BOGOTÁ- La administración de Gustavo Petro anunció que para 2025 se propone erradicar 30.000 hectáreas de cultivos ilícitos de coca, una cifra que triplica la meta del año anterior. Esta decisión surge en medio de presiones crecientes por parte de Estados Unidos, que evalúa suspender la certificación a Colombia como socio en la lucha antidrogas.
La ministra de Justicia de Colombia, Ángela María Buitrago, indicó que la nueva meta busca preservar la cooperación internacional y evitar que el país pierda millones de dólares en apoyo financiero. La declaración coincidió con la reactivación de las fumigaciones con glifosato, un giro controversial luego de que estas fueran suspendidas en 2015 por sus efectos nocivos sobre la salud y el medioambiente.
"Contradicciones"
El viraje del gobierno pone en evidencia una serie de contradicciones. Durante su campaña, Petro prometió enfocarse en perseguir a los grandes capos del narcotráfico y proteger a los campesinos cultivadores.
Sin embargo, ahora contempla el uso del glifosato desde tierra, bajo acuerdos con las comunidades, una medida que genera escepticismo entre expertos y defensores de derechos humanos.
Aunque Petro ofreció durante su campaña una política antidrogas centrada en justicia social y sustitución voluntaria, la realidad parece empujarlo hacia métodos que él mismo denunció en el pasado. Con más de 250.000 hectáreas de coca registradas el año pasado, Colombia sigue atrapada entre los discursos reformistas y la presión de los hechos.
FUENTE: Con información de AFP