Cambio climático ocasiona que más del 70% de la población en México viva en zonas vulnerables, advierte UNAM

hace 11 horas 1
Un dron muestra un ríoUn dron muestra un río desbordado tras las lluvias torrenciales de la tormenta tropical Raymond que provocaron deslizamientos de tierra e inundaciones en Jalcocotán, estado de Nayarit, México. 12 de octubre de 2025. REUTERS/Christian Ruano

Más del 70 % de la población mexicana vive en zonas vulnerables a los efectos del cambio climático, según datos difundidos en el XV Congreso Nacional de Investigación en Cambio Climático y el VII Congreso Latino, organizado por el Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM.

La advertencia se sustenta en cifras del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático del gobierno federal, que señalan una creciente exposición social y territorial ante desastres asociados al calentamiento global.

El informe presentado cita los reportes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático y la Organización Meteorológica Mundial, que estiman un aumento de 1.2 grados Celsius sobre los niveles preindustriales a nivel planetario. En 2024, la anomalía térmica global alcanzó 1.55°C, cifra sin precedentes, con una tendencia ascendente sostenida durante las dos últimas décadas.

Pero el caso mexicano resulta aún más grave: diversos estudios revelan que el incremento térmico en el país está por encima del promedio global, explicó Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.

Las implicaciones van más allá del dato físico. El incremento de temperatura intensifica fenómenos meteorológicos extremos—olas de calor, sequías e incendios forestales—con mayor peso en regiones rurales y costeras mexicanas, según expuso Ruiz Gutiérrez durante la inauguración del encuentro académico.

Esta vulnerabilidad se traduce en altos costos humanos y materiales: los desastres derivados del cambio climático superan los 100 mil millones de pesos anuales. El dato es reflejo de una realidad ineludible para millones de habitantes, quienes enfrentan amenazas crecientes sobre infraestructura, alimentos y acceso al agua.

La “crisis climática es también social y económica, por lo que exige respuestas basadas en ciencia, cooperación y justicia ambiental”, enfatizó Ruiz Gutiérrez durante su intervención virtual.

Mencionó que por ello, desde el gobierno federal se impulsa la construcción de una plataforma digital intersectorial georreferenciada, que integrará información sobre clima, biodiversidad y conflictos socioambientales.

Esta herramienta pretende servir para la investigación académica y la planeación pública, articulando el conocimiento científico con la toma de decisiones en políticas ambientales.

El llamado a trascender el diagnóstico se repite entre especialistas. José Manuel Saniger Blesa, secretario de Investigación y Desarrollo de la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM, pidió a los asistentes del congreso latinoamericano no quedar atrapados en el “alarmismo creciente”, sino avanzar hacia acciones poderosas con visión global.

Saniger Blesa insistió en que las estrategias deben ser integrales, enfrentar causas estructurales: combatir la deforestación, restaurar suelos, gestionar sosteniblemente cuencas hidrográficas, abandonar el monocultivo y adoptar la agricultura regenerativa.

Y añadió: estas acciones buscan reducir la degradación y destrucción de ecosistemas, replantear el tratamiento de residuos industriales y agrícolas, así como transformar procesos productivos y de distribución que resultan insostenibles.

Durante los últimos 15 años, el PINCC ha consolidado la red académica más extensa de México sobre cambio climático, en colaboración con instituciones de todo el país y América Latina, apuntó Francisco Estrada Porrúa, coordinador del programa universitario.

Como resultado, se han generado diagnósticos nacionales de referencia y desarrollado herramientas digitales como Data-PINCC, un portal que integra datos climáticos, modelos internacionales, proyecciones sociales y económicas, y análisis de los impactos económicos del fenómeno.

La dimensión económica de la vulnerabilidad queda marcada al confrontar los costos de la inacción.

Según mencionó José Luis Samaniego Leyva, subsecretario de Desarrollo Sostenible y Economía Circular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, las pérdidas acumuladas por falta de respuesta podrían equivaler a entre el 2 y el 9% del Producto Interno Bruto de 2024.

En este contexto, los datos aportados por el PINCC resultan esenciales para apoyar políticas públicas eficaces para la adaptación.

El desarrollo de un Atlas socioambiental de cambio climático, trabajo conjunto entre el PINCC y el gobierno federal, se perfila como una herramienta central para visualizar y responder a la vulnerabilidad de la población mexicana.

Así, el desafío persiste: convertir el conocimiento científico en soluciones que lleguen a quienes, desde el 70% de la población, habitan en las zonas más expuestas al cambio climático.

Leer artículo completo