En una conversación íntima recogida por Vanity Fair, Amanda Seyfried y Eddie Redmayne recordaron que filmar Los Miserables fue “terriblemente aterrador”. A más de una década del estreno de la película —que recaudó más de 442 millones de dólares y obtuvo tres premios Óscar—, ambos actores compartieron anécdotas del rodaje y reflexionaron sobre cómo la paternidad transformó sus vidas personales y profesionales.
De acuerdo con Vanity Fair, el rodaje representó una experiencia intensa para Seyfried y Redmayne, quienes interpretaron a Cosette y Marius Pontmercy, respectivamente. Ambos debieron cantar en vivo durante las tomas, repitiendo varias veces las canciones bajo la dirección de Tom Hooper. “Teníamos que cantar esas canciones veinte veces, y a las cinco de la mañana. Así que, para mí, fue un gran reto”, señaló Redmayne.
Pese a la presión, Seyfried destacó el ambiente de compañerismo entre el elenco. “El recuerdo de esa película empezó con la camaradería, la verdadera compañía que tuvimos desde el principio”, afirmó. Incluso Hugh Jackman, protagonista del filme, atravesó dificultades vocales. “Él tampoco se sentía en su mejor momento vocal en esa película”, agregó la actriz.

Entre los momentos memorables, Redmayne evocó una escena filmada en la Catedral de Winchester. “Tú te reías… y llegaste corriendo a las rodillas de Hugh mientras se moría. Entré corriendo, resbalé y me caí… y tú estabas a punto de llorar”, relató.
Seyfried también recordó las sesiones de karaoke con Anne Hathaway y Samantha Barks durante la promoción. “Yo cantaba a Eminem. Pensé: ‘¿Sabes qué? No puedo competir, y no lo voy a hacer’”, dijo, destacando el clima distendido que lograban fuera de escena.
Ambos son padres de dos niños y coincidieron en que la paternidad transformó sus criterios laborales. “El tiempo lejos de los niños tiene que ser específico y valioso”, reflexionó Seyfried.

Redmayne compartió cómo sus hijos perciben ahora su trabajo: “No le dije a mi hija que te hablo ahora, porque es fan. Es una gran fan de Mamma Mia. Así que el hecho de que seas mi amiga… para mí, gané los puntos de padre”.
Seyfried contó que, durante una grabación ambientada en una prisión, explicó a su hija que su personaje era enfermera. Redmayne, con humor, comentó que ahora interpreta a sociópatas, mientras antes sus hijos eran demasiado pequeños para ver sus películas de fantasía.
Actualmente, Seyfried protagoniza Long Bright River, una miniserie criminal producida por Peacock, donde interpreta a una policía que investiga asesinatos vinculados a su pasado familiar. Este proyecto marca su regreso al formato tras su éxito en The Dropout, por el que ganó un Emmy en 2022.

Redmayne encabeza el reparto de El Chacal, un thriller donde da vida a un asesino británico perseguido por inteligencia. “Siempre quise hacer algo de espías… cuando lo conseguí, pensé: ‘¡Esto es divertidísimo!’”, expresó el actor.
Redmayne elogió la capacidad de Seyfried para alternar humor e intensidad emocional. “Definitivamente sentía que aún estaba aprendiendo… siempre te estaré muy agradecido por eso”, afirmó.
Seyfried explicó que su método de trabajo combina preparación rigurosa con momentos de desconexión para sobrellevar la presión. “Nunca puedo estar completamente dentro de él, y creo que eso es supervivencia”, comentó.

También compartieron momentos de autocrítica y humor. Redmayne deseó que las canciones de Los Miserables se hubieran adaptado a su tono vocal, mientras que Seyfried bromeó: “Es una película miserable. Y fue divertidísima. Me divertí muchísimo”.
En el cierre de la charla, Seyfried y Redmayne reflexionaron sobre lo terapéutico que puede ser interpretar personajes emocionalmente intensos o moralmente ambiguos. “Es bastante terapéutico interpretar a estas personas que saben exactamente lo que hacen”, expresó Seyfried. Redmayne coincidió: “Lo encuentro muy satisfactorio”.
Ambos reconocieron que Los Miserables sigue ocupando un lugar especial en su memoria, tanto por los desafíos técnicos como por la autenticidad emocional lograda.