
Diosdado Cabello, considerado el segundo hombre fuerte del régimen de Nicolás Maduro, arremetió esta semana contra diplomáticos estadounidenses y opositores internos, en un discurso cargado de acusaciones y burlas que reaviva la tensión entre Caracas y Washington. Sus señalamientos tuvieron respuesta directa de Christopher Landau, subsecretario de Estado de Estados Unidos, quien calificó al poderoso dirigente chavista y a su entorno como una “pandilla de brutos criminales”.
En su discurso, Cabello acusó a John McNamara, encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos en Colombia, de “conspirar contra Petro y contra Venezuela”. Aseguró que desde Bogotá se estarían diseñando planes desestabilizadores relacionados con la situación interna de Colombia y con el futuro político del chavismo. “Recuerda que yo te advertí sobre el ‘McNaloco’, quien anda conspirando abiertamente contra Petro y nuestro país”, dijo, según la transcripción difundida por medios venezolanos.
Cabello también atacó al secretario de Estado, Marco Rubio, acusándolo de preparar un plan para derrocar a Nicolás Maduro con la vista puesta en las elecciones presidenciales de 2028 en Estados Unidos. “En el ínterin, ya tienen hasta un departamento para diseñar falsos positivos (...) vienen por una guerra de desgaste en contra de nuestro pueblo, mientras intentan seducir a nuestros militares”, afirmó.
La reacción de Landau llegó a través de un mensaje en su cuenta de X en el que calificó a Cabello y a su círculo como responsables de la devastación del país. “Usted y su pandilla de brutos criminales han destrozado su patria como pocas veces en la historia humana se ha destrozado un gran país”, escribió. En su mensaje añadió: “Las elecciones del año pasado y el tsunami de migración al exterior demuestran claramente para el mundo entero el repudio absoluto de su propio pueblo”.

El intercambio verbal ocurre en un contexto en el que Venezuela atraviesa una de las crisis humanitarias más graves del continente. Según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), más de 7,7 millones de venezolanos han abandonado su país en la última década, convirtiéndose en la mayor ola migratoria en la historia reciente de América Latina. Para Landau, ese éxodo es prueba del fracaso de la cúpula chavista: “Son ustedes los que han acosado y declarado la guerra al gran pueblo de Venezuela”, añadió en su respuesta a Cabello.
El dirigente chavista también se refirió al aumento de la recompensa ofrecida por Estados Unidos por la captura de Nicolás Maduro, que se duplicó hasta los 50 millones de dólares. “Yo tengo un reclamo, a mí no me aumentaron nada, me incomoda eso, me tiene pensativo. De verdad me pone a pensar, ¿qué hice mal?”, ironizó Cabello. Actualmente, el Departamento de Justicia mantiene sobre él una recompensa de 25 millones de dólares, acusado de liderar junto a Maduro y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, el llamado Cartel de los Soles, señalado por vínculos con el narcotráfico internacional.
El régimen chavista suele recurrir a la retórica de la conspiración extranjera para justificar su permanencia en el poder. En múltiples ocasiones, Caracas ha acusado a Washington y a gobiernos de la región de planear golpes de Estado o intervenciones militares. Sin embargo, analistas independientes destacan que se trata de una estrategia discursiva para cohesionar a sus bases y desviar la atención de la crisis económica y social interna, marcada por la inflación crónica y la precariedad de los servicios básicos.

Las acusaciones de Cabello contra diplomáticos estadounidenses se producen en un momento de fricciones crecientes. El gobierno de Donald Trump mantiene sanciones sobre el sector petrolero y financiero de Venezuela, mientras debate ajustes en su política hacia Caracas.
China, Rusia e Irán se han convertido en aliados estratégicos de Maduro para eludir las sanciones y sostener su aparato de poder. Beijing y Moscú han provisto financiamiento y respaldo militar, mientras Teherán ha suministrado combustible y asesoría técnica para mantener a flote el sector energético. En contraste, Washington y sus aliados denuncian que la red chavista ha facilitado operaciones ilícitas en coordinación con estos regímenes autoritarios, lo que intensifica la confrontación geopolítica.
Landau cerró su mensaje con un recordatorio sobre el destino de regímenes autoritarios. “La historia demuestra cómo terminan los tiranos”, escribió, en alusión al desgaste internacional del chavismo y a la presión judicial que enfrentan sus principales dirigentes.
El cruce de declaraciones, más allá de lo personal, pone en evidencia la fragilidad diplomática del régimen venezolano, cada vez más aislado en la región y con un futuro condicionado por sanciones, investigaciones judiciales y la deslegitimación de sus procesos políticos.