Woody Allen calificó la cultura de la cancelación como “una simple tontería” y reveló su impacto en el cine

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El director neoyorquino critica laEl director neoyorquino critica la tendencia de Hollywood a tomar posturas sin analizar a fondo los hechos REUTERS/Yara Nardi

El cineasta Woody Allen ha vuelto al centro de la discusión pública tras pronunciarse una vez más sobre las acusaciones de abuso sexual que lo rodean desde hace décadas. Sus declaraciones recientes, recogidas por Espinof y The Wall Street Journal, han reavivado el debate sobre la credibilidad de los testimonios y la reacción de Hollywood ante situaciones de este tipo.

En sus últimas entrevistas, Allen insistió en su inocencia y reconoció el impacto negativo que la polémica había tenido en su vida profesional. Subrayó que la cultura de la cancelación modificó, de manera irreversible, su vínculo con actores y productores. “Si un actor dice ‘No trabajaré con él’, básicamente está pensando: ‘Estoy haciendo algo bueno’. Pero en realidad está cometiendo un error. Algún día quizá se dé cuenta”, afirmó el realizador citado por Espinof. Allen sostuvo que no guarda rencor hacia quienes optaron por distanciarse, aunque admitió su sorpresa ante la rapidez con que, desde su perspectiva, muchas personas se conforman con una sola versión del caso.

El director neoyorquino critica laEl director neoyorquino critica la tendencia de Hollywood a tomar posturas sin analizar a fondo los hechos (YouTube: Club Random Podcast)

Las consecuencias en la trayectoria de Allen fueron evidentes. Diversas figuras prominentes del cine han decidido explícitamente no colaborar más con él. Intérpretes como Michael Caine, Colin Firth y Greta Gerwig anunciaron que no volverían a trabajar con el director. Además, algunos actores que formaron parte de sus películas en el pasado expresaron su arrepentimiento. Según Allen, estas decisiones se tomaron sin un análisis profundo de la situación, y considera posible que, con el tiempo, surja una reevaluación de sus posturas.

El punto clave de este enfrentamiento es el testimonio de Dylan Farrow, hija adoptiva de Allen y Mia Farrow. Dylan sostiene, desde hace años, la acusación de abuso sexual, negando categóricamente la versión del cineasta y rechazando su argumento sobre una supuesta manipulación por parte de Mia Farrow. En declaraciones recientes a The Wall Street Journal, Dylan fue contundente: “Estoy harta de la narrativa misógina y poco científica de que me manipularon o me lavaron el cerebro. Lejos de eso, esta es una verdad que conté de niña y que he seguido contando constantemente desde entonces. Soy una mujer de 40 años. Woody Allen me agredió sexualmente.” La consistencia de su testimonio ha alimentado una división persistente de opiniones tanto en la industria como en la sociedad.

El testimonio de Dylan FarrowEl testimonio de Dylan Farrow y la división en Hollywood marcan el caso de Woody Allen

La forma en que la industria cinematográfica reacciona ante estas acusaciones ha quedado en evidencia. Mientras algunos respaldan la idea de distanciarse de Allen, otros insisten en la necesidad de considerar la presunción de inocencia y demandan un análisis minucioso de los hechos antes de emitir un juicio definitivo.

La llamada cultura de la cancelación ha alcanzado particular relevancia en este caso. Allen calificó este fenómeno como “una simple tontería”, asegurando que se ha transformado en una herramienta para tomar postura sin necesariamente profundizar en las causas ni en las consecuencias. Según el director, muchas figuras han adoptado esta mecánica de distanciamiento como una decisión moral ante la opinión pública, sin tener en cuenta los matices o la complejidad de cada situación individual.

Actores y productores se distancianActores y productores se distancian de Allen tras las acusaciones, afectando su carrera profesional REUTERS/MIKE BLAKE/

La industria cinematográfica de Estados Unidos se encuentra dividida. Algunos estudios, actores y actrices ya no consideran viable colaborar con Allen, mientras que una fracción menor opta por mantener una postura neutral o por defender la necesidad de separar el arte de quien lo produce.

Pese a los años transcurridos, el debate no pierde vigencia. La controversia ha influido decisivamente en el panorama profesional de Allen y ha mostrado las fracturas profundas que la discusión deja al descubierto en Hollywood. El caso evidencia cómo las industrias culturales enfrentan, muchas veces, presiones sociales, intereses económicos y dilemas éticos que afectan tanto a la reputación de los involucrados como a la percepción pública de sus obras.

La controversia sobre Woody AllenLa controversia sobre Woody Allen persiste y refleja la compleja relación entre arte, moral y opinión pública REUTERS/Guglielmo Mangiapane

El artista continúa sorprendido por la facilidad con la que la opinión pública elige creer en una única versión, convencido de que un examen más detallado permitiría obtener una visión menos definitiva. Por su parte, la industria sigue confrontando una pregunta incómoda: ¿cómo debe responder ante acusaciones tan graves? Este caso ilustra la compleja interacción entre la credibilidad de los testimonios, los intereses colectivos y personales, y la responsabilidad moral de quienes forman parte del mundo del cine.

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