MIAMI. – Un grupo de la comunidad venezolana en el exilio alzó su voz este viernes en los alrededores del Santuario Nacional Nuestra Señora de la Caridad, más conocida como la Ermita de la Caridad, para exigir la libertad de los casi mil presos políticos en su país.
La manifestación, que tuvo lugar en una fecha de alto simbolismo como el Día Internacional de Nelson Mandela, conectó el reclamo por los derechos humanos con un inminente hito religioso para la nación sudamericana: la próxima santificación de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles.
El acto, organizado por el Comité de Familiares y Amigos por la Libertad de los Presos Políticos, se articuló bajo el lema “Canonización sin presos políticos”, tomando en cuenta que Venezuela tendrá el 19 de octubre los primeros santos oficialmente reconocidos por la Iglesia católica.
Con este mensaje, los participantes subrayaron la profunda contradicción de que el país sudamericano se prepare para celebrar un evento de reconciliación nacional, mientras las autoridades del régimen mantienen tras las rejas a cientos de ciudadanos por motivos ideológicos.
Misa y clamor por la libertad
La jornada comenzó con una misa en la emblemática Ermita de la Caridad, un lugar de profundo significado para la comunidad cubana y latinoamericana en Miami.
Dentro del templo, los asistentes oraron por la liberación de todos los ‘secuestrados’ por la dictadura. Posteriormente, la protesta pacífica se realizó en las afueras del centro religioso, donde se transformó en un acto de denuncia.
Los manifestantes portaban banderas de Venezuela y exhibieron pancartas con los rostros de decenas de prisioneros, un recordatorio visual de las historias individuales detrás de las estadísticas.
La escena en las afueras del santuario se cargó de simbolismo. Entre un clamor al unísono por “Libertad”, los congregados, muchos de ellos vistiendo los colores de su país, ofrecieron una imagen de resistencia pacífica y solidaridad con las víctimas del madurismo.
Estadísticas preocupantes
La protesta se fundamentó en cifras alarmantes. Según la organización no gubernamental Foro Penal, a julio de este año hay 948 presos políticos en Venezuela, una cifra que incluye 96 mujeres, 170 militares y al menos cuatro adolescentes.
Figuras de alto perfil de la oposición venezolana se sumaron al evento para dar testimonio. Magalli Meda, jefa de campaña de la líder opositora María Corina Machado, confirmó la gravedad de la situación.
“Hoy tenemos una lista de 948 venezolanos secuestrados”, declaró Meda, quien atribuyó el incremento de la represión a la negativa del régimen de Nicolás Maduro de “reconocer que perdieron una elección”.
Con voz firme, la opositora describió lo que ocurre en Venezuela como la acción de un "grupo armado haciendo terror" y calificó a los prisioneros como “héroes de la nación”.
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Imágenes de presos políticos venezolanos
D. CASTROPÉ
Rostros de la represión
Detrás de las cifras se encuentran historias personales de persecución. Entre los casos más representativos se encuentra el de Williams Dávila, exdiputado y exgobernador, quien permanece bajo vigilancia en un centro de salud debido a graves problemas médicos tras su detención en agosto de 2024.
También destaca la situación de Armando José García Miragaya, un químico de 72 años y exvicepresidente de PDVSA, apresado este mes bajo la acusación de espionaje.
De igual forma, el activista Aldo Rosso, de 70 años, enfrenta un delicado estado de salud sin haber tenido juicio ni recibir tratamiento médico adecuado, una situación que, según organizaciones de derechos humanos, se repite en decenas de casos.
Legado de Mandela
La dimensión moral e histórica del acto la aportó Helen Fernández, exalcaldesa del Área Metropolitana de Caracas, quien enmarcó la protesta en el legado del líder sudafricano, cuyo día se conmemora este viernes 18.
“Este evento tiene un significado muy importante porque hoy es el Día Internacional de Nelson Mandela, un hombre que demostró que ni la verdad ni la dignidad se cierra bajo las rejas”, expresó Fernández.
Asimismo, denunció que los presos son “secuestrados y torturados”. “Cuando un preso está en la cárcel, entra su cuerpo, pero su espíritu revolotea en las atmósferas. No los vamos a dejar solos”, afirmó.
Su reclamo de libertad fue inclusivo y enfático: “Exigimos la libertad para todos los presos políticos, civiles y militares”.
El acto en Miami, por tanto, más que una protesta fue un importante llamado a la comunidad internacional para reforzar su influencia en la búsqueda de la libertad de los presos políticos, pero también que la democracia se reinstaure en Venezuela.