
Ethan Hawke, destacado actor estadounidense, ofreció una entrevista en The Rich Eisen Show en la víspera del estreno de su nueva serie, The Lowdown, en FX. Durante la conversación, compartió anécdotas sobre su infancia, el peso de la herencia familiar en el deporte, vivencias en el cine junto a figuras como Robin Williams y Denzel Washington, así como curiosidades de la cultura pop.
El encuentro permitió conocer nuevas facetas de Hawke, quien se mostró con humor y franqueza al abordar aspectos personales y profesionales. En ese sentido, el actor recordó la energía, el humor y la generosidad del comediante en el set: “Si no lograba hacerte reír, invertía todo su esfuerzo en conseguirlo”.
Además, desde su niñez en Texas, Hawke relató cómo se forjó su afición al deporte, impulsada por la pasión por los Dallas Cowboys. Rememoró la emoción de ver ganar a su equipo el Super Bowl cuando tenía doce años, describiéndolo como una bendición personal.

“Fue el primer despertar de que la vida no siempre va a salir como uno espera”, declaró en The Rich Eisen Show. Su entorno familiar estaba profundamente vinculado al béisbol: su abuelo fue mánager, copropietario y cronista deportivo de los Abilene Blue Sox, equipo filial de los Brooklyn Dodgers, y participó en la integración racial del deporte como cazatalentos.
Para Hawke, este legado consolidó la percepción del deporte como una fuerza con impacto social. Su madre, incluso, comparaba sus logros actorales con la posibilidad de pertenecer a un salón de la fama.
El deporte se convirtió en una metáfora constante para Hawke. Destacó que observar la competencia atlética le enseñó más sobre la naturaleza humana que la literatura clásica. “La observación constante del deporte tiene más que enseñarte sobre la naturaleza fundamental de la humanidad que Tolstói”, explicó.

Según el actor, el deporte exhibe tanto virtudes como debilidades y muestra una claridad que rara vez se encuentra en otros ámbitos de la vida, dominados por matices y zonas grises. Tras mudarse a Nueva York en 1989, se volvió seguidor de los Knicks y afirmó que ser leal a los equipos es una manera de medir el tiempo y compartir emociones colectivas.
En el ámbito cinematográfico, Hawke recordó su experiencia en La Sociedad de los Poetas Muertos y la relación con Robin Williams durante el rodaje. Al principio creyó que el comediante no lo apreciaba, ya que su personaje era tímido y él, con 17 años, se mantenía rígido en su papel.
Williams, famoso por su energía y humor, buscaba hacerlo reír cada día, algo que Hawke veía como una distracción: “Robin era de esas personas que, si notaba que alguien no se reía, concentraba toda su energía en esa persona hasta lograrlo”.

Con el tiempo, descubrió que Williams valoraba su trabajo y, al finalizar la película, fue él quien lo contactó con un agente, gesto que marcó su carrera. Entre las bromas del set, mencionó el juego de palabras “carpe per diem”, con el que Williams hacía reír al equipo aludiendo a los viáticos.
En cuanto a Día de entrenamiento, Hawke aclaró que nunca hubo un enfrentamiento con Denzel Washington durante la audición. Washington buscaba convencer al estudio de que Hawke era adecuado para el papel.
El proceso de selección implicó improvisaciones exigentes, pero finalmente obtuvo el puesto y vivió una experiencia enriquecedora. “Antoine Fuqua me dio mucha confianza y su relación con Denzel era extraordinaria. Me mostraron lo que significa la excelencia en un set de rodaje”, detalló Hawke en The Rich Eisen Show.

Subrayó que trabajar con ellos le enseñó sobre liderazgo, creatividad y cómo fomentar un ambiente positivo en el trabajo. Resaltó el monólogo improvisado de Washington como ejemplo de libertad y talento en el cine.
En cuanto a la cultura pop, Hawke compartió datos curiosos. Aseguró que la canción “Stay”, de Lisa Loeb, incluida en Reality Bites, fue sugerida por él al director Ben Stiller. Aunque advirtió no poder confirmar el dato, le informaron que fue el primer caso de una artista sin contrato discográfico en obtener el número uno en las listas de rock.
Relató incidentes de confusión de identidad, como las ocasiones en que lo confundieron con Mark McGrath de Sugar Ray o Kevin Bacon, llegando a firmar autógrafos como este último para no decepcionar a los admiradores.

Al final de la entrevista, Hawke revivió una anécdota adolescente: reconoció en un cine de Atlanta al exjugador Fran Tarkenton, quien negó serlo. Reflexionó sobre el dilema entre ser amable con los jóvenes admiradores o seguir el ejemplo de Tarkenton, optando por la evasión.
Así, Hawke mostró que, incluso para las personas reconocidas, la vida plantea dilemas cotidianos y lecciones inesperadas, como relató en The Rich Eisen Show.