Vouchers escolares: oportunidad que muchos padres aún desconocen en Florida

hace 11 horas 2

La mayoría de los padres consultados en las afueras de la escuela Coral Gables Preparatory Academy reconocieron no tener suficiente información sobre cómo funcionan ni cómo acceder a estos programas.

“Por el momento lo desconozco. Estoy hace poco aquí y no sabía”, comenta una madre mientras espera en la fila para recoger a su hija.

“Yo he escuchado de las aplicaciones, pero sin muchos detalles”, añade otra.

“No tengo conocimientos”, afirma un tercer entrevistado.

De más de 15 encuestados, la mayoría coincidió en que desconocen o nunca había recibido orientación sobre este beneficio estatal que podría ofrecerles más opciones para la educación de sus hijos.

Alternativa para elegir

Gemma Carrillo, educadora de vocación y con más de tres décadas de experiencia en las escuelas públicas del condado Miami-Dade, explica el objetivo de estos fondos.

“Estos vouchers son como una beca para que tú tomes el dinero que cada uno de tus hijos tiene asignado por el sistema de educación y te los lleves al lugar donde creas que va a ser mejor para que reciba su instrucción escolar, independientemente de donde le toca. En realidad, es para darles a los padres una oportunidad para escoger”, apunta.

Además, detalla Carrillo que, muchas veces, los alumnos deben asistir al centro educativo público del vecindario sin que se tomen en cuenta sus intereses o necesidades.

“Hay muchos padres que ponen a sus hijos en escuelas públicas del área, la escuela que le pertenece al barrio, y a lo mejor a los padres no les conviene porque es otra cosa de la que sus niños no están interesados. Por ejemplo, en la escuela del barrio enseñan ingeniería y a lo mejor el hijo lo que le interesa es idioma”, comenta.

El monto asignado a cada alumno varía según sus circunstancias.

“Vamos a decir que son entre 7 mil y 10 mil dólares, para que tengamos un número redondo”, precisa.

Y añade: “Si mi hijo tiene un problema de aprendizaje, confunde las letras, va a requerir un especialista que le ayude a entender cómo separar las letras y leer. Entonces este niño, como va a necesitar un apoyo aparte, va a recibir más fondos. Vamos a decir que el niño acaba de llegar de Guatemala, no habla inglés. Va a demandar clases especiales que se llaman ESOL (English as a second language) y va a coger más dinero”.

Estos fondos pueden destinarse tanto a instituciones públicas como privadas o especiales. “El Departamento de Educación del Estado de la Florida (FLDOE) hace eso para darle la oportunidad a los padres de escoger lo que ellos crean que es mejor para los muchachos”, agrega.

Libertad con responsabilidad

Sin embargo, la maestra advierte que este sistema no está exento de desafíos.

“Como todo, esto es un arma de doble filo. Las personas que asisten a la escuela pública reciben fondos federales; estamos atados a ciertas guías que hay que cumplir. En una escuela privada o en una escuela que no reciba fondos federales, no es necesario tener obligación con esas reglas que debe seguir la escuela pública”.

La educadora explica que las escuelas privadas no están obligadas a ofrecer servicios especializados si no cuentan con los recursos para hacerlo.

“Si tú no le ofreces al niño el servicio que necesita porque no tienes dinero asignado, porque es algo que requiere de una formación específica y vas a necesitar un maestro especializado en eso, la escuela [alternativa no pública] no te lo tiene que ofrecer. La escuela pública sí, porque si no, estará en violación de los fondos federales, y los federales vienen, retiran todos los fondos, y no queremos que eso ocurra”, advierte.

También recuerda que una vez que un padre o tutor decide utilizar el voucher y lleva ese financiamiento a otra institución, ese plantel educativo se convierte en responsable de la educación del menor.

“Si dentro de dos o tres meses no te gusta el sistema y quieres volver a la escuela pública, ya esa ayuda financiera no te la devuelven. La escuela se va a quedar con ella”, subraya.

Por ello, recomienda tomar decisiones previamente informados:

“Es algo que los padres tienen que pensar muy bien. Si quieren de verdad ese lugar para su hijo o prefieren seguir en la escuela tradicional, deben tomar una determinación con conocimiento”.

Cada niño, un mundo distinto

Desde su experiencia, Carrillo insiste en que no existe un solo modelo educativo que funcione para todos los estudiantes.

“Mi recomendación es que cada niño es un mundo aparte. No hay un solo programa que sirva para todo el mundo. Hay niños que se adaptan fácilmente y otros que no. Uno como padre tiene que conocer a su producto, saber qué es lo que cada uno de ellos da”, expresa.

Y deja una reflexión profunda:

“La oportunidad de educarse es solo una. Tú no puedes volver a aprender a leer si no lo hiciste a los tres o cuatro años. Si necesitas aprender matemáticas, tienes que hacerlo en el momento indicado. Los recursos materiales vienen y van, pero la educación y la preparación que tiene un ser humano le va a servir para el resto de la vida, donde quiera que este”.

Acceso, plazos y transparencia

Gemma enfatiza que no existen barreras de acceso para los padres que deseen aplicar a los programas de vouchers:

“Tienen que informarse, contactar al Departamento de Educación y asegurarse de los requisitos que hay que cumplir. Todo esto tiene un límite de tiempo. Está accesible en internet. Cualquier pregunta que tengan, acérquense a la escuela, al consejero o a la maestra; cualquier persona puede ayudarlos”, aconseja.

También resalta la transparencia del modelo:

“Es un programa gubernamental. Si en algún momento alguna persona trata de usar un método para no ir por el camino correcto, siempre se va a averiguar. El sistema público de las escuelas del condado de Miami-Dade es uno de los más grandes de Estados Unidos. Es totalmente transparente”.

Impacto en el rendimiento

A pesar de su crecimiento, esta asistencia económica es relativamente reciente en el Estado del Sol. La especialista explica que su implementación se ha venido desarrollando durante aproximadamente dos décadas, ofreciendo así una alternativa que busca ampliar las opciones educativas para las familias locales.

“Hay estudios para tratar de explorar qué tipo de impactos tiene el programa de vouchers en una escuela privada o en una escuela tradicional pública, pero no es algo que se conozca que haga la diferencia o que haya que decir que todos los estudiantes que usan la iniciativa van a ser mejores”, explica.

Y subraya un punto clave: “Cada estudiante tiene necesidades diferentes, y para cada programa hay un grupo de estudiantes. Si no funciona bien para tu hijo, no es que la propuesta sea mala, es otra cosa lo que necesita. Hay que averiguar cuál es el camino correcto y ayudar a nuestros escolares para que tengan la mejor educación posible”.

Una madre que aprovechó la oportunidad

Melisa Aquino es la mama de dos niños de 11 y 15 años, asegura que conoce de primera mano el beneficio de estos incentivos.

“En nuestro caso tenemos una beca que se llama Step Up y es para todos los niños. No se basa en el ingreso ni en la cantidad que declares al año. Si tú quieres que tus niños reciban educación cristiana en una escuela privada, por ejemplo, esta asistencia aplica hasta que se termine el fondo”, comenta.

Aquino agrega que existen otros esquemas de ayuda para niños con necesidades especiales, aunque no todas las escuelas privadas los aceptan, enfatizando en que estos centros de enseñanzas no reciben fondos federales ni condales.

Reflexión final

El sistema de vouchers escolares en Florida se presenta como una oportunidad para ampliar la libertad de elección educativa, pero también plantea la necesidad de tomar decisiones responsables e informadas.

Para Gemma Carrillo, la clave está en el conocimiento: “Los padres deben pensar, analizar y decidir con responsabilidad”.

Mientras tanto, quizás miles de familias siguen sin conocer que existe la posibilidad de elegir, sin saber que —como dice la maestra, también graduada en abogacía— “la educación no es transferible y el aprendizaje que se recibe dura para toda la vida.”

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