El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que su administración incrementará la vigilancia de las drogas que ingresan por tierra a territorio estadounidense, tras llevar a cabo ataques contra varias narcolanchas venezolanas en el Caribe. Estas declaraciones se producen en medio de la creciente tensión entre Washington y Caracas, pues Trump ha acusado al régimen venezolano de encabezar a la red internacional de narcotráfico denominada como el Cartel de los Soles.
Trump, de camino a una reunión con generales, explicó a la prensa que “golpeamos varios botes, y desde que hicimos eso no tenemos absolutamente ninguna droga entrando a nuestro país por vía acuática, porque era letal. Y ahora vamos a mirar a los carteles. Vamos a mirar muy seriamente a los carteles que vienen por tierra”. El mandatario sostuvo también que tras estas operaciones, “todo lo que tienes que hacer es mirar la carga que estaba esparcida por todo el océano, grandes bolsas de cocaína por todas partes”.
Desde el inicio del mes de septiembre, las fuerzas armadas de Estados Unidos realizaron al menos dos operativos contra lanchas rápidas procedentes de Venezuela, localizadas en aguas internacionales cerca del país sudamericano. En el ataque más reciente, tres personas murieron y Trump difundió un video del operativo en el que se observa una embarcación detenida en mar abierto, que posteriormente recibe un proyectil.
Trump señaló que las víctimas eran presuntos narcotraficantes. Respecto a las consecuencias de dichas operaciones, reconoció que el “negocio de la pesca se verá dañado”, pero sostuvo que estas acciones son necesarias para evitar el ingreso de drogas: “Si fuera un pescador, yo no saldría a pescar”, comentó, sugiriendo que podría haber sospechas sobre actividades ilegales en las bodegas de los barcos.
La primera operación se efectuó el 2 de septiembre y, de acuerdo con Trump en sus redes, resultó en la eliminación de once tripulantes de una lancha vinculada, según el secretario de Estado, Marco Rubio, al grupo Tren de Aragua. Rubio justificó el ataque al afirmar que “detenerlos no es suficiente”. Estados Unidos mantiene desplegados al menos ocho buques de guerra, incluyendo un submarino nuclear y unos 4.500 soldados, en el Caribe sur, como parte de su estrategia para combatir el narcotráfico con origen en Venezuela.

Por su parte, el dictador venezolano, Nicolás Maduro, denunció que estas acciones constituyen una agresión militar, argumentando durante una conferencia de prensa que existe un derecho internacional que ampara la legítima defensa venezolana. Expresó: “Venezuela ejerce el legítimo derecho a la defensa y lo ejercemos plenamente; no es una tensión, es una agresión en toda la línea, una agresión judicial cuando nos criminalizan, es una agresión política con sus declaraciones amenazantes diarias, es una agresión diplomática y es una agresión en camino de carácter militar”.