
El espectáculo de Stream Fighters 4, que prometía combates llenos de emoción y confrontaciones entre influyentes figuras del entretenimiento, no pasó desapercibido. Si bien muchos estaban atentos a los enfrentamientos de los creadores de contenido, el que protagonizaron Yina Calderón y Andrea Valdiri se robó todas las miradas.
No obstante, lo que iba a ser una contienda esperada por los seguidores de ambas terminó en una jugada que nadie anticipaba: Yina Calderón decidió retirarse del ring segundos después de que comenzara el primer round; un movimiento que dejó a todos preguntándose, ¿qué realmente ocurrió con la creadora de contenido?
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Aunque la idea de ver a estas dos conocidas personalidades enfrentarse en un combate de boxeo había generado gran expectativa, la pelea fue tan efímera que muchos apenas tuvieron tiempo de procesar lo sucedido. Lo que prometía ser un enfrentamiento de alto voltaje se convirtió en una sorpresa total, y las especulaciones sobre el verdadero motivo de su retiro no se hicieron esperar.
Desde antes del evento, Yina Calderón había dejado claro que su participación no estaba garantizada. A lo largo de varias entrevistas y transmisiones en vivo, la empresaria expresó sus reservas sobre las condiciones del evento y su compromiso con el mismo.
Aseguró en varias ocasiones que, si no se cumplían ciertos requisitos, su presencia en el ring sería incierta. Entre sus mayores preocupaciones estaba el manejo del peso de las peleadoras y, sobre todo, la posible parcialidad de los organizadores.
“Espero que no se presente favoritismo durante el evento por parte del dueño Westcol hacia algunas de las peleadoras, pues todos somos parte y debe ser transparente”, mencionó Calderón, visiblemente preocupada por la organización del evento en una vieja entrevista.

En ese sentido, muchos seguidores comenzaron a sospechar que, si las condiciones no eran las adecuadas, Yina podría retirarse; sin embargo, pocos imaginaban que su salida del ring llegaría tan rápido. En el ambiente rondaban rumores sobre la fuerte multa económica que Calderón tendría que pagar si decidía no pelear.
Según se dijo, la cifra ascendía a USD50.000, unos $192 millones de pesos, lo cual la obligaría a cumplir con los términos del contrato.
Cuando finalmente llegó el día del esperado combate, Yina Calderón no mostró el ímpetu ni la preparación que muchos esperaban. Apenas comenzó el primer round, decidió retirarse sin apenas intercambiar golpes con Andrea Valdiri.

¿Pero qué sucedió realmente? Algunas voces aseguran que, más que una falta de preparación o una decisión impulsiva, la retirada de Yina fue una jugada astuta para cumplir con el contrato sin tener que enfrentar la sanción económica.
En este sentido, las teorías sobre su estrategia no tardaron en tomar fuerza. De acuerdo con varios seguidores —que se apoderaron del tema en todas las plataformas digitales—, Calderón habría optado por salir del ring inmediatamente para cumplir con la mínima obligación de su contrato: iniciar la pelea.
Al hacerlo, evitó la multa millonaria, pero logró salir indemne y sin que se le pudiera reclamar por incumplimiento de contrato. Un movimiento inteligente si se considera que, en este tipo de eventos, lo importante no es necesariamente la pelea en sí, sino el cumplir con los acuerdos previos.

Además de eludir la multa, otro factor que generó revuelo es el pago que la creadora de contenido y exparticipante del reality La casa de los famosos Colombia 2 recibió por participar en el evento de boxeo organizado por el streamer colombiano más visto en diferentes plataformas, Westcol.
Según diversas fuentes del medio, que comentaron en sus propios programas, Yina habría recibido la suma de $70 millones solo por su participación, aunque ella misma afirmó que si hubiera sabido que su pelea sería la principal del evento, habría negociado una cifra mucho más alta.
“Si hubiera sabido que sería la pelea principal, habría pedido mucho más dinero. A veces no se tiene toda la información”, confesó Calderón en una entrevista posterior al evento en que se oficializó las peleas para el público.

Esta declaración solo alimentó la percepción de que, para la empresaria, lo de menos era el combate en sí y que su participación estaba más orientada a obtener un pago sustancial con el menor esfuerzo posible.