Albania igualó 0-0 contra Serbia como local este sábado en el Arena Kombëtare por el tercer cruce de un historial marcado por tensiones políticas. El emparejamiento fue válido por la tercera fecha del Grupo K, zona compartida con Inglaterra, Letonia y Andorra, en las Eliminatorias al Mundial 2026.
El tenso escenario que rodeó al evento se plasmó desde la previa, ya que se filtró un video en redes sociales con la colocación de las banderas habituales en el punto más alto del reducto, como la del país local, el logo oficial de la Copa del Mundo o el de la FIFA. Sobre el final de la recorrida, la que correspondía a la visita tenía un tamaño mucho más reducido y pequeño que el resto. En el himno, quedó en claro que el partido excedía a lo deportivo cuando cayó una estruendosa silbatina sobre la canción patria de Serbia.
A los siete minutos, se registró uno de los pequeño foco de conflicto porque el volante serbio Saša Lukić estaba por ejecutar un córner sobre la banda izquierda. En ese instante, le arrojaron proyectiles desde la tribuna más próxima y el 10 hizo un gesto de que le había pegado en su cabeza uno de los objetos arrojados. El árbitro Davide Massa frenó las acciones y, segundos después, regresó la calma en Tirana.
En materia futbolística, ambos conjuntos tuvieron ocasiones para desempatar la contienda en los primeros 45 minutos. En el cuarto de hora inicial, Serbia llevó peligro a través de un remate pifiado de Andrija Zivković, que fue desviado por el arquero Thomas Strakosha. Instantes después, llegó la respuesta local con un tiro a distancia rechazado por el guardameta Dorde Petrović.
Petrović, quien pertenece a Chelsea y estuvo a préstamo en el Estrasburgo de Francia en la última temporada, reapareció en la última jugada del acto de apertura para taparle un penal a Rey Manaj, luego de que Lazar Samardžić le cometió una infracción en el área al lateral derecho, Elseid Hysaj.
El entretiempo llegó en el mejor momento para Serbia, que salió revitalizado al complemento: forzó un tremendo manotazo de Strakosha a un cabezazo de Aleksandar Mitrović sumado a un disparo rasante de Samardzić, que se perdió por el fondo.
Cuando parecía reinar la calma, lo extrafutbolístico volvió a copar la escena porque Massa paró el partido por unos instantes a los 58′ después de que el defensor Strahinja Eraković acusara un golpe por un proyectil lanzado por los fanáticos locales, según precisaron en ESPN. A los 64′, Zivkovic se cayó sobre el césped sin motivo aparente, aunque se tomaba la cabeza con sus manos. Este incidente provocó la convocatoria del juez principal a los capitanes de cada equipo, Berat Djimsiti y Mitrović, para advertir esta situación y, más tarde, el juego continuó.
Finalmente, se completaron los 90 minutos con una igualdad entre los serbios y el combinado dirigido por el brasileño Sylvinho, que tiene como asistente en el cuerpo técnico al argentino Pablo Zabaleta. Serbia quedó en el anteúltimo lugar del Grupo K con un punto, mientras que Albania llegó a cuatro unidades y es el escolta del líder Inglaterra (9). Letonia está tercero (3) y Andorra cierra la zona (0). Vale aclarar que el primer clasificado irá directamente al Mundial y el segundo avanzará al playoff.

El conflicto entre estas dos naciones viene de larga data, y se remonta a la independencia de Kosovo en el contexto de la disolución de Yugoslavia tras la guerra de los balcanes. En gran mayoría, la población kosovar es de origen albanés, pero antes de 2008 pertenecía al territorio serbio hasta que ese año declaró su independencia. De igual manera, Serbia se niega a reconocer esta condición y lo considera parte de su país. El primer ministro de Kosovo es Albin Kurti, quien era conocido por ser un partidario de la unificación con Albania.
Bajo este escenario, serbios y albaneses se enfrentaron por primera vez en una cancha de fútbol el 14 de octubre de 2014 en lo que fue la primera visita de los segundos a Belgrado desde 1967, pero el partido se suspendió a los 43 minutos del primer tiempo y todo terminó en incidentes.
La raíz del asunto comenzó cuando un dron sobrevoló el campo de juego con una bandera albanesa y una referencia al conflicto (“autonomía”, decía). El defensor del anfitrión, Stefan Mitrovic, tomó la bandera y la bajó. Esto generó una pelea entre los jugadores, que se trasladó a las tribunas. Allí, los hinchas locales encendieron bengalas e intentaron meterse en el campo. Albania tuvo en su plantel a siete jugadores nacidos en Kosovo.
Una hora más tarde, el árbitro Martin Atkinson les propuso retornar a la cancha para completar el compromiso válido por las Eliminatorias a la Eurocopa 2016, pero los visitantes se negaron porque “ponía en peligro su integridad física”, según divulgó el diario AS y, en los escritorios, UEFA le dio el partido por perdido 3-0, pero el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) revirtió la decisión para darle la victoria a Albania por el mismo resultado, informó el periódico The Guardian en 2015. Ese calendario los hizo verse las caras nuevamente en el segundo y último antecedente con victoria 2-0 para los serbios.
Las tensiones recrudecieron durante la celebración de la Eurocopa 2024, más precisamente en el empate 2-2 de Croacia y Albania por el Grupo B. El medio serbio Radio Televisión Serbia (RTS) informó que los fanáticos “de ambas selecciones corearon ‘maten, maten, maten al serbio’” en el duelo jugado en el Volksparkstadion de la ciudad de Hamburgo.
En diálogo con RTS, el secretario general de la Federación de Fútbol de Serbia, Jovan Surbatovic, exigió una serie de medidas inmediatamente: “Es escandaloso. La FSS exigirá que la UEFA adopte sanciones, al precio de no continuar con la Eurocopa. Esto requiere las sanciones más severas con una nota, para que esto no vuelva a suceder”.

“Exigiremos a la UEFA que castigue a las federaciones de ambas selecciones. No queremos participar en eso, pero si la UEFA no los castiga, pensaremos cómo procederemos”, agregó. Muchos medios de Europa interpretaron que ponía en riesgo la continuidad de esa selección en la Euro, pero finalmente fue eliminado en la fase de grupos.
Surbatovic subrayó que la Federación había recibido una multa económica por aquellos días debido a los cánticos provocativos de sus aficionados en un partido: “Fuimos castigados por casos aislados y nuestros aficionados se comportaron mucho mejor que los demás. Un aficionado fue castigado por insultos racistas y no queremos que se lo atribuyan a otros. Los serbios somos caballeros y tenemos el corazón abierto, así que pido a los aficionados que sigan siendo caballeros”.