
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este lunes que sería “estúpido” rechazar el Boeing 747-800 que le pretende regalar la familia real catarí para que lo utilice como Air Force One, el avión presidencial estadounidense.
“Podría ser un estúpido y decir: ‘No, no queremos un avión gratis y carísimo’. Pero me pareció un gran gesto”, declaró el mandatario republicano durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Trump dijo que está “decepcionado” con Boeing porque está tardando mucho en fabricar un nuevo Air Force One para reemplazar al actual, que considera anticuado.
Afirmó que los cataríes son conocedores de estos retrasos y que han sido muy “amables” con su ofrecimiento.
Cuestionado sobre qué hará con el avión catarí cuando concluya su mandato, Trump afirmó que dejará de utilizarlo y que lo depositará en su biblioteca presidencial, el espacio conmemorativo que construyen los ex presidentes cuando dejan la Casa Blanca.
Trump le dijo además a una reportera de la cadena ABC News que debería sentirse “avergonzada” por preguntarle por las consideraciones éticas que surgen de aceptar gratis un lujoso avión catarí.

El regalo de Qatar para Trump está previsto que se anuncie esta semana durante el viaje que el presidente estadounidense llevará a cabo por Medio Oriente.
Según la prensa norteamericana, el avión es tan lujoso que es conocido como un “palacio volador”, y Trump lo vio cuando estuvo estacionado en febrero en el aeropuerto internacional de West Palm Beach, en Florida.
Los servicios jurídicos de la Casa Blanca y del Departamento de Justicia concluyeron que es legal que el Pentágono acepte la aeronave.
Un grupo de senadores demócratas, miembros del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta, denunció este lunes en un comunicado que el regalo representa “un claro conflicto de intereses” e “invita a la influencia extranjera” en Estados Unidos.
“La Constitución es clara: los funcionarios electos, como el presidente, no pueden aceptar grandes regalos de gobiernos extranjeros sin el consentimiento del Congreso”, apuntaron.
El precio de un Boeing 747-800 nuevo ronda los 400 millones de dólares, y el que Trump recibiría tiene cerca de una década de antigüedad, según el diario The New York Times.

El Boeing 747-8, introducido en 2011, representa la evolución más avanzada del emblemático “Jumbo Jet” de Boeing. Con una longitud de 76,3 metros, es el avión de pasajeros más largo del mundo, superando al Airbus A340-600 por aproximadamente 90 centímetros. Esta versión, denominada 747-8 Intercontinental (747-8I), puede transportar hasta 605 pasajeros en una configuración de alta densidad, aunque las aerolíneas suelen optar por configuraciones de tres clases con capacidad para 410 pasajeros.
El diseño del 747-8 incorpora mejoras tecnológicas significativas respecto a sus predecesores. Las alas rediseñadas, con puntas inclinadas (raked wingtips), y los motores General Electric GEnx-2B67, derivados del 787 Dreamliner, proporcionan una mayor eficiencia aerodinámica y reducen el consumo de combustible. Estas innovaciones permiten una velocidad de crucero de Mach 0.855 (aproximadamente 917 km/h) y una autonomía de hasta 14.300 kilómetros.
En comparación con el 747-400, el 747-8 ofrece una mejora del 14% en eficiencia de combustible por asiento y una reducción del 30% en emisiones de ruido. Estas características lo hacen competitivo frente a otros aviones de gran capacidad, como el Airbus A380, especialmente en rutas de larga distancia donde la eficiencia operativa es crucial.
Además de la versión de pasajeros, Boeing desarrolló el 747-8 Freighter (747-8F), destinado al transporte de carga. Esta variante puede transportar hasta 140 toneladas de carga en distancias de hasta 8.130 kilómetros. La capacidad de carga y la eficiencia del 747-8F lo han convertido en una opción popular entre las principales compañías de carga aérea.
A pesar de sus avances tecnológicos, la producción del 747-8 concluyó en 2022 debido a la disminución de la demanda de aviones de cuatro motores, en favor de modelos bimotores más eficientes como el Boeing 787 y el Airbus A350. El último 747-8 fue entregado a Atlas Air, marcando el fin de una era en la aviación comercial.
(Con información de EFE )