China inicia construcción de planta de energía solar en Nicaragua

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SAN JOSÉ — El régimen nicaragüense avanza en su sumisión económica a China con la construcción de una planta de energía solar financiada por Pekín. Este lunes, la empresa estatal China Communications Construction Company Limited (CCCC) inició las obras de la central "El Hato", en Ciudad Darío, Matagalpa, un proyecto valorado en 80 millones de dólares que forma parte de la "asociación estratégica" impuesta entre ambos regímenes.

El embajador chino en Managua, Chen Xi, y Laureano Ortega Murillo, hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, encabezaron la ceremonia de colocación de la primera piedra. La presencia de Laureano Ortega refuerza la dinámica de nepotismo con la que el régimen maneja sus relaciones internacionales y negocios.

Además de la planta en Ciudad Darío, la misma empresa china construirá otra central fotovoltaica de 63 megavatios en San Isidro, con una inversión de 82 millones de dólares. Estos proyectos reflejan el creciente control económico de China sobre Nicaragua desde que el régimen cortó lazos con Taiwán en 2021 para alinearse con Pekín.

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"Asociación estratégica"

El acercamiento entre Ortega y Xi Jinping consolida un modelo de cooperación que beneficia exclusivamente a las élites gubernamentales, mientras la población nicaragüense enfrenta represión, pobreza y falta de garantías democráticas. Organismos internacionales han denunciado las constantes violaciones a los derechos humanos, mientras el régimen sigue fortaleciendo vínculos con potencias que ignoran estas denuncias.

China no solo ha brindado apoyo financiero a Nicaragua, sino que también ha expandido su presencia en sectores estratégicos como minería, infraestructura, salud y comercio. Esta relación refuerza la dependencia de Ortega de aliados externos para sostener su permanencia en el poder, mientras el país sigue aislado de la comunidad democrática internacional.

Los nuevos proyectos energéticos no representan una solución real para las necesidades del pueblo nicaragüense, sino otro mecanismo de control económico y político, en un país donde la falta de transparencia y la corrupción predominan en cada decisión del régimen.

FUENTE: Redacción DLA/Con información de AFP

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