La cadena de cafeterías Starbucks anunció un plan de reestructuración que implica el cierre de aproximadamente un 1% de sus tiendas en América del Norte y la eliminación de 900 puestos de trabajo en funciones de soporte, dentro de una estrategia para reducir costos y mejorar la rentabilidad. El director ejecutivo Brian Niccol precisó que la medida forma parte de una revisión exhaustiva de las operaciones con el objetivo de invertir en locales, acortar los tiempos de servicio y restaurar el ambiente tradicional de las cafeterías, junto a la simplificación de estructuras de gestión.
La empresa ha registrado seis trimestres consecutivos de descensos en ventas comparables en Estados Unidos, atribuida a la disminución de la demanda por parte de consumidores que enfrentan precios elevados y creciente competencia. “Durante la revisión identificamos cafeterías en las que no logramos crear el entorno físico que nuestros clientes y socios esperan, o donde no existe una ruta hacia el desempeño financiero”, afirmó Niccol en una carta dirigida a los empleados, en la que reiteró el compromiso de Starbucks de ubicar al personal afectado en otras tiendas cuando sea posible, y de proporcionar “una indemnización completa” en caso de que no sea viable el traslado.
El plan contempla que la mayoría de los cierres se concrete durante este ejercicio fiscal, anticipando que la marca cerrará el año con casi 18.300 locales operativos en Estados Unidos y Canadá, entre tiendas propias y franquiciadas, frente a las 18.734 reportadas en julio. Además, Starbucks comunicó la intención de renovar más de 1.000 sucursales en América del Norte y confirmó el desembolso de unos USD 1.000 millones para costear la reestructuración, asignando 90% de esa cifra a la región y especificando partidas de 150 millones en indemnizaciones, 400 millones en depreciación de activos y 450 millones en arrendamientos y cierres anticipados.

La compañía informó que los recortes de 900 trabajadores afectarán a equipos de soporte y no a empleados en tiendas, mientras que las posiciones abiertas que no han sido cubiertas también serán eliminadas. Starbucks contabilizaba alrededor de 10.000 empleados en funciones no asociadas a la atención directa de clientes en sucursales estadounidenses al cierre de septiembre de 2024. La notificación a los afectados se realizará a lo largo de esta semana, e incluye la opción para los empleados corporativos de trabajar desde casa durante el jueves y viernes, siempre que sus funciones lo permitan.
La filial sindical Workers United manifestó en un comunicado su postura frente a las decisiones anunciadas, argumentando que los cambios “se están tomando sin consulta con los baristas” y reiterando la exigencia de llegar a un acuerdo laboral con más de 12.000 empleados agremiados. El sindicato añadió que “nunca ha sido más evidente por qué los baristas de Starbucks necesitan el respaldo de una unión”, y pidió a la empresa negociar un contrato justo en los términos solicitados.
Starbucks argumentó que estas acciones buscan “administrar los costos y concentrarse en los elementos clave para el crecimiento a largo plazo”. La empresa también anticipó inversiones para mejorar el personal y adoptar tecnología que agilice la preparación de pedidos, con el objetivo de elevar la experiencia del cliente. En agosto, la compañía informó un incremento salarial del 2% para los empleados en América del Norte durante este año.
En respuesta a los anuncios, las acciones de Starbucks presentaron ligeras variaciones en los mercados: según ABС News, en la apertura previo al mercado se registró un incremento, mientras que Reuters reportó una caída marginal al inicio de la sesión, aunque la cotización global mantuvo un aumento de 9% desde la llegada de Niccol al cargo. El programa de reestructuración, denominado internamente “Back to Starbucks”, recibió la aprobación de la junta directiva el pasado 23 de septiembre.