Un policía respondió a una queja por ruido y terminó matando al perro de la familia: enfrentará juicio

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Autoridades internas concluyeron que laAutoridades internas concluyeron que la actuación del agente violó las políticas del cuerpo, aunque finalmente fue exonerado. (Crédito: Departamento de Policía de Nueva Orleans)

Un oficial de policía de Nueva Orleans está siendo juzgado en una corte federal tras haber disparado y matado a un cachorro mientras respondía a una denuncia por ruido en abril de 2021. La demanda civil fue interpuesta por los dueños del perro, quienes aseguran que el uso de la fuerza fue innecesario y devastador.

El hecho ocurrió el 10 de abril de 2021, cuando el oficial Derrick Burmaster acudió junto a su compañero a una vivienda como parte de su labor de patrullaje. Según la demanda presentada y consultada por PEOPLE, los oficiales intentaban abrir la reja de la casa cuando dos perros se aproximaron. El compañero de Burmaster retrocedió, pero él extrajo su arma y disparó tres veces contra el más pequeño de los dos.

El cachorro era un perro de raza Catahoula Leopard Dog llamado Apollo, de apenas 18 semanas, que pesaba un poco más de 22 libras (casi 10 kilos) y medía menos de 18 pulgadas de altura (45 centímetros). Según el expediente judicial, “Apollo era tan pequeño que la bala de Burmaster lo atravesó por completo”. La herida entró por la parte trasera del cuello y salió por el pecho, provocándole daños en dos costillas y llenando de sangre uno de sus pulmones.

De acuerdo con la demanda, Apollo ni siquiera había empezado a ladrar al momento del incidente. Además de la herida mortal, fragmentos del disparo lesionaron tres de las patas del cachorro e incluso causaron una herida en la mano del compañero de Burmaster.

Las imágenes obtenidas del hecho, captadas por la cámara corporal del oficial, muestran la secuencia que terminó con la vida del animal. Julia Barecki-Brown, una de las dueñas de Apollo, salió de su casa al escuchar los disparos y encontró al perro sangrando en el suelo. Visiblemente alterada, le gritó al oficial: “Dios mío, ¿qué hiciste, qué hiciste? Es un bebé, es un cachorro". Luego continuó, entre lágrimas: “¿Cómo pudiste dispararle a un cachorro? Es el amor de nuestras vidas".

Derek Brown, esposo de Julia y también dueño del perro, levantó al cachorro y lo sostuvo en sus brazos mientras fallecía. El documento judicial afirma que el oficial Burmaster no consideró utilizar métodos no letales, como su taser, a pesar de contar con esa opción.

La muerte del cachorro provocóLa muerte del cachorro provocó indignación pública y cuestionamientos internos dentro del Departamento de Policía de Nueva Orleans. (Crédito: Departamento de Policía de Nueva Orleans)

Una investigación realizada por el Departamento de Policía de Nueva Orleans determinó que Apollo “no representaba una amenaza” y que el uso de fuerza letal violó las políticas internas de la institución. La conclusión oficial fue que el disparo fue “injustificado”.

Sin embargo, en una decisión que generó desconcierto dentro y fuera de la institución, Burmaster fue exonerado. Associated Press (AP) reportó que la Oficina de Supervisión Policial Independiente de Nueva Orleans expresó su desacuerdo con esa determinación.

Stella Cziment, monitora independiente del caso, declaró a AP: “No entiendo cómo se alinea eso con las políticas del departamento. No entiendo cómo fue exonerado y no estoy de acuerdo con esa conclusión”.

El caso actual no es el primero en el que Burmaster se ve involucrado en un incidente similar. De acuerdo con la misma demanda civil, en 2012 el oficial mató a otro perro durante una visita a una vivienda por un reporte de daños a la propiedad. En aquella ocasión, estaba acompañado por una persona que manifestó miedo hacia los animales presentes en el patio, lo que derivó en que el agente desenfundara su arma y efectuara dos disparos, matando a uno de los canes.

En ese entonces, tampoco utilizó alternativas no letales, lo que refuerza el argumento de los demandantes sobre un patrón de conducta que viola los protocolos del departamento. La omisión de medidas disuasivas es uno de los puntos centrales del litigio actual.

La familia del perro haLa familia del perro ha denunciado que el impacto emocional de lo ocurrido sigue vigente más de tres años después. (Crédito: Captura de pantalla AP)

Durante la apertura del juicio civil, el abogado defensor del oficial, Corwin St. Raymond, sostuvo que su cliente actuó conforme a su entrenamiento y que su respuesta fue “razonable bajo las circunstancias”. El letrado explicó al jurado que Burmaster tomó una “decisión en fracción de segundo” cuando percibió una posible amenaza.

Los demandantes, por su parte, argumentan que el cachorro no constituía una amenaza real y que el oficial tuvo tiempo y recursos para optar por un desenlace distinto. La demanda exige que la ciudad y el oficial sean responsables por el daño emocional, físico y psicológico causado.

Los resultados del juicio podrían tener repercusiones sobre cómo se interpretan las políticas de uso de fuerza en casos que involucren animales domésticos, especialmente en un país donde estos son comúnmente considerados miembros de la familia. Por ahora, el proceso judicial continúa mientras la familia de Apollo busca justicia por lo que consideran una pérdida evitable y profundamente dolorosa.

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