico obliga a adaptar cronogramas y planes de riego.
A nivel salud, el NWS enfatiza la importancia de protegerse ante las oscilaciones súbitas, ya que el cuerpo tarda en aclimatarse y puede aumentar la incidencia de molestias respiratorias o cardiovasculares, especialmente en adultos mayores y niños. The Weather Channel añade que el consumo energético se ve forzado por la necesidad de calefacción y, casi de inmediato, por la demanda de aire acondicionado, alterando los patrones de uso en hogares y comercios.
La vida cotidiana también se modifica: escuelas revisan sus protocolos de recreo y eventos deportivos, los sistemas de emergencia monitorean la integridad de personas vulnerables y las obras públicas deben tomar precauciones para evitar daños en infraestructuras sensibles a cambios térmicos extremos.
Las autoridades recomiendan consultar boletines oficiales y extremar precauciones ante la persistencia de calor y sequía. (AP Foto/Mark Schiefelbein)El descenso de humedad relativo y el secado acelerado de la vegetación generan condiciones que la NOAA describe como riesgosas para la ignición y rápida propagación de incendios. El 13 de noviembre, el NWS activó un aviso de “Red Flag Warning” en partes de Texas y Oklahoma, lo que supone una alerta máxima por simultáneas altas temperaturas, baja humedad y vientos sostenidos.
“El potencial de incendios en las planicies centrales se mantiene en niveles elevados hasta que un próximo sistema frontal altere el patrón vigente”, advierte la alerta oficial. Los datos recopilados por Reuters y The Weather Channel muestran que estas situaciones requieren la colaboración interinstitucional para vigilancia comunitaria y respuesta temprana.
El pronóstico del Centro de Predicción Climática de la NOAA señala que la anomalía positiva puede persistir una semana más, con temperaturas elevadas hasta la tercera semana de noviembre en la mayor parte del centro y este del país. Las actualizaciones diarias del NWS confirman que los cambios en la corriente en chorro continuarán determinando la alternancia entre masas de aire cálido y frío, aunque no se prevén descensos tan abruptos como los de días previos en lo inmediato.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) descarta la existencia de amenazas ciclónicas en la zona, enfocando la atención institucional en la gestión de los riesgos asociados al calor y los incendios. El monitoreo permanente de las agencias federales y estatales busca anticipar un posible retorno a condiciones más frescas hacia finales de mes.
El rápido ascenso de temperaturas tras heladas históricas eleva el riesgo de incendios forestales en las planicies centrales. (Foto AP/Matt Slocum)El NWS y la NOAA insisten en la consulta diaria de boletines oficiales y aconsejan la adopción de medidas para minimizar riesgos personales y materiales:
- Adecuar la rutina con base en los cambios de temperatura anunciados.
- Evitar la exposición prolongada a elementos sin protección durante picos de calor.
- Incrementar la vigilancia sobre personas con salud delicada y habitantes rurales.
- Gestionar adecuadamente el uso del fuego y reportar cualquier indicio de incendio, con canales habilitados para respuesta inmediata.
Las autoridades agrícolas han difundido recomendaciones específicas para ajustar siembras y cosechas, considerando la posibilidad de nuevas irrupciones árticas hacia el final del mes.
Según datos de la NOAA y el NWS, la tendencia cálida tendería a mantenerse, aunque los expertos no descartan episodios de frío breve si la corriente en chorro se desplaza nuevamente. El monitoreo diario es clave para anticipar impactos sobre la salud, la seguridad y el abastecimiento agrícola.
El área más expuesta corresponde especialmente a las planicies del sur, donde el equilibrio entre altas temperaturas, sequía y viento seguirá siendo determinante para los niveles de alerta. La ciudadanía mantiene la expectativa ante la posibilidad de nuevos récords y cambios abruptos, siguiendo la evolución de los partes oficiales.
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