En la madrugada del 23 de agosto tendrá lugar un fenómeno lunar poco habitual conocido como Luna Negra. A diferencia de un eclipse o una superluna, no habrá un espectáculo visible en el cielo: la Luna simplemente se ocultará a la vista.
El evento ocurrirá a las 2:06 a.m. EDT (06:06 GMT) —es decir, a las 11:06 p.m. del 22 de agosto en la costa oeste de Estados Unidos— cuando la Luna entre en su fase de Luna nueva. En ese momento, se alineará a tan solo un grado al norte del Sol en la constelación de Leo.
Como su cara iluminada estará orientada en dirección contraria a la Tierra, permanecerá invisible, aunque su rareza lo convierte en un suceso especial para astrónomos y amantes del cielo.
¿Qué significa “Luna Negra”?
El término no pertenece a la astronomía oficial, sino que es un apodo popular para describir coincidencias poco comunes del calendario lunar. En este caso se trata de una Luna Negra estacional, que se da cuando en una misma estación ocurren cuatro Lunas nuevas en lugar de las tres habituales.
En el verano boreal de 2025 ya se registraron Lunas nuevas el 25 de junio, 23 de julio y 3 de agosto. La del 23 de agosto será la tercera de esta serie adicional, lo que le otorga el nombre de Luna Negra. Estos fenómenos se repiten aproximadamente cada 33 meses, siendo el último el 19 de mayo de 2023.
Existe además otra definición menos común: se denomina Luna Negra a la segunda Luna nueva dentro de un mismo mes calendario. Esa variante no se verá nuevamente hasta el 31 de agosto de 2027.
¿Se podrá observar?
A diferencia de otros eventos como los eclipses o las superlunas, en este caso no habrá nada visible directamente, ya que la fase de Luna nueva coloca a nuestro satélite entre la Tierra y el Sol, ocultando por completo su cara iluminada.
Sin embargo, esta oscuridad trae beneficios. Las noches sin brillo lunar son perfectas para observar galaxias débiles, cúmulos estelares y la Vía Láctea, cuyo resplandor suele verse opacado por la luz de la Luna.
Además, quienes deseen contemplar un detalle especial podrán esperar al 24 y 25 de agosto, cuando poco después de la puesta de sol se asome en el horizonte occidental un delicado arco plateado, la primera aparición visible de la Luna tras el fenómeno. Es una de las imágenes más sutiles y bellas del ciclo lunar.
Para la astronomía, el atractivo de la “Luna Negra” es más científico que visual, ya que ofrece un cielo especialmente oscuro para la observación profunda. Para el público en general, es una invitación a mirar hacia arriba, reencontrarse con el firmamento y anticipar el regreso del brillante cuarto creciente que iluminará el cielo pocos días después.