Un día de playa con su familia casi la mata: la historia de una madre que sobrevivió a una bacteria devoradora de carne

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Una mujer relató su traumáticaUna mujer relató su traumática experiencia con una bacteria devoradora de carne. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una mujer de Florida relató su experiencia tras contraer una infección bacteriana que puso en peligro su vida hace casi dos meses. Genevieve Gallagher, madre de tres hijos y residente de Pensacola, describió ante ABC News cómo el episodio, ocurrido a finales de julio, la dejó emocionalmente afectada y con secuelas físicas considerables. Gallagher manifestó: “No quiero que esto le pase a nadie más. Esto es lo más traumático que me ha ocurrido, no solo a mí, sino también a mi familia”.

El 27 de julio, Gallagher salió a navegar en Pensacola Bay junto a su esposo, Dana Gallagher, y su hija de siete años, Mila, un paseo habitual para la familia. En esa ocasión, tenía un pequeño corte en la pierna izquierda que cubrió con un vendaje a prueba de agua. Al regresar a casa, realizó una limpieza minuciosa de la herida, una medida habitual según sus palabras, asegurando que no tuvo molestias ni el lunes ni el martes siguientes.

El miércoles posterior a la salida, Gallagher, quien se desempeña como coordinadora de un consultorio médico hospitalario, notó que su pierna presentaba calor y se hinchaba anormalmente. Explicó a ABC News que, al inspeccionarse en el baño, encontró que una tobillera que llevaba puesta se había incrustado en su pierna, obligándola a cortarla con tijeras médicas. Poco después, la pierna adquirió “un color negro” y comenzaron a formarse “burbujas de líquido” alrededor de la zona afectada.

La víctima adquirió la infecciónLa víctima adquirió la infección tras un día en la playa. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tras acudir a una sala de emergencias local, los médicos diagnosticaron a Gallagher una infección por bacterias del género vibrio, conocida popularmente como “bacteria devoradora de carne”. De acuerdo con información de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), las bacterias vibrio habitan en aguas costeras cálidas y provocan anualmente vibriosis en hasta 80.000 personas en Estados Unidos.

La vibriosis suele manifestarse con síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarrea acuosa, fiebre y escalofríos. Los CDC advierten que el contacto de una herida con aguas costeras es un factor de riesgo, al igual que el consumo de mariscos crudos, en particular ostras, o el contacto de lesiones con mariscos crudos o sus jugos. Además, la bacteria puede ingresar al torrente sanguíneo, causando lesiones cutáneas con ampollas y generando cuadros graves como presión arterial peligrosamente baja.

Además, las autoridades advierten que las infecciones graves por vibrio pueden derivar en necrotizante fascitis, una condición marcada por la destrucción de los tejidos circundantes a una herida e incluso los conectivos, lo que representa una amenaza para la vida.

Las autoridades advierten sobre elLas autoridades advierten sobre el peligro de sumergirse en el mar ante la proliferación de estas bacterias. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Gallagher relató que el 30 de julio entró en shock séptico, mientras sus órganos comenzaban a fallar. Permaneció una semana bajo cuidados intensivos, durante la cual un equipo médico realizó procedimientos para eliminar la bacteria y los tejidos necróticos. La propia Gallagher declaró: “Me retiraron toda la piel desde la rodilla hasta abajo, mucho músculo y tejido”, antes de ser trasladada a otro hospital para una cirugía adicional.

Actualmente, Gallagher continúa recuperándose en el hospital tras someterse a injertos musculares y enfrentar complicaciones posteriores. Expresó gratitud al personal médico por salvarle la vida y reconoció: “Podría haber perdido la vida. No solo mi pierna, sino mi vida”. Mientras, su esposo ha iniciado una recaudación de fondos en línea para cubrir los gastos médicos derivados del tratamiento y la rehabilitación.

Las autoridades sanitarias estadounidenses han advertido sobre el aumento de casos de infecciones por vibriosis a lo largo de la costa del Golfo, con cierres temporales de playas tras elevarse los niveles de bacterias en el agua. Gallagher hizo un llamamiento a la precaución. Recomendó a otras personas evitar sumergirse en aguas marinas si tienen heridas, incluso pequeñas o generadas por el afeitado, y remarcó: “No vale la pena arriesgar la vida o pasar por este dolor y permanecer lejos de la familia”.

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