
“La estética es muy frágil”, advirtió Luciano Kruk a los propietarios de Casa Paula. Ellos tomaron esa advertencia como un compromiso y se esforzaron para que la obra reflejara fielmente las ideas del arquitecto.
Esta colaboración, junto con la labor de la empresa constructora, permitió que el proyecto se desarrollara en un ambiente de diálogo constante y cercanía, superando la distancia geográfica y generando un proceso estimulante para todos los involucrados.

La noticia principal es que Casa Paula, una vivienda diseñada por Luciano Kruk en São Paulo, Brasil, ha sido galardonada con el Premio Internacional Platinum de la Sociedad de Arquitectos y Diseñadores de Japón. El arquitecto viajó a Tokio el 18 de julio para recibir el reconocimiento.
Ubicada en un emprendimiento en las afueras de São Paulo, la casa se integra en un entorno dominado por una laguna artificial y un campo de golf, rodeada de un paisaje cuidadosamente diseñado. Los propietarios, apasionados por el arte y la cultura brasileña, solicitaron una vivienda que reflejara su estilo de vida y se distinguiera por su diseño.

El mayor reto para Luciano Kruk consistió en concebir una casa de 790 m² sobre un terreno de 3.070 m² que no se percibiera como un volumen imponente, sino que armonizara con el paisaje. Para lograrlo, organizó la vivienda en una única planta principal, complementada por un nivel oculto destinado a áreas técnicas y un gimnasio. Esta disposición permitió una integración visual y funcional con el entorno.

El diseño gira en torno a un patio central, donde la vegetación autóctona de la mata atlántica aporta un espacio de contemplación. La casa cuenta con cuatro dormitorios —uno principal y tres para los hijos—, una sala amplia y un área dedicada al entretenimiento.

Los dormitorios se orientan hacia el frente del lote y se abren a un jardín delantero, lo que proporciona conexión directa con la naturaleza y privacidad respecto a la calle.

La galería, ubicada en la zona más privilegiada del terreno, constituye el corazón de la vivienda. Desde allí se disfrutan vistas directas a la laguna y al campo de golf. En Brasil, el clima permite aprovechar el exterior durante la mayor parte del año, y la vida cotidiana suele desarrollarse en estos espacios.

Dado que las mejores vistas coinciden con la posición del sol poniente, se incorporaron tabiques de hormigón inclinados para proteger la galería y reducir la incidencia solar al atardecer.

La piscina, situada al mismo nivel que la planta principal y elevada sobre el terreno, genera una integración visual con el paisaje mediante el reflejo de la laguna. El efecto de desborde infinito crea la impresión de agua cayendo y, al llegar al nivel del terreno, la piscina se presenta como una pieza escultórica.

El proceso de trabajo fue posible gracias a la predisposición de los propietarios y la experiencia de la constructora, especializada en casas de diseño. Según Luciano Kruk, esto permitió que el resultado final coincidiera exactamente con el diseño original, y que el desarrollo de la obra fluyera de manera óptima.
Fotos por: Daniela Mac Adden