
La imagen de la torre de la planta, con su parte superior arrancada y el logotipo de un sol expuesto entre metales retorcidos y revestimientos desgarrados, ilustra la magnitud del desastre que sacudió a Fremont el martes.
Los escombros cubrían el suelo y una columna de humo se elevaba sobre la zona industrial, mientras los equipos de emergencia luchaban por controlar el incendio que siguió a la explosión en la planta Horizon Biofuels.
En medio de la devastación, la prioridad de las autoridades se centró en la búsqueda de tres personas desaparecidas, aunque la inestabilidad estructural del edificio ha impedido cualquier intento de localización.

La explosión, que se produjo poco antes del mediodía, activó una respuesta inmediata de los bomberos de Fremont. Según declaraciones del jefe de bomberos Todd Bernt recogidas por The Associated Press (AP), los equipos se enfrentaron a una situación de extrema dificultad: “Cuando llegamos al lugar, había humo denso y muchas llamas”.
El colapso de la estructura, con acero destrozado y derrumbes internos, bloqueó el acceso al interior, lo que ha imposibilitado hasta ahora la búsqueda de los desaparecidos.
El propio Bernt reconoció que, tras un primer intento de entrada, la situación obligó a solicitar el apoyo del Grupo de Trabajo Uno de Nebraska, especializado en operaciones de rescate en entornos peligrosos.
La planta Horizon Biofuels, ubicada en el extremo sur de Fremont, se dedica a la fabricación de pellets de madera para calefacción y ahumado de alimentos, así como de cama para animales.

El proceso industrial implica el almacenamiento de grandes cantidades de residuos de madera y materiales a base de alcohol, lo que ha contribuido a la intensidad del incendio. El jefe de bomberos confirmó que el fuego seguía activo en la torre de la instalación durante la tarde, y anticipó que los equipos de emergencia permanecerían en el lugar durante varios días.
El alcalde de Fremont, Joey Spellerberg, informó en una rueda de prensa que tres personas se encontraban en el edificio en el momento de la explosión, aunque no pudo aportar más detalles sobre su identidad o situación. Spellerberg subrayó la colaboración entre la patrulla estatal, el estado de Nebraska y otros organismos para evaluar la seguridad de la estructura antes de autorizar cualquier operación de búsqueda.
La fiscal del condado de Dodge, Pamela Hopkins, quien también ejerce como forense, indicó que aún no había sido requerida en su función forense y expresó su esperanza de no recibir esa llamada.

Taylor Kirklin, residente a unos 800 metros de la planta, relató que su casa se sacudió con tal fuerza que pensó que un vehículo había chocado contra el vestíbulo de la perrera familiar.
“Me levanté, miré afuera y había una enorme columna de humo”, describió Kirklin, quien añadió que la presencia de numerosas plantas industriales en la zona dificultó identificar de inmediato el origen del incidente.
En 2014, un incendio nocturno dañó el sistema eléctrico del edificio, aunque la estructura principal, compuesta por cemento en el exterior y una estructura metálica adosada, permaneció intacta, según un informe del Fremont Tribune citado por AP.
Esta vez, la magnitud de los daños ha sido considerablemente mayor, con la torre principal parcialmente destruida y el acceso bloqueado por los escombros.

La Oficina del Jefe de Bomberos del Estado de Nebraska y otras agencias trabajan en el lugar para esclarecer los hechos. El gobernador de Nebraska, Jim Pillen, manifestó en un comunicado que sigue de cerca la evolución del incidente y expresó su disposición a prestar toda la ayuda necesaria: “Nuestros pensamientos y oraciones están con todos los involucrados y estamos listos para ayudar en todo lo que podamos”.
La respuesta de la comunidad no se ha hecho esperar. Una vecina que acudió a repartir agua a los socorristas describió la escena tras la explosión como una “gran bocanada de humo negro” y expresó su deseo de que no hubiera heridos. “Somos una buena comunidad. Todos nos uniremos y nos ayudaremos mutuamente”, afirmó a los periodistas.
Fremont, con una población de 27.000 habitantes, es la sexta ciudad más grande de Nebraska y se sitúa a 52 kilómetros (32 millas) al noroeste de Omaha. El área donde se produjo la explosión está rodeada de otras plantas de fabricación y procesamiento de alimentos, lo que refuerza la preocupación por la seguridad industrial en la región. Las autoridades han reiterado que la prioridad sigue siendo la seguridad de la comunidad y el control de la situación, mientras los equipos de emergencia continúan su labor en condiciones extremadamente adversas.