Ciclo de violencia en Colombia se agrava y sin contención gubernamental

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El 26 de agosto, las autoridades confirmaron la captura y el envío a la cárcel de dos presuntos integrantes de las disidencias de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), estructura Jaime Martínez, con actuaciones delictivas en el suroccidente del país.

Los detenidos fueron identificados como Walter Steban Yonda Ipia, alias Sebastián de 23 años, y Carlos Steven Obando Aguirre, alias El Mono. Se les acusó de los delitos de terrorismo, homicidio, fabricación y tráfico de explosivos, porte ilegal de armas y concierto para delinquir.

Según el ministro de Defensa colombiano, General Pedro Sánchez, el ataque fue una “reacción desesperada del cartel de alias Mordisco ante la pérdida de control del narcotráfico en Valle, Cauca y Nariño”.

El presidente Gustavo Petro sostuvo: “Estamos enfrentando una mafia internacional con bandas armadas aquí, no es una confrontación política”.

Por su parte, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, ordenó la militarización de la ciudad. “Es importante que en este momento permanezcamos unidos para enfrentar esta amenaza del narcoterrorismo que vuelve”, señaló.

Juan David Vélez, excongresista del Centro Democrático, señala al DIARIO LAS AMÉRICAS que el país ha pasado por ciclos de violencia permanente. “Lo que Colombia está viviendo actualmente es la repetición de los ciclos de violencia que vivieron la generación de nuestros padres y de nuestros abuelos”, indica.

Añade que, a su generación, la misma de Miguel Uribe Turbay, le mataban a sus padres, abuelos y tíos: “Ahora es a nuestra generación a quien la están matando por pensar diferente, por opinar diferente y eso ha vuelto a repetir un ciclo que, sin duda, genera enormes preocupaciones para el futuro”.

Puntualiza que “las cosas deben llamarse por su nombre” y que la violencia que sufre Colombia tiene un origen.

“No es solo omisión ni solamente permisividad, sino complicidad directa por parte del gobierno de Gustavo Petro, o el régimen de Gustavo Petro, con los grupos delictivos del país”, asegura Juan David Vélez.

Señala que Gustavo Petro se eligió con el pacto de la picota: “Y el pacto de la picota no fue nada más y nada menos que negociar con grupos terroristas, con muchos de sus líderes estaban en la cárcel, para hacerse elegir y para buscar su gran llamada paz total”.

El excongresista asevera que, por el contrario, el mandatario colombiano “ha señalado y estigmatizado a quienes piensan diferente”.

De cara a las elecciones de 2026, Vélez indica que Colombia ha concurrido a comicios con enormes índices de violencia, pero la realidad “es que las instituciones han sido muy sólidas para defender a los ciudadanos a ejercer su libre derecho al voto”.

Actualmente, puntualiza, “existen números supremamente altos de violencia en los municipios del país, pero la institucionalidad, directamente la presidencia de la República, no está haciendo nada para proteger y salvaguardar que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto en su momento, pero ni siquiera el ejercicio público de hacer campaña, como se evidencia con el asesinato de un precandidato presidencial”.

Altos índices de violencia

Fernando Vargas, presidente del Comité Nacional de Víctimas de la Guerrilla, afirma, en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, que los tres años que el presidente Gustavo Petro lleva en el poder y los cuatro años de Iván Duque estuvieron altamente marcados por índices de “una violencia terrible”.

“Desde el gobierno de Juan Manuel Santos, los 8 años que estuvo e hizo la paz traidora con las FARC, se dejó de fumigar cultivos ilícitos de drogas. Se pasó de 60,000 hectáreas que había en el año 2000 a 400,000 que hay hoy. Entonces, eso genera una riqueza ilegal para grupos irregulares, grupos de terroristas que tienen una excelente financiación no solo con la cocaína, sino también con la exploración ilegal, explotación ilegal de yacimientos mineros en Colombia que tampoco se está controlando”, explica.

En ese contexto, Vargas afirma que hay una disparada muy alta de criminalidad, a lo que suma la situación desde hace 25 años que tiene al país sumido en el desarme total de la población civil, con lo cual “quedan inermes frente a los delincuentes”.

Destaca que, desde hace 70 años, la sociedad colombiana ha sido víctima de los grupos subversivos y también víctima de la falta de aplicación de justicia por parte del Estado.

El abogado indica que, en varias oportunidades, se ha dado el perdón de los crímenes con el M-19 en 1990, con el ELN en el 91, con una sección del ELN en el 96, con las FARC en el 2016.

Añade que esa situación, ha generado “un genocidio campesino en Colombia”. Dice que los indultos también dan pie a que los grupos terroristas persistan en sus delitos.

El presidente del Comité Nacional de Víctimas de la Guerrilla asevera que, en Colombia, nunca ha sido asesinado un presidente, como si ha ocurrido en los Estados Unidos.

“Mirando esta capacidad de acción de la política en armas, en Colombia los grupos guerrilleros no atentan contra presidentes, sino contra campesinos inermes. Hoy el campo colombiano está despoblado por esa situación”, señala.

Asevera que los grupos criminales, narcotraficantes y subversivos, han entendido que, solo masificando el crimen, que, solo sacrificando en masa a civiles, es que logran las mesas de negociación, los indultos y las amnistías y los cupos en el Congreso.

“Eso es una desgracia para Colombia. Eso es lo que estamos sufriendo hoy en día. Por eso ponen bombas en Cali, matan a civiles. No hay ningún control ni respeto por la vida de los civiles, antes, por el contrario, entre más civiles maten, es un principio leninista, más ventaja política van a obtener en una mesa de negociación”, subraya Fernando Vargas.

Cree que si la administración de Petro, aplica estatutos excepcionales por la violencia, “se van a utilizar para beneficio del gobierno y no para salvar la situación nacional”.

Ve como una posibilidad que el presidente colombiano emplee mecanismos legales para que no haya elecciones el próximo año dada la situación de violencia del país.

Escenarios diferentes

El excongresista Juan David Vélez señala que Colombia no está como en la década de los 80, cuando los presidentes no tenían las herramientas suficientes para combatir el terrorismo, “pero por lo menos lo distinguían y sabían que había una institucionalidad y una criminalidad. Hoy el gobierno nacional está aliado con la criminalidad”.

A su juicio, Petro “hará todo lo posible” por generar una conmoción interna para aplazar las elecciones presidenciales. Sostiene que este sería el único mecanismo para perpetuarse en el poder “como lo hacen los dictadores”.

Asimismo, asevera que el mandatario sigue en su plan de diálogo con los grupos terroristas y a estos últimos les interesa que un gobierno permisivo se mantenga en el poder para poder continuar con el negocio del narcotráfico y otras actividades ilícitas.

“Definitivamente, lo que está logrando Petro es el recrudecimiento de los actores criminales en Colombia”, acota.

Vélez señala que estos grupos terroristas “están aliados con el Cartel de los Soles, con carteles mexicanos y con otros actores del narcoterrorismo que tanto daño le hacen a la región”.

El dirigente del Centro Democrático refiere que, hace tres años, Colombia advirtió que podía darse un escenario como el de Venezuela si Petro llegaba al poder.

“Hoy vemos que Petro es el presidente de Colombia, aliado número uno del dictador Nicolás Maduro, entonces el país va hacia el camino de Venezuela. Pero, también advertimos, y lo decimos hoy con mucho respeto, que no se pueden cometer los errores que muchas veces cometió la oposición venezolana de generar divisiones internas. Lo que está en juego no es quien va a gobernar, sino el futuro del país”, enfatiza.

@snederr

FUENTE: Con información de DIARIO LAS AMÉRICAS/Semana/CNN/Infobae

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