
A los 102 años, Charlotte Chopin sigue enseñando yoga con energía en Léré, Francia. Dicta sus clases en una antigua comisaría ahora convertida en centro comunitario, donde guía a sus alumnos en un ambiente modesto pero lleno de entusiasmo.
Chopin demuestra que la edad en sí misma no es una barrera para mantenerse activa. La mujer nació en 1922 en Alemania, vivió una infancia marcada por la guerra y trabajó con la Cruz Roja tras ser desalojada de Alsacia.
Más tarde, fue secretaria ejecutiva en África y Europa, antes de dedicarse a criar a sus hijos y descubrir el yoga a los 50 años, una práctica que mantiene hasta hoy.

Desde la investigación científica hay pruebas de que las personas mayores se benefician al hacer yoga. Favorece un envejecimiento saludable, aunque aún no hay evidencias concluyentes de que aumente los años de vida.
Anteriormente, un equipo de investigadores de los Estados Unidos, incluyendo a Julia Loewenthal, de la división que se enfoca en envejecimiento en la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, evaluó si el yoga para el envejecimiento saludable funciona de verdad para mejorar la vida de los adultos mayores.
Los especialistas analizaron si esta práctica, que combina posturas físicas (llamadas asanas), ejercicios de respiración (pranayama) y meditación, puede ayudar a que los individuos se mantengan más saludables por más tiempo.
Tuvieron en cuenta que la fragilidad puede afectarlos. Así se le llama a la disminución de la capacidad de diferentes órganos para resistir situaciones difíciles, lo que aumenta la posibilidad de enfermarse y de tener complicaciones.

Los investigadores se preguntaron si el yoga podía servir como herramienta para cuidar varios sistemas del cuerpo, como el corazón, los pulmones, los músculos y los nervios.
El equipo revisó 33 investigaciones en las que personas mayores realizaron la actividad. Examinaron el efecto sobre la presión arterial, la función pulmonar, la memoria, los huesos y los músculos.
Los participantes tenían entre 49 y 75 años y consideraron tanto clases de yoga varias veces por semana como prácticas de respiración y relajación.

Los expertos detectaron que la práctica de yoga puede ser efectiva para bajar la presión arterial en adultos de mediana edad y mayores, con o sin hipertensión. Esto reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares como infartos o ataques cerebrovasculares.
Sobre la respiración, encontraron que las personas mayores que practicaron yoga caminaron más lejos y sintieron menos ahogo al moverse.
Además, en lo referido al cerebro y la memoria, el estudio señala que este hábito ayuda a la concentración y la rapidez mental. En ese sentido, en personas de entre 60 y 75 años, practicar yoga mostró mejoras en la memoria y el pensamiento rápido en comparación con quienes no lo practicaron.
En cuanto a los músculos y huesos, esta disciplina puede “ayudar a que los adultos mayores mantengan el equilibrio y la fuerza en las piernas”. Según los autores, las posturas de yoga utilizan el peso propio del cuerpo.

No obstante, los científicos aclararon que el yoga no reemplaza los ejercicios con pesas para fortalecer los huesos. Aun así, resaltaron que se trata de una “intervención segura y adaptable para prevenir la fragilidad en adultos mayores”.
En diálogo con Infobae, la médica Karin Kopitowski, presidenta de la Federación Argentina de Medicina Familiar y General, comentó: “Hoy es más frecuente que los profesionales de la salud indiquen la práctica de yoga para los adultos mayores. Eso incluye la posibilidad de hacer yoga en silla”.
Cuando evalúan a los pacientes, “los profesionales pueden informarles sobre los beneficios basados en la evidencia científica. Practicar yoga ayuda a reducir el dolor y la fragilidad, mejora el equilibrio y los síntomas de la fibromialgia, entre otros efectos”, afirmó.
Cabe recordar que otro caso emblemático ha sido el de Daisy Taylor, de Chelmsford, en Inglaterra. El año pasado cumplió 105 años y declaró a la BBC que atribuye su larga y saludable vida al yoga, junto con su optimismo y su aprecio por los pequeños detalles.