
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, advirtió que si Rusia mantiene su estrategia de amenazar con cortes de suministro eléctrico en territorio ucraniano durante los meses de invierno, debe estar preparada para afrontar interrupciones similares en su propia capital, Moscú. El mandatario realizó estas declaraciones durante una rueda de prensa recogida por el diario ucraniano Ukrainska Pravda, en la que subrayó la posibilidad de responder de manera equivalente ante intentos de dejar sin electricidad a Kiev.
“Si Rusia marca como objetivo un apagón en Ucrania y plantea este objetivo este invierno, no estoy seguro de que nuestra respuesta y la de otros aliados tenga que ser diferente”, expresó Zelensky en el encuentro con los periodistas, según el citado medio.
Añadió que si el Kremlin amenaza con dejar a oscuras Kiev, también deberá contar con la posibilidad de un apagón en Moscú. Sostuvo que, para enfrentar este tipo de acciones, es esencial “no mostrar debilidad” ni “ser civilizado con los incivilizados”.
El jefe de Estado ucraniano agregó que abordó esta cuestión recientemente con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una reunión que mantuvieron en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Según Zelensky, en ese encuentro también proporcionó a su homólogo estadounidense una lista detallada de las armas que Ucrania busca adquirir como parte de un plan de compras militares valorado en USD 90.000 millones, cifra mencionada previamente en agosto.
Durante la misma comparecencia, Zelensky anunció que Ucrania ha recibido un sistema de defensa antiaérea Patriot de fabricación estadounidense procedente de Israel, el cual ha estado operativo desde hace un mes. El presidente especificó que en otoño llegarán dos sistemas Patriot adicionales, pero no ofreció detalles sobre los términos de la transferencia. “Un sistema israelí [Patriot] está funcionando en Ucrania desde hace un mes”, afirmó, evitando precisar si se trató de una venta o de una donación.
La llegada de este armamento se produce en un contexto de cambios en la relación entre Israel y Rusia. Al inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, Israel optó por una posición neutral, evitando sanción alguna contra Moscú. No obstante, las relaciones bilaterales se han deteriorado ante el fortalecimiento de la alianza entre el Kremlin e Irán, país acusado de suministrar drones al ejército ruso, así como a raíz de las críticas rusas sobre la guerra que Israel libra en la Franja de Gaza. De acuerdo a un reportaje publicado en abril por The New York Times, funcionarios estadounidenses indicaron que Israel previó devolver uno de sus sistemas Patriot a Washington para que posteriormente fuera entregado a Ucrania, al buscar renovar su arsenal con equipamiento más moderno.
En cuanto al estado actual de la guerra, el presidente Zelensky y el máximo comandante militar ucraniano, Oleksandr Syrskyi, afirmaron el viernes que las recientes ofensivas rusas no han logrado sus objetivos y que las fuerzas rusas están sufriendo grandes pérdidas. Según Zelensky, quien habló tras recibir los reportes de sus comandantes, las tropas ucranianas lograron infligir numerosas bajas en una contraofensiva cerca de Dobropillia, en la región oriental de Donetsk. Por su parte, Syrskyi indicó que la “campaña de primavera y verano de los rusos ha sido efectivamente desbaratada”.
Con el uso masivo de aviones no tripulados de reconocimiento y ataque, Rusia logró avances graduales en varios flancos, aunque a un alto costo humano, según el mando ucraniano. Los informes de Inteligencia occidentales sitúan en más de un millón el número combinado de muertos y heridos desde el inicio del conflicto, aunque ambas partes evitan proporcionar datos oficiales..
Syrskyi puntualizó que la línea del frente activa se extiende a lo largo de 1.250 kilómetros y calculó en 712.000 los efectivos rusos desplegados en la guerra. También aseguró que los planes rusos para establecer una “zona tampón” en las regiones de Sumy y Kharkiv, tomar Pokrovsk y capturar toda la región de Donetsk han fallado. Rusia controla en la actualidad más del 70% de esa región, uno de sus objetivos prioritarios en la contienda.
El comandante detalló que en los últimos dos meses, Ucrania ha realizado ataques sobre 85 instalaciones militares o industriales en territorio ruso, incluyendo bases aéreas, depósitos de munición y fábricas.
Mientras tanto, en el ámbito internacional, esta semana el presidente estadounidense Donald Trump cambió de postura respecto a la guerra. Si antes sostenía que Kiev no tenía opciones, ahora considera que Ucrania podría recuperar el territorio perdido, estimado en un 20% del total nacional.
(Con información de AFP, EFE y Reuters)