
Los principales mercados bursátiles de Asia registraron fuertes pérdidas este viernes, arrastrados por el desplome de Wall Street luego del anuncio del presidente Donald Trump de una nueva ronda de aranceles que podrían impactar duramente la economía mundial.
El nerviosismo se ha extendido entre los inversores, que temen un nuevo ciclo de estanflación —combinación de bajo crecimiento económico e inflación elevada— como resultado de las medidas proteccionistas anunciadas por Washington.
El índice Nikkei 225 de Tokio cayó un 2,6% hasta los 33.818,18 puntos, mientras que el Kospi de Corea del Sur perdió un 0,8% hasta situarse en 2.467,14, tras conocerse que ambos países buscarán renegociar los términos de sus relaciones comerciales con Estados Unidos.

En Australia, el índice S&P/ASX 200 retrocedió un 1,9% hasta los 7.713,60 puntos. Los mercados en China permanecieron cerrados por feriado.
El impacto se originó luego de que Trump anunciara un nuevo paquete de aranceles mínimos del 10% sobre todas las importaciones, con tasas aún más altas para productos provenientes de China y la Unión Europea.
De acuerdo con un análisis de UBS Group AG, esta medida podría reducir el crecimiento económico de EEUU en hasta dos puntos porcentuales este año y disparar la inflación a niveles cercanos al 5%, una combinación que no se veía desde hace décadas.
El impacto en los mercados fue inmediato. El jueves, el índice S&P 500 se desplomó un 4,8% hasta los 5.396,52 puntos, su peor caída desde el colapso de los mercados provocado por el inicio de la pandemia de COVID-19.

El Dow Jones Industrial Average cayó un 4% hasta los 40.545,93 puntos, mientras que el Nasdaq Composite perdió un 6% y cerró en 16.550,61.
Los temores a un freno económico global golpearon todos los sectores: desde las tecnológicas hasta el petróleo, pasando por los metales preciosos.
Ni siquiera el oro, tradicional refugio ante la incertidumbre, escapó de la corrección. El índice Russell 2000, que agrupa a pequeñas y medianas empresas estadounidenses, cayó un 6,6%, acumulando un retroceso superior al 20% desde su máximo reciente.
Aunque los analistas esperaban algún tipo de endurecimiento comercial, el paquete de aranceles anunciado por Trump superó las expectativas más pesimistas. Para Mary Ann Bartels, directora de inversiones de Sanctuary Wealth, el líder republicano activó “el peor escenario posible” para los mercados.

Wall Street había asumido que Trump utilizaría los aranceles como una herramienta de negociación, no como una política económica permanente. Sin embargo, el tono del anuncio y sus referencias a la “repatriación de empleos industriales” sugieren que los aranceles responden más a un objetivo ideológico que a una táctica de presión.
“Los mercados podrían estar subestimando las consecuencias, especialmente si las tasas se consolidan como definitivas”, advirtió Sean Sun, gestor de carteras de Thornburg Investment Management. El experto anticipa efectos negativos sobre el consumo y el comercio global.
A pesar del desplome de los mercados, Trump se mostró optimista. “Todo va muy bien”, dijo el jueves mientras partía hacia su club de golf en Florida. Comparó la situación con una cirugía: “Tenemos una operación, como cuando se opera a un paciente. Dije que esto sería exactamente así”.

Horas antes, había asegurado que “la economía va a explotar, las acciones van a explotar y el país va a explotar de éxito”.
En respuesta a la caída de los mercados y el deterioro de las perspectivas económicas, los inversores ya anticipan que la Reserva Federal (Fed) podría recortar las tasas de interés para apoyar la economía. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cayó al 4,04%, desde el 4,20% del miércoles, y muy por debajo del 4,80% registrado a inicios de año.
Sin embargo, la Fed enfrenta un dilema: si reduce las tasas para estimular la actividad económica, podría empeorar la inflación, ya en aumento debido a los aranceles. Esto limita su margen de maniobra en un contexto donde se espera un incremento en el costo de vida para los hogares estadounidenses.
El retroceso fue generalizado, afectando a cuatro de cada cinco empresas del S&P 500. Las compañías más perjudicadas fueron aquellas altamente expuestas a las cadenas de suministro globales y al consumo internacional.

Best Buy se desplomó un 17,8%, debido a que gran parte de los productos que comercializa se fabrican en el extranjero. United Airlines perdió un 15,6% ante la posibilidad de una contracción en la demanda de vuelos por parte de consumidores preocupados por la situación económica. Target cayó un 10,9%, en medio de temores de que los consumidores ya afectados por la inflación reduzcan aún más sus gastos.
En los mercados de divisas, el dólar estadounidense subió ligeramente frente al yen japonés, cotizándose en 146,05 unidades, frente a las 145,93 del día anterior. El euro también ganó terreno, subiendo a 1,1068 dólares.
(Con información de The Associated Press)